El deseo de Sarah

CAPITULO 20 FLAVIO (PRESENTE)

Me asuste tanto entrar y encontrarme a Amaia tirada en el suelo, gracias a dios no fue nada grave, no se lo que vivio o vio ahi dentro con esa mujer, despues que ella se desmayo la lleve al hospital, no me quede a esperar mi turno, y no se si me hubiera atrevido a entrar.

cuando dejo a Amaia en su casa, vuelvo a  casa de mi primo porque ahi estas mis hijos, me ha solida la cabeza desde que salimos del pueblo.

—Fla que bueno qu llegaste, estaba por hablarte, lleve a Simone a su casa, me trajiera la camioneta de Amaia, puedes llevarsela por favor, le dire a Orestes que vaya contigo para que vuelvas con el.

—ire yo solo, tomare un uber de regreso.

—¿seguro?

—si Madi, no te preocupes

—Fla, Amelia y yo regresaremos despues.

—esta bien Madi, pueden hacerlo, yo no estoy seguro, y por favor no me presionen 

—no lo hare, ire con los niños, para bañarlos, los trilliz estaran bañados y en pijama cuando vengas a recojerlos o igual se puden quedar aqui me guiñe el ojo y sube las escaleras.

tomo las llaves de la mesita y voy hacia el coche de Amaia que esta en la entrada, subo en el y me dirijo una vez mas a la casa de Amaia, no hay tanto trafico y llego rapido, toco el timbre pero no me habre, lo hago 3 veces mas, no creo que haya salido, or que no tiene carro. tomo mi celular y le llamo, al tercer tono contesta.

apenas escucho su voz 

—Amaia ¿estas bien?

—no no estoy bien, no puedo respirar y me duele el pecho —me dice entre sollozos

—abreme,estoy afuera por favor 

minutos despues se abre la puerta, entro y la abrazo, esta rojo de tanto llorar y esta batallando para respiirar, es un ataque de ansiedad, lo se por que los he tenido, ahora son poco precuentes pero los reconozco bien.

sin soltarla la llevo al sofa.

—escucha Amalia esta bien, solo es un ataque de ansiedad, estaras bien lo prometo,trata de respirar,piensa en algo que te tranquilice.

—maia —maia me tranquiliza

—¿donde esta Maia?

—con sus abuelos

—¿cual es la comida favorita? de Maia.

—los chilaquiles, ama los chilaquiles —me dice sonriendo.

—no odria imaginarme que le gustaran los chilaquiles, yo tambien amo los chilaquiles sobre todo los verdes

—ella los rojos, y si le pongo un huevito al lado se emociona mas

—cuando la lleves al restaurante pedire que le hagan unos chilaquiles especialmente para ella.

—la llevare entonces

cuando me di cuenta la hora que era me impresione, hice esto para que Amaia se calmara, y funciono, pero seguimos platicando hasta esta hora son las dos de la madrugada.

—gracias por lo que has hecho por mi hoy

—ya te he dicho que te entiendo perfectamente, se que no es facil, no se lo que paso exactamnte con la mujer aquella, pero te hizo ldesmayarte y yo... yo me asuste Amaia, me asuste por que no se si esto es lo que necesitamoss, joder qu una persona diga que ve a nuestros familiares muertos  lo que diara yo de volver a ver a Sarah,pero a la vez tengo miedo, miedo que me pida que la deje ir.

—es justo lo que me pidio osvaldo, que volviera a enamorarme, quiere que mi corazonvuelva a latir, como si fuera tan facil el se llevo mi corazon, nadie entien

 

de eso.

—yo lo entiendo Amaia, lo entiendo porque lo estoy viviendo tambien.

Amaia se refugia en mis brazos, mientra ella llora, yo tambien lo hago, no puedo evitarlo, me duele lo que ella esta viviendo por que se si voy haber a esa mujer, voy a vivir lo mismo que ella.

 

despierto sobresaltado, pero reacciono rapido de donde estoy, estamos en el sillon de Amaia, ¿ en que momento me quede dormido? me duele el cuerpo estoy todo torcido, me levanto con cuidado para no derpertarla, voy a la cocina, prepara la cafetera, escucho que tocan la puerta, me asomo por la ventana, es Oliver.

—Flavio ¿que haces aqui? —  su expresion es de sorpresa

—sabes que ayer Amaia fue a ver una vidente o algo a si ni se lo que es realmente

—¿que fue a ver a quien?

—una mujer que puede hablar con los muertos

—¿no creos en esa cosas, solo sacan dinero a costas del sufrimiento de otros

—mira Oliver mientras sean peras o manzanas, esa mujer nos dijo los nombres de Sarah y tu hermano.

—seguramente lo escucho de otra persona.

—¿tal vez el nombre de Sarah si, pero Amaia nadie la conoce en el pueblo.

—pero si fueron a verle, le dio alguna informacion y ni cuenta se dieron.

—estabamos en un parqu Oliver, ella llego de la nada y nos dijo cosas y el nombre de los dos.

—no estoy entendiendo nada, primero me dices que fueron a verla y luego que llego a un parque.

cerre la puerta y salimos afuera, no queria despertar a Amaia, le explico a Oliver la situacion que vivimos ayer  y la de aquella vez, OlivTRRTer no esta enterado de nada.

—debiste hablarme Flavio y decirme las coas, Amaia es nuesstra familia 

—lo siento Oliver se me paso.

logre que Oliver se fuera no quise despertar a Amaia ya que debe descansar lo mas que pueda,regredo a la cocina, el cafe ya esta hecho, busco una taza para servirme, me siento para tomarmelo tranquilo, son las nueve de la mañana, me ire en cuanto Amaia despierte para quedarme mas tranquilo sabiendo como la dejo.despues de tomarme el cafe vuelvo a la sala, Amaia sigue dormida, me acuesto en el oro sillon cierro los ojos para descansar un poco

 

 

 

Estoy en casa, los niños no estan, tampoco veo a papa y a Amelia, no se a donde fueron.

—amor —escucho la voz del amor de mi vida llamandome.

volteo a verla, esta con su vestidoo favorito, y con el cbello suelto y me esta sonriendo. se acerca a mi y me da un beso, reconozco su sabor, cierro los ojos para disfrutar mas del momento.

—queria hablar contigo ayer, pero ya no se pudo, y te conozco se que no vas a regresar.




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