El deseo de Sarah

CAPITULO 18 SARAH

desperte un poco aturdida por lo de anoche, no se como llegue a la cama con Flavio, sus besos y sus caricias despertaron en mi todo esos sentimientos que tenia guardados en lo mas profundo de mi corazon.

—buenos dias Sarah —me sobresalto un poco.

—hola —es lo unico que me sale.

—¿estas bien?

—si estoy bien, ire a trabajar 

me intento levantar de la cama pero las suaves manos de Flavio me detienen.

—hablemos Sarah, esto que paso es importante.

—¿la ultima vez no lo fue? —pregunto mirandole la cara

—tambien lo fue,y fui un estupido tambien.

—¿y que pretendes Flavio, ya lograste lo que querias, estar en mi cama otra vez, ¿ahora es cuando desapareces de mi vida otra vez?—le grito alterada.

—esa no es mi intencion, mi intencion es arreglar las cosas que he hecho

—solo vete Flavio por favor, no me compliques mas la vida por favor.

me suelto de su agarre y me voy directo al baño, me veo en el espejo, he estado bajando de peso,debo bajar la carga de trabajo y alimentarme mejor. tengo ojeras,claro estuve muy activa anoche.

—tomo una ducha larga, salgo en vuelta en la toalla hasta mi vestidor para vestirme, ya tengo mi ropa lista, algo que me enseño mama es que es mas facil el domingo elegir la ropa que usare toda la semana a si evito estar por la mañana pensando en que me pondre.

tomo mi pantalon de mezquilla y  y un top blanco con un blazzer color azul marino. ya es tarde a si que paso de maquillarme, tambien dejare que el cabello se me seque solo. me dirijo a la cocina para prepararme un cafe, anoche no limpie la cocina, y ya no me da tiempo, llegare muy tarde.a si que mejor desayuno en el restaurante, en cuanto bajo las escaleras me llega un delicioso aroma a comida mezclado con el olor a cafe  pense que Flavio se habia ido pero al parecer no lo hizo.

—buenos dias —me dice en cuanto llego a la cocina

—te dije que te fueras

—no lo hare Sarah, esta vez no lo hare, aunque me lo pidas.

—estas en mi casa, te puedo correr.

sin darme cuenta ya tengo cercas a Flavio puedo sentir su respiracion, sus manos estan en mi cintura, puedo sentir sus dedos en mi piel. no quiero sentir lo que siento mi piel se eriza y mis piernas reaccionan.

—no vas a correrme te acabo de hacer un desayuno muy rico, tal vez un dia puedes contratarme en el restaurante. —su mirada esta fija en mi.

—estas hermosa Sarah, este pantalon te queda genial, aunque para ser honesto te prefiero sin ropa, pero como vas al trabajo esa ropa esta perfecta para ti.

—debo irme ya es tarde.

—come poco, aunque sea, estas muy delgada Sarah tienes que cuidarte, debes tomarte un descanso.

—no eres mi madre si lo sabes verdad

—es muy bonita esta casa, ¿de quien la heredaste?— cambio de tema, mientras servia la comida 

—de mi padre

—¿encontraste a tu papa?

—me encontro el, me dejo el restaurante y esta casa despues de su muerte.

—lo siento 

—como sea no lo conoci pero gracias. —contesto sin ganas

—empecemos a comer a si llegas  tiempo a trabajar, yo tambien ire a la empresa Orestes me ha pedido algunos favores.

solo asiento, y no volvimos hablar, como de prisa por que a son casi las 10.

—gracias por el desayuno, Flavio debo irme 

—te lavare la loza y me ire tambien.

—no tienes que hacerlo, lo hare cuando vuelva.

—no te preocupes lo quiero hacer, Sarah no ire a ninguna parte te lo prometo.

—hablamos luego —salgo de casa, estar cerca de Flavio me nubla los pensamientos

 

llego al restaurante, no hay tantos clientes mas que los habituales, voy directo a mi oficina, tengo llamar Salomón, es mi proveedor de vinos, y necesito checar unas cosas con el directamente.

—buenos dias señorita Sarah 

—buenos dias Aquiles, estare en mi oficina si necesitan algo.

—muy bien señorita.

He intentado que todos aqui me llamen por mi nombre pero ya me resigne que todos me digan señorita

 

 

Madi me ha llamado para pedirme asilo en mi casa, no entendi bien a si que esperare que llegue para saber que paso.me dejo un poco preocupada, aunque Orestes no me cae tan bien, se que Madi lo quiere.

tocan la puerta es Madi, seguro a si que me levanto para abrir, en cuanto veo a mi amiga la abrazo, viene con Flavio .

—¿como estas? —le pregunto.

—estoy bien— se claramente que no lo esta, y me preocupa su cara a llorado.

—hola guapa — escucho decirme a Flavio 

—hola —le dirijo una mirada fria, pero como se atreve a decirme a si.

—gracias por traer a Madi es hora que te vayas, no le doy la oportunidad, le cierro la puerta en las narices.

Madi esta apunto de llorar de nuevo.

—te llevare a casa para que te sientas mejor y si quieres hablar te ecuchare amiga

—gracias Sarah.

llegamos a mi casa, Madi se esta cambiando.

 

—tienes una bonita casa, el jardín lo dejaste muy bonito.

Quería decirle que fue Flavio, pero preferí callar  prefiero no hablar de él, no por qué no confíe en Madi pero no no es el momento.

 

—¿Me quieres contar? 

Madi me conto todo lo que habia pasado con Orestes y su amilia incluyendo el beso que le dio a Flavio aunque me explico el por que se lo dio, pobrecita ha llorado mucho, no soy experta en esto del amor, yo misma no se que hacer con Flavio, que bueno que no le conte nada a Madi en definitiva no es el momento, 

trato de motivar a Madi ponemos una peli para distraernos un poco.pero alguien toca la puerta.

—no espero a nadie — le digo a Madi, voy a la ventana para ver quien toca la puerta.

—es Orestes, ¿quieres que le diga  que se vaya puedo hacerlo.

—es mejor que hable con el de una vez, no se ira y no quiero que te incomodes.

Madi sale para hablar con el, no se como Orestes supo mi direccion, claro que lo se .




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