El Ermitaño

Entrenamiento

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  Cuando llegan a la cabaña Roko sale a recibirlos meneando la cola, como siempre Bella se detiene y lo acaricia. Hola precioso. Le habla mientras lo toca. Esa noche no se sienta con Eduardo a ver televisión, se va directo a su alcoba y configura su usuario en la portátil y acto seguido se pone a investigar donde queda en lago Pando.

 

  Ubica el lago en Google Earth y observa una hermosa mansión con un muelle. Esta es mi casa. La mira detenidamente, ve los establos  y recuerda un hermoso caballo blanco. ¿Cómo se llamaba?. Se pregunta a sí misma, pero a pesar del esfuerzo que hace no logra recordar. Agranda la imagen y ve un helipuerto con un helicóptero. Es lo que necesitamos aquí.

 

  Buscando en la internet leyó que tiene propiedades en Francia y una casa de verano entre otras, según un portal es dueña de una colección de valiosas joyas que está protegida en la caja fuerte del banco.  También lee que a pesar de haber perdido a sus padres tiene una abuela que aún vive.

 

  Ella ve las fotos de su abuela, pero no la recuerda. “El gran parecido de Gloria con su abuela es asombroso, tienen los mismos ojos y ambas son rubias.”  Ya muy tarde se queda dormida. Por la madrugada los gritos de Bella despiertan a Eduardo que corre a su alcoba. 

 

  Ella está gritando dormida, él la llama. Despierta, Bella. Ella abre los ojos, está llorando, Eduardo la abraza. Ya, ya, fue una pesadilla. Cuando la siente más calmada le pregunta. ¿Qué soñabas?. Le pregunta. Fue algo horrible, había muchos niños y niñas que yo tenía que salvar, pero yo no llegaba a tiempo y ellos morían, veía sus manos dirigidas hacia mí pidiendo auxilio mientras se hundían en un profundo hoyo, donde quedaban sepultados.

 

  Ella vuelve a llorar. Ya por favor, solo fue un sueño. Él la consuela. Fue todo muy real, siento una impotencia terrible, es un sentimiento que he experimentado antes, lo sé. Vuelve a dormir  mañana tienes que levantarte temprano, vamos a entrenar. El se quiere levantar de la cama, pero ella le dice. Quédate conmigo, por favor.

 

  Ella lo ve dudar y le dice. ¿Te soy tan desagradable?. Noooo, eres hermosa, agradable y perfecta, y tengo miedo de enamorarme como loco de ti y salir herido. Responde él con sinceridad. No tengas miedo, nunca le haría daño a mi héroe. Le dice ella tocando su mejilla. No recuerdas tu pasado, quizá no sepas ni quien soy yo cuando recobres la memoria. 

 

  Nunca voy a olvidarme de ti, ni aunque recobre la memoria,  siempre estaras en mi mente. Ella se hace a un lado dejando un espacio en su cama, Eduardo se acuesta a su lado y Bella lo arropa y se acuesta en su pecho. El aspira el aroma de su cabellera. Se quedan dormidos, al amanecer él se levanta y prepara el desayuno.

 

  ¡Levantate dormilona! Bella abre los ojos y dice. ¿Qué hora es?, voy a preparar el desayuno. Yo lo preparé, levántate se hace tarde. Ella se levanta, se da una ducha tibia y se viste con jeans negros, camiseta del mismo color y zapatos deportivos, se pone un poco de labial y recoge su melena en una cola alta.

 

  Se sienta a la mesa y desayuna huevos revueltos con jamón, tostadas de pan y un humeante café con leche. Eduardo ya ha escogido las armas y la espera en la sala cuando la ve le lanza un fusil automático, ella lo atrapa sin dificultad y se lo pone al hombro, luego le da una cartuchera y dos  armas cortas, un revólver, una pistola y balas de diferentes calibres.

 

  Bella se pone las cartucheras en sus caderas, coloca las armas y  guarda las balas en su lugar, lo hace como toda una profesional, sin darse cuenta aplica sus conocimientos militares y Eduardo piensa. Está recordando o su subconsciente actúa automáticamente. ¡En marcha!

 

  Caminan por la propiedad hasta llegar a un polígono de tiro. Aquí vas a disparar al enemigo, tienes que cuidar de no disparar a los civiles, niños y ancianos, ni a tus aliados, pero primero practica tiro al blanco con esas dianas. Ella ajusta el arma y disparó tres veces. Eduardo, va hasta la diana y observa tres tiros.

 

  Hace la señal de victoria y coloca seis dianas más. Tres son tuyas y tres mías, quiero practicar mi puntería. Practican por un rato y los dos van a ver todas las dianas las de Bella tienen un disparo cada una al igual que las de Eduardo. Empate. Dice ella y chocan las cinco. Eres excelente practicando  tiro al blanco. Dice él y le hace un guiño.

 

 Luego practican con elementos representativos, corriendo entre calles simuladas y disparando con armas cortas, ella cargó sus dos armas y corre entre las calles primero que él disparando, en un momento dado se acaban las balas del revólver y saca su pistola y acaba con el enemigo.

 

  Eduardo observa su agilidad y pericia con las armas, sus ojos brillan de admiración. Al terminar su recorrido le toca a el y por error mata a un policía y ella dice riendo. ¡Perdiste, mataste a un policía!. El con una sonrisa le contesta. Es que ese era un policía corrupto. Jaja, jaja, jaja. Se ríen los dos. Basta por hoy, vamos,  voy a preparar el almuerzo, yo la preparo hoy. Dice el.



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En el texto hay: persecucion, secuestros, atentados

Editado: 04.05.2024

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