Entrada 51 – ¿Y si solo fue una sonrisa?

Desde ese día, no pude dejar de pensar. ¿Qué es esto que siento? ¿Por qué lo siento? ¿Es real… o solo estoy imaginando cosas?

Intenté apartarlo. Me repetí que no era el momento, que no debía distraerme, que debía concentrarme en mi carrera y en mantenerme de pie después de todo lo que pasó. Pero cada vez que bailábamos, cada vez que cantábamos, cada vez que compartíamos un mismo espacio… ahí estaba yo, mirando de reojo, buscando respuestas en su reflejo.

En un ensayo, mientras todos practicaban la coreografía, el sonido de las zapatillas deslizándose por el piso y las voces contando el ritmo llenaban el estudio. Yo me adelanté un poco en la secuencia, tropecé con mi propio pie y me reí nerviosa. sin decir nada, me miró y sonrió. Solo un segundo. Pero ese segundo me golpeó como una ola fría y caliente al mismo tiempo.

Mi corazón se aceleró, tanto que tuve que mirar hacia el suelo para disimular. Y aun así, sentí que esa mirada no se rompió del todo. Como si hubiera algo ahí, esperando.

Durante el descanso, alguien entró con una bandeja de cafés. El aroma se expandió por la sala: dulce, tostado, reconfortante. Tomé el mío y en la tapa había dibujada, con marcador negro, una pequeña carita sonriente. Nadie dijo que era para mí, pero lo supe.

Esa noche, un mensaje:
"Hoy te vi diferente… como si algo hubiera cambiado en ti."

Me quedé mirando la pantalla. Tal vez solo fue una sonrisa… pero si fue así, ¿por qué me está robando tantas horas de sueño?