El Diario De Rem

Entrada 59 – Esta vez no huí

Siempre fui una cobarde. Crecí ocultando lo que sentía, aprendiendo a callar mis emociones antes de siquiera entenderlas. Me enseñaron que abrir el corazón era un riesgo… y yo lo creí. Por eso, en tantas ocasiones, dejé que la oportunidad pasara frente a mí sin mover un solo dedo. Y así, perdí más de lo que me atrevo a admitir.

Pero esta vez… no.

El agarre en mis hombros estaba aflojándose, como si estuviera soltando no solo mi cuerpo, sino también cualquier esperanza. Su respiración temblaba. Sus lágrimas caían, una a una, y en ese momento entendí: si no hacía algo, si me callaba otra vez… lo perdería.

Tomé aire y, con las manos heladas, busqué la suya. La apreté con fuerza, sintiendo cómo un leve temblor recorría ambas manos. Levanté la mirada hasta encontrar esos ojos que tantas veces me robaron el aliento.

—Pensé… que todo era mi imaginación —susurré, sintiendo que la voz se me quebraba—. Que solo era un sueño del que algún día despertaría.

Bajé la mirada un instante, tragando saliva, pero decidí no detenerme.
—Después de escuchar aquella charla en el baño… pensé que jamás sería correspondida. Y me alejé para no romperme más de lo que ya estaba. Pero la verdad es que sí… también me gustas. Desde hace mucho.

Sus ojos se abrieron, sorprendidos, como si mi voz fuera algo que llevaba esperando demasiado tiempo.

—Eres la razón por la que salgo de la cama. Por la que me esfuerzo. Por la que, incluso en mis peores días, encuentro fuerzas para sonreír. No quiero seguir huyendo. No esta vez.

Mi corazón parecía querer escapar de mi pecho. Sin pensarlo más, acorté la distancia, cerré los ojos… y dejé que mis labios encontraran los suyos, temblando, pero cargados con todo lo que nunca dije.




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