4. El Cristal del Renacimiento

Cuando mi tío comenzó a responder todas mis preguntas y me reveló la verdad de sus decisiones, ya no tuve más nada que decir y mi molestia tuvo que disminuir.

Él al fin de cuentas, había decidido confiar la vida de Daiyu a su padre, para protegerla de los demás inmortales, pues la niña desde muy temprana edad, mostró un poder similar al mío difícil de controlar a su edad, por lo tanto, corría el riesgo de que si alguien la encontraba y se daba cuenta de que era mi hija, podría manipularla para lograr sus propios fines y no con buenas intenciones, pues en su interior, Daiyu poseía un objeto místico, llamado el Cristal del Renacimiento que podía acelerar mi regreso al mundo inmortal como diosa, pero a cambio de su vida.

Yo le implanté esa parte de mí a ella, antes de mi partida, para que la protegiera de futuros peligros, aunque eso al mismo tiempo la hiciera vulnerable si la energía del Reino Inmortal, no ayudaba a mantenerla en equilibrio.

Ante esto, el escape de Gu Shen de su prisión tuvo mucho que ver. 
Al dividir mi esencia en dos partes y disminuir mi poder en un reino donde últimamente todos estaban siendo dominados por sus propias ambiciones y la energía pura del mismo se estaba desvaneciendo, esto también alteró el poder del cristal, lo que hizo que a temprana edad mi hija manifestara un poder que no podía controlar y Zhou tuviera que tomar esa decisión.

Así que por eso no podía seguir enojada con él.

Con respecto al porqué yo consideraba  que su padre no supiera sobre su existencia, pues tiene una explicación.

En ese tiempo las cosas con Yuanzhi no habían terminado bien que digamos.
Recientemente, este hombre había cambiado su manera de ver el mundo y a los inmortales, no dominando completamente sus sentimientos y tentado a caer en provocaciones respecto a ellos.
Sus celos lo cegaron, cayendo en la provocación de un inmortal que conocía desde mi niñez y que consideraba mi amigo, de que mi verdadero propósito en el Reino Oscuro y mi acercamiento por él, era solo para cumplir una misión marcada en mi destino, de cambiarlo completamente y luego abandonarlo sin tomar en cuenta sus sentimientos y volver al Reino Inmortal y casarme con él.
Esto último era mentira, pero era inevitable que lo creyera, ya que incluso ese inmortal adulteró una conversación que tuvimos creando una ilusión que pareciera real.
Ante esto, Yuanzhi cayó en este engaño tan cruel convenciendose de que todo este tiempo lo había engañado cuando no era así en su totalidad y no creyéndome nada de lo que decía, no tuve más remedio que irme, no sin antes pasar una última noche con él. Meses después di a luz a nuestra hija, después de nuestra última noche juntos.

Tuve a Daiyu en un lugar apartado de todo mundo, en lo más profundo del Reino Inmortal donde solo mi tío sabía dónde estaba y consciente de que no podría estar con ella, ya que la guerra estaba a la vuelta de la esquina, le entregue esa parte de mí, lo que la hizo regresar con su padre y sentirse segura con él.

Aunque no estaba convencida de que Yuanzhi todo este tiempo había sido un buen padre para ella, Zhou me comprobó lo contrario, lo que me tranquilizó significativamente.

– Es bueno saber que Yuanzhi, ha resultado ser un buen padre para nuestra hija, independientemente de los malos entendidos que tengamos y que aún no hayamos solucionado. – dije, bajando la mirada y respirando profundamente.

Zhou asintió, colocando una mano en mi hombro en un gesto de apoyo.

– Créeme cuando te digo que realmente Yuanzhi está muy arrepentido y que aún te sigue amando. – dijo, con una mirada sincera.
– De todas maneras, es mejor que no sepa que he vuelto, nadie debe saberlo, por lo menos hasta que nuevamente cultive mi poder en su totalidad y demuestre mi verdadera identidad. – respondí, cruzándome de brazos
– ¿Así que al final tienes pensado volver al Reino Inmortal?
– Por supuesto. Gu Shen ha escapado y es mi responsabilidad cazarlo y encerrarlos nuevamente como lo hizo mi antepasado… – afirmé, con determinación.