El día que te conocí

Capítulo 019 "A dónde tú quieras"

Enumere las razones para odiarte y tarde me di cuenta que eran las razones por las que te amaba

—Anyali Pérez

 

 

Mi corazón late fuertemente y siento mis orejas calientes por la ira que ahora siento ¿Quién coño puede odiar tanto a una persona para caer tan bajo? Entonces lo noto, todos me están mirando, todos se están riendo de mí ¿Lo saben?

Mi mundo está literalmente colapsando, ¿Por qué justo cuando ya va a acabar el año? ¿Por qué tiene que ser una pesadilla cuando ya me voy a graduar?

Megan llega a mi lado, seguida por Thim, de hecho todos empiezan a llegar y a hablarme pero no los escucho, no sé lo que dicen, estoy aturdida. Frank y Carlo me hablan pero aun así no entiendo nada

Todo me da vueltas, todo gira y todo en oscuridad.

***

Mis ojos se abren y a la primera que noto es a Megan, el alivio de su presencia me hace soltar un suspiro, pero el alivio se esfuma en cuanto recuerdo lo anteriormente sucedido y siento las lágrimas venir.

Mi mejor amiga rápidamente me toma entre sus brazos mientras mi cuerpo da grandes sacudidas por el llanto, mis ojos arden, mi pecho arden, en ese momento entra la enfermera del instituto, de una manera muy mal disimulada limpio mis lágrimas e intento calmar mí llanto, es entonces cuando mi madre entra y entonces me toma mucho esfuerzo no llorar, Terry viene con ella, mi hermanito me mira desconcertado

—Hija… ¿Cómo te encuentras?—Pregunta

—Me siento mejor—Observo a Megan quien me sonríe, ¿Ya mamá lo sabe?

—Vamos cariño, levántate, vamos a casa, Megan se irá con nosotros, ya lo informe—Dice, yo lentamente bajo de la camilla, sintiendo un fuerte dolor de cabeza, Megan me ayuda a bajar, y nos dirigimos a la casa

Me siento en el sofá esperando los gritos, y regaños de parte de mi madre que nunca llegan, Terry camina tambaleándose un poco hacia mí. Lo siento en mi regazo mirándolo fijamente, no me pierdo el hecho de que Megan me observa cautelosamente, esperando que empiece a llorar o algo así, pasan unos minutos hasta que Terry se fastidia y quiere bajarse, dejo que lo haga y observo a mi amiga, ella me hace señas de que vayamos a su casa

— ¿Mamá? Iré a casa de Meg—Digo, noto que está hablando por teléfono pero esta asiente. Caminamos en silencio.

Quiero desaparecer. Borrar mi existencia por completo. No debería importarme el hecho de que hablen de mí, ya me voy a graduar y no los veré más, pero me siento expuesta, sucia, siento que todos me empezaran a mirar con morbo, será una pesadilla

Al llegar a la casa de Meg, su madre me recibe con un fuerte abrazo y una hermosa sonrisa

— ¡James, cariño! ¿Cómo estás?—Pregunta Sheila

—Hola mami Sheila, estoy muy bien ¿y usted?

—Muy bien  cariño, ¿qué hacen tan temprano por aquí?

—James se desmayó mamá, y ambas nos vinimos

—Pero Megan…

—Mamá, no empieces, no ahorita—Se acera a ella y le deposita un beso en la frente, velozmente toma mi mano y casi que corriendo nos dirige a su habitación cerrando la puerta con seguro

—Mess…

—Me siento expuesta…—Murmuro antes de que mis ojos se cristalicen

—Oh James, lo siento tanto—Ella me da un abrazo, y entonces vuelvo a quebrarme—. La haremos pagar, quien quiera que sea, la haremos pagar—Sorbo mi nariz mientras me alejo para así poder observar sus ahora cristalizados ojos

—La venganza no es saludable, Meg

—Oh cállate, la perra te expuso, la perra lo paga—Rio de la cara de “mala” —como la llama ella— que coloca

—Me siento tan vulnerable en este momento, siento que todos van a atacarme, siento que he sido expuesta ante los ojos de todos en el instituto, ¿Cómo se supone que vuelva a subir la cara, para que me miren si ya han visto de más?—Digo con mi voz inestable por el nudo que tengo en la garganta, Megan se aleja completamente de mí

—Muy bien, James Caeli Silvestri Pemberton, aquí tienes tu respuesta: Conoces a cada chica que te ha dicho zorra, ellas ya han tenido sexo, el maldito sexo no es malo, mostrarte ante tu novio no es malo, lo amas, estás enamorada de él, eso es lo que el amor hace, ¿Qué cómo vas a subir la cara? Yo no tengo una mejor amiga cobarde, la mejor amiga que conozco es esa chica fuerte que me dice que no me avergüence de quien soy, porque eso es lo que me hace especial, ahora te lo digo a ti James, eres especial, si ya han visto de más, pues lo siento por ellos, amiga, porque tendrán que darse pajazos

— ¡Megan!—Exclamo, pero eso no me quita la sonrisa que ahora tengo en mi cara

— ¡Solo digo!—Alza las manos como si estuviera siendo apuntada con un arma—.  Eres grandiosa, James, no puedes dejar que unas fotos de algún idiota que no tiene vida propia, arruine los pocos días que te quedan de clases

Ahora mis ojos están llenos de lágrimas, abrazo a mi mejor amiga, a veces me pregunto qué haría sin ella




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