El Diario De Rem

Entrada 17 – "El día que decidí vivir"

Lloraba todas las noches. Silencioso. Ahogado. Hundido.

No sabía qué hacer. Lo único que deseaba era una cosa: "Quisiera regresar el tiempo… quisiera volver a nacer… pero como mujer."

Lo pensaba cada día. Lo susurraba mientras lloraba. Lo gritaba por dentro.

Yo no soy feliz. Tal vez no merezco serlo.

Eso creía. Eso repetía.

Después de aquel día frente al espejo, algo cambió… pero no para mejor. Mi reflejo me perseguía.

Comencé a verme todos los días. Pero no podía soportarlo.

Intentaba levantarme, pero el cuerpo pesaba más que nunca. No por los kilos. Sino por la tristeza. Por el vacío. Por lo que me había convertido.

Los días pasaban. Los demás seguían con su vida.

¿Y yo?

Solo. Invisible. Como si me hubiera desvanecido… y nadie lo notara. O peor… sí lo notaban, pero no les importaba.

Dormía todo el día. Porque en mis sueños sí podía ser feliz. En mis sueños… yo era ella. Libre. Valiente. Hermosa.

En mis sueños… no me quedaba con las ganas. Decía lo que sentía. Vivía sin miedo.

Y entonces… una noche cualquiera, entre comida, tristeza e insomnio, apareció.

Un video. Una canción.

Un grupo coreano. Siete chicos bailando. Felices. Sonriendo. Vivos.

La canción hablaba de la vida. De aprovecharla. De que solo hay una.

Y por un segundo… sentí algo.

Algo se encendió en mí. Una chispa. Pequeña, pero real.

Comencé a ver más videos. A escucharlos cada día. Y entonces sucedió…

Un video diferente. No era un MV. No era un show.

Era un cover de baile. Un grupo de chicas bailando una canción de K-pop.

Y ese fue el verdadero momento. Ese fue el instante en que mi vida cambió.

Cada segundo que pasaba… mi corazón latía más fuerte. Mis ojos brillaban.

¡Ellas estaban vivas! ¡Expresaban todo sin hablar! Sus cuerpos hablaban lo que sus bocas no decían. Su baile gritaba libertad.

Me quedé en silencio… mirando la pantalla. Con los ojos llorosos. Y con el alma temblando.

Hasta que lo dije. En voz baja. Con miedo. Pero con verdad.

"Yo quiero hacer eso."

Lo repetí una y otra vez.

"Yo quiero bailar. Yo quiero expresarme. No solo cantar… No solo escribir… Quiero bailar mi historia. Quiero bailar mis cicatrices. Quiero bailar lo que he callado toda mi vida."

Ese día no fue el final. Pero sí fue el comienzo.

El comienzo de algo nuevo. De algo frágil… pero hermoso.

El comienzo de Rem.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.