8. LA ESTETICA DE LA INCERTIDUMBRE

CALI

-No es una cita, Maya. Es una inspeccion de campo sobre tecnologia de proyeccion laser. Es, esencialmente, una extension de mi tesis- le dije, mientras ella revolvia mi armario con una nergia que me recordaba a un huracan categoria cinco.

Estabamos en mi habitacion del campus. El reloj marcaba las seis de la tarde. En una hora, Oliver estaria en la puerta, y yo todavia estaba en pijama, intentando convencer a mi mejor amiga (y a mi misma) de que mi pulso acelerado era solo un residuo de cafeina.

-Claro, y yo soy la reina de Inglaterra- bufo Maya, sacando una percha con un vestido que no me ponia desde la graduacion del instituto. -"Inspeccion de campo". Cali, por el amor de Newton, Oliver te ha pedido salir. Y por lo que me conto èl, casi te derrites en la cupula ayer. ¡Deja de intentar ponerle etiquetas cientificas a tus hormonas!-
-No son etiquetas, son hechos. La precision terminologica es importante- replique, aunque senti que mi cara empezaba a arder. -Y no me voy a poner un vestido. Es ineficiente para caminar por un jardin botanico. Hay humedad, insectos y...-
-Callate- Maya me lanzo una falda de cuero y un jersey de punto fino color crema que resaltaba el tono de mi piel. -Te vas a poner esto. Es sofisticado, es moderno y, lo mas importante, no parece el uniforme de un mecanico de satelites-.
Me mire el conjunto. Era... diferente. No tenia cremalleras innecesarias ni bolsillos para herramientas. Era suave. Me hacia parecer vulnerable, o al menos, menos protegida por mis capas de tela resistente.
-Maya, esto no soy yo- susurre, mirandome al espejo mientras ella me obligaba a ponermelo. -Me siento... expuesta. Sin mi mono de trabajo, parece que mis barreras son delgadas.
Maya se acerco y me puso las manos sobre los hombros, mirandome a traves del reflejo.
-Ese es el punto, Cali. Quitarse la armadura no te hace debil, te hace real. Oliver no quiere salir con un robot de la NASA, quiere salir con la chica que se quedo embobada mirando las constelaciones cuando creia que nadie la ve-.

Despues de media hora de peleas, Maya logro que me pusiera un poco de mascara de pestañas y que me soltara el pelo. Mi reflejo me resultaba extraño. Ya no veia solo a la ingeniera aeroespacial; veia a una chica de veintiuno que tenia una cita con el chico que le habia roto la ecuacion de su vida.

A las siete en punto, mi movil vibro.

MENSAJE DE OLIVER :)

Estoy abajo. Traigo cafe. Y paciencia por si decides intentar huir por la ventana ;)

-¡Es èl!- chillo Maya, empujandome hacia la puerta. -¡Vete ya! Y ni se te ocurra hablar de la refraccion de los laseres en los primero cinco minutos-.

Baje las escaleras sintiendo que mis piernas eran de gelatina. Cuando cruce la puerta del edificio, lo vi. Estaba apoyado en su coche, con unos vaqueros oscuros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero. En cuanto me vio, se quedo paralizado. Su expresion cambio de la habitual confianza a una de absoluta sorpresa.

Se enderezo lentamente, dejando el cafe sobre el capo del coche.
-Vaya- murmuro cuando llegue a su altura. Sus ojos me recorrieron de arriba a abajo, y esta vez no senti irritacion, sino un escalofrio que me recorrio todo el cuerpo. -Cali... estas..-
-La eleccion del atuendo fue una decision externa impuesta por Maya- interrumpi rapidamente, sintiendo que mis mejillas se calentaban. -Segun sus calculos, este conjunto es el adecuado para un entorno botánico-tecnológico- .
Oliver solto una carcajada suave y se acerco, acortando la distancia que tanto me habia costado mantener. Me tendio el cafe, pero sus dedos rozaron los mios al entregarmelo.
-Maya tiene muy buen gusto- dijo, bajando la voz. -Pero el merito es de la percha. Estas increible, Cali. De verdad-.
-Gracias- respondi en un susurro.
Me abrio la puerta del coche con una caballerosidad que me hizo sentir aun mas desarmada. Mientras nos alejabamos del campus, el silencio en el coche no era tenso como otras veces. Era un silencio comodo. Mire por la ventanilla, viendo pasar las luces de la ciudad, y me di cuenta de que no habia traido mis cascos ni mi libreta de notas.

Por primera vez, no tenia un plan de emergencia. Estaba en un coche con Oliver Vega, vestida con ropa que no me servia como escudo, yendo a un lugar donde los laseres iban a dibujar figuras en el cielo. Y lo mas aterrador de todo no era que el sistema pudiera fallar... lo mas aterrador era que, por fin, me daba igual.

OLIVER
Durante todo el camino en el coche, no pude dejar de mirarla de reojo. Se que ella se sentia expuesta; se acomodaba el jersey cada dos minutos y evitaba mi mirada fijandose en las luces de la calle como si estuviese contando los lumenes de cada farola. Pero para mi, verla sin su "armadura" de trabajo era como ver por fin el nucleo de una estrella despues de retirar todas las capas de gas. Estaba radiante, aunque ella prefiriera creer que solo era una "decision impuesta por Maya".

Llegamos al jardin botanico justo cuando el sol terminaba de hundirse. El lugar era un laberinto de arboles centenarios envueltos en redes de fibra optica y proyecciones que simulaban nebulosas sobre el cesped.

-Es un despliegue de tecnologia de estado solido bastante avanzado- dijo ella en cuanto bajamos, recuperando su tono de manual tecnico. -La coherencia de los haces de luz suguiere que estan usando laseres de helio-neon o quizas diodos de alta potencia para mantener la nitidez a pesar de la humedad ambiental-.
Sonrei para mis adentros. Era tan predecible.
-Cali- dije, agarrandola suavemente del brazo para que se detuviera frente a un tunel de luces azules. -Olvida los diodos por cinco minutos. Solo mira-

Caminamos por el tunel. El reflejo azul bañaba su piel, haciendola parecer parte de la misma proyeccion. Deje que mi mano bajara por su brazo hasta que mis dedos encontraran los suyos. Ella se tenso un segundo, pero luego, contra todo pronostico, entrelazo sus dedos con los mios.
Su mano estaba fria, pero apretaba la mia con una fuerza que decia mas que cualquier ecuacion.