El Diario de Emily Walker

2. Las familias ricas.

Tyler frunció el ceño. No entendía nada y tenía demasiadas preguntas y demasiada curiosidad sobre muchas cosas. Qué clase de dolor sentía, es decir, por qué, qué había pasado, por qué se sentía tan deprimida. Quién era Emily Walker, y una cantidad generosa de páginas. Muchas páginas y en algunas de diferentes años, literalmente. Era increíble.

Quería seguir leyendo pero alguien tocó el timbre, y tuvo que bajar rápidamente. Por instito se arregló un poco. Se sacudió la ropa llena de polvo y miró por la mirilla para ver de quién se trataba. Había una chica del otro lado de la puerta con expresión entusiasmada.

Tyler abrió la puerta con una sonrisa algo confusa.

"Hola."

"Hola." sonrió ella, tenía una bandeja en sus manos, se mostraba muy contenta de verdad. "Creo que sos extranjero." dijo ella. Tyler entendía español porque ha tomado clases, de verdad entendía perfecto pero se ha olvidado... un poco no más. Nunca deja de costar sinceramente. "¿Sabés español, no?"

Ella era argentina. Se notaba de aquí a China. "Sé un poco español. Sí. Me olvidé poco." dijo Tyler.

La chica carcajeó. "No me estoy riendo de vos, es que hace mucho no escuchaba a un extranjero hablar español. O sea, acá está lleno de turistas pero a veces no hablo con nadie." A Tyler le estaba costando un poco entenderla pero sí, entendió. "Te hablaría en inglés pero medio que me caigo a pedazos. Aunque mi novio sabe una banda pero yo soy media tarada, ¿entendés? Uh, ¿no me estás entendiendo nada, no?" dijo ella con expresión preocupada.

"Sí." asintió Tyler. "Te entiendo un poco. Tu acento es muy argentino. Cuesta un poco."

"Sé portugués pero hasta ahí."

"Yo también." Tyler rió. "Yo también sé portugués."

"Ay joya, bueno igual no. Vamos a quedarnos en modo español."

El castaño sonrió. "¿Qué te trae por acá? ¿Acá es, no? ¿Se dice así?"

"Acá o aquí. Yo digo acá porque en mi cabeza es «acá». Como quieras." La chica llevaba el cabello castaño hasta un poco más arriba de la cintura, tenía ojos azules, y era de unos... quizá 25 años. "Te traje esto porque nos informaron, no sé por qué, que a unos metros venía un vecino nuevo. Vecino de algunos metros porque tuve que venir con el auto, literal. Y mi novio cocinó una tarta de acelga. No sé si te gusta la acelga o si la probaste pero es riquísima."

"No, nunca. Es... ¿una fruta?"

"No, me muero." rió. "No, es una verdura verde. Ay, no sé, es rica. A mí me gusta. Tiene queso derretido adentro así que te va a gustar." Le entregó la bandeja con la tarta. "Y te dejé el número de teléfono de nuestra casa por las dudas que te agarre ganas de ir a visitarnos."

"¿Agarre?"

"Que tengas ganas de hablar." dijo.

"Muchas gracias." Tyler sonrió. "Es muy amable de tu parte. Me encanta. Está re bueno."

"El 're' no queda mal, eh. Ya se te está pegando algo." rió. "Che, perdón, ¿cómo te llamás? Re colgué en preguntar."

"Tyler."

"Yo soy Victoria, mi novio se llama Agustín. Así que bue, nos estamos viendo entonces Tyler." bajó las escaleras. "Nos vemos, chau." Saludó con su mano.

"Chau." dijo Tyler, y cerró la puerta. Sonaba algo raro decir 'chau' porque no estaba tan acostumbrado pero bueno. Sabía algo de cómo hablaban en Argentina. Había palabras algo raras para él... pero eran divertidas.

Pasaron entre dos horas, y se bañó, se cambió y se abrigó demasiado porque... en Bariloche nevaba. Así que era cuestión de abrigarse muy bien porque se iba a congelar de verdad. Tomó su auto y se largó hacía el centro cívico de Bariloche, y por favor... era hermoso. Era realmente precioso. Se sentía muy contento aunque algo solo pero siempre ha sido igual. 

Entró a una cafetería. Estaba algo lleno, y recorrió con sus ojos a las demás personas que reían, hablaban, se miraban y tomaban un café. La mayoría. La verdad quién no quisiera café con ese gran clima friolento. 

"Gracias." le dijo Tyler. El mozo asintió con una sonrisa y se marchó. Tyler tomó su teléfono para responder los mensajes que no respondía hacia unas largas horas. Tal vez porque hasta ahora es el único tiempo que tiene con su móvil.

Cuando abrió los mensajes, empezó a contestar uno por uno.

Matt: Hola, amigo. He llamado a tu madre porque no pude comunicarme contigo, ¿estás bien? ¿Cómo te fue el vuelo? Cuando puedas llamarme, hazlo. Te echo de menos.

Tyler: Matt. Amigo, te extrañooooooooooooo mucho. Apenas esté libre me comunicaré contigo y te contaré absolutamente todo. Todo está de maravilla. 

Sarah: Hola, inútil. Te extraño!!!!!!!!! Espero que la estés pasando increíble en tu nuevo mundo. Te deseo lo mejor del mundo en todo lo que hagas. Te mandamos un beso con Josh<3.

Tyler: Pedazo de basura. Te extraño a ti y a Josh. ¿Cómo están los enamorados? Espero que estén genial. Estoy bien y encantando con cada cosa que veo. Gracias por tu mensaje.

Melissa: Me enteré de que te has mudado a otro país. Espero que te vaya bien, Tyler. Ojalá algún día podamos hablar de todo lo que pasó.

Tyler decidió no responder.

Aiden: NO LLORES POR MÍ ARGENTINAAAAAAAAAAAAA! Me alegro tanto que estés allí pero te extraño CADA SEGUNDO. Chaaaaaaaaaau, bobito. (así dicen allí). Te quiero!!!!!!!

Tyler: Te odio tanto, jajaja. Gracias por tu mensaje. Te extraño, mi amigo! Te quiero hermano.

Aiden era la mejor persona que alguna vez había conocido después de su madre. Aiden era simplemente él, y te alegraba el alma. Era un chico tierno, sincero, e inteligente. Una persona maravillosa. Tyler tenía el privilegio de tenerlo en su vida.

Se acordó de que había llevado consigo algo muy interesante.... y era el diario de Emily Walker o quién fuera.

Siguió en otra página dónde todavía estaba el mismo año. 2009.

2. Siento que yo soy el problema. Siento que no puedo estar bien. Siento que no puedo gustarle a nadie. Siento dolor en mis ojos, en mi pecho, en mis manos. Siento dolor en todos lados. 



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En el texto hay: dolor, misterio amor, suspenso amor

Editado: 25.01.2024

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