Tyler corrió hacia Emily casi tropezándose, ella se encontraba llena de sangre en las muñecas. Varias botellas de alcohol a su alrededor y pastillas. Por favor... qué había hecho. Qué se hizo. El castaño comenzó a temblar y lágrimas caían por sus mejillas, rápidamente tomó a Emily entre sus brazos. Y gritó.
"¡Está aquí! ¡Emily está aquí! ¡Ayuda! ¡Llamen a emergencias!" Los chicos llegaron en unos segundos, mientras Sebastián llamaba a emergencias. Victoria estaba con los ojos llorosos y con sus manos sobre su boca muy sorprendida, y Agustín estaba tratando de hacerle RCP a Emily, luego de haberle tomado sus pulsos. Pero nada. No sucedía nada.
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"Le pagué a la tia de Emily los pasajes para venir." le contó a su mamá. "Ella está muy mal. Los médicos dijeron que necesita terapia después de recuperarse."
"Siento mucho que tengas que pasar por esto. Ya no te diré que no es de tu incumbencia. Haz hecho la mejor cosa que alguien podía imaginarse. Lo salvaste."
"Tendrías que haberla visto, mamá. Estaba destrozada. Tenía cortes en la muñeca y en casi todo el cuerpo. No puedo creer que haya sido casualidad que entremos justo en ése momento."
"No fue casualidad, Tyler. Las cosas pasan por algo. Por algo te tocó a ti." Y Tyler quedó pensando. "¿Hace cuánto tiempo estaba insconciente?"
"Treinta o veinte minutos. No lo sé. Los médicos dijeron esa cantidad. Es mucho por todo lo que ha consumido. De verdad."
"¿Estás con alguien?"
"Con unos amigos."
"De acuerdo, ¿estás bien?"
"Sí, mamá. Te llamaré si sé algo."
"Si se despierta, dile que palabras de aliento."
"Lo haré."
Victoria llegó con un café para Louis, acompañada de Agustín Seguían en la ciudad. Eran las tres de la tarde. Habían pasado unas largas horas. Seguían esperando respuestas.
"¿Te comunicaste con algún familiar?"
"Ni siquiera tiene." dijo el castaño. "Hablé con Alberto apenas Emily había entrado a emergencias. Dijo que Emily no tenía otro familiar más que el papá, que se supone que está vivo pero nunca apareció y que ni siquiera aparezca." habló enojado.
Agustín lo miró con atención. "Tyler, ¿te puedo hacer una pregunta?"
"Sí, dime." la miró.
"¿Por qué esto es tan importante para vos? ¿Qué tiene Emily? O sea, yo sé que cualquiera haría algo así pero esto es otra cosa."
Tyler lo pensó demasiado. No sabía muy bien qué responder. Muchos se lo han dicho ya pero no sabía. Realmente no sabía qué responder a eso. "No lo sé." miró a sus manos. "Me importa. No me gusta que nadie pase por algo así. Y por lo que sé, ella no lo merecía. Emily es una buena chica, ¿por qué debería pasar por algo así? Supongo que es algo que me llega demasiado. Más de lo normal. Siento algo raro."
Victoria se acercó más a Tyler para acariciar el hombre. "Tranquilo, estamos acá. Vos podés."
Luego de una hora, el doctor Matías salió. "Ya la trasladamos a una habitación. Esta algo estable. Lo malo ya pasó. ¿Alguno de ustedes es familiar?" Los tres se miraron.
"Hhum... no. Somos amigos o algo así." dijo Tyler. "Somos amigos sí. Sabíamos que Emily estaba pasando por un mal momento. ¿Se despertó?"
"Sí." asintó. "Pero sólo familiariares pueden pasar a visitarlo."
"Mirá," habló Agustín. Era un chico de poca paciencia, literal. "Su familia, ¿viste? Se murió. Toda. La madre falleció de cáncer, su abuelo era un loco asqueroso infeliz y está en la cárcel, y su abuela falleció también, y a su papá no le importa nada. Esto es así. Somos lo más cercano. ¿Puede pasar por lo menos Tyler? Él necesita hablar con Emily."
Matías quedó un poco desconcertado pero accedió. Dejó que Tyler pase. Y el castaño estaba nervioso y mucho. Era la primera vez que iba a ver a Emily tan de cerca y hablar.
Tenía miedo porque él... él no la conocía. Para Emily, Tyler era un completo extraño.
Matías lo llevó hasta la habitación y Tyler pasó, viendo a un cuerpo en la camilla, con muchos cables, con muchas vendas. Vio a una chica muy vulnerable. Completamente rota.
Emily levantó la mirada hacia el castaño. Tenía una mirada penetrante, sus ojos eran de un color miel increíble y hermoso, y estaban llenos de lágrimas. Fue lo más triste verla de esa manera.
"¿Quién eres tú?"
Tyler se quedó en blanco. De verdad. No sabía por dónde empezar. "Soy... soy Tyler. Soy de Inglaterra. Me mudé a Bariloche. A la misma casa que tú, y encontré un diario. Tu diario."
"¿Por qué me salvaste? No me conoces. ¿Sábes cuánto he querido morirme?"
"Lo sé." asintió acercándose poco a poco. "Sé por todo lo que has pasado."
"No, no sáb-"
"Hablé con el papá de Tomás." Eso fue como un shock para ella. Literalmente. "Hablé con tu tía, Miriam, ella es una mujer increíble. Y te visitará porque pagué su viaje. Estaba muy preocupada. Y... entiendo todo lo que has pasado. Yo también perdí a alguien. Te entiendo." dijo Tyler acercándose de a poco. "Había gente preocupada por ti. ¿Por qué tomaste esta decisión? Yo quería decir qu-"
"¿Y por qué no? ¡Me sentía sola!" comenzó a llorar. "¡Sola! ¡Nadie estaba allí!"
"No te alteres." Tyler se acercó tomando su mano. "Te hará mal. Y los médicos me sacarán y tengo muchas cosas para decirte." Emily trató de calmarse. "Sé que es muy difícil. Y siento mucho todo lo que has tenido que pasar. Todas las heridas que no te dejaron en paz, y... pero... ya no estás sola. De verdad. No lo estás. Y no es porque te tenga lástima. No es así." Emily corrió la mirada. "Tienes que vivir y vencer esto."
Las lágrimas de los ojos de ella brotaron como mares, fijó la mirada en él. "Es que no puedo, ¿entiendes? No puedo y no entiendo por qué. ¿Por qué me buscaste? ¿Qué te sucede para buscarme así?"
"Eres una buena chica." respondió. "Y las personas con un buen corazón merecen un final feliz."
Emily lo quedó mirando.
Su mirada llegó hasta lo más profundo del alma de Tyler.