El Ermitaño

Nancy

 

 Al siguiente dia se levantan, desayunan y se van todos al salón de fiestas del castillo,  un amplio salón con vitrales de paisajes en ventanales altos que le dan un aire natural y elegante, a la altura de 1 metro hay ventanas panorámicas que estas cubiertas por espesas cortinas, de un lado está la gran pista de baile y al fondo están colocadas mesas con sus sillas, sobre las mesas hay varios paquetes que contienen cortinas, manteles y varias cajas. 

 

En la tarima del sonido una hermosa dama apaga la música y comienza con las instrucciones. Después de saber el lugar de cada uno ensayan con la marcha nupcial, Eduardo y Bella ensayan un baile con pasos complicados y muy pronto lo hacen de maravilla, dos horas pasan ensayando. Tienen cita con el clérigo que los va a casar a las 3:00 pm de hoy. Sería bueno una niña que acompañe a Junior. Es todo por hoy, ¡¡¡Gracias!!!

 

 La chica se retira y cuando se quedan solos Tomás (el conde) propone.  Tengo una sobrina de la edad de Junior, podría ser la damita. Bella le sonríe. Ella es la indicada, gracias. Voy a llamar a mi hermana. Van por el pasillo conversando, cuando llegan al salón de estar,  el mayordomo informa. Llegó este paquete, el almuerzo estará en 10 minutos. Marianne abre el paquete. ¡Son las tarjetas de invitación!.

 

Eduardo y Bella observan las elegantes tarjetas. Están lindas, Marianne, son para tus invitados, encárgate de repartirlas, por fávor. Marianne sonríe. De inmediato, voy a empezar con la de Nancy, mi hijastra, hoy las escribo todas y mañana las envío. Tomás informa. Nancy esta en camino, viene con Ava. El mayordomo anuncia. El almuerzo está servido. 

 

Mientras están sentados a la mesa, llega Nancy con Ava, madre e hija tienen mucho parecido ambas son bellas, cabello rubio oscuro y ojos celestes. Tomás las saluda con besos y las hace sentar en el lugar reservado para ellas. Nancy, te presento a mi hijo Eduardo y a su novia Bella, ella es Violeta, Lourdes, Ranier, Salim, Arbey, Pedro, Luis, Raúl, Marco y este guapo pequeño que se llama Marco como su padre, pero lo llamamos Junior.

 

 Como ves tenemos muchos caballeros, pero faltan las damas, falta poco para la boda y debemos ensayar. Nancy traga el bocado y contesta. Puedo ayudar con mis amigas, si están de acuerdo. Bella le propone. Me gustaría que seas una de mis damas y Ava ya es la damita que va a acompañar a Junior, si estás de acuerdo. Estoy de acuerdo, me encantan las bodas. Marianne intercede. Mañana a las 10 tenemos ensayo aquí en el salón de fiestas. Mañana estaremos puntuales Ava y las que pueda reclutar. Bella le sonríe agradecida. Muchas gracias.

 

En el comedor, Ranier que está al lado de Ava, muy amablemente ayuda a la niña alcanzando todo lo que ella desea, Nancy agradece a Ranier con una sonrisa, ella observa al musculoso hombre actuar con rapidez a la menor petición de Ava, ella que en su corta vida no ha tenido la presencia de un padre, esto la hace sentir feliz. Gracias, amigo. Agradece Ava. Soy Ranier para ti. Es lindo tu nombre.

 

Después del almuerzo pasan el rato en los alrededores de la piscina, Bella, Eduardo, Lourdes y Marianne se retiran a la cita que tienen pendiente en la iglesia, todos los demás se quedan pasando el rato, Ranier sirve dos copas y le lleva una a Nancy. ¿Te molesto si me siento aquí a tu lado?. ¡Claro que no!, gracias por la copa. Cada uno le da un sorbo a su copa y se miran a la cara, él observa los hermosos ojos celestes, los labios que le brindan una sonrisa y le gusta esta bella mujer de la alta sociedad.

 

 Nancy desde el primer momento que vio al alto y musculoso hombre, se pregunta: ¿quién será el amable caballero?, mira los ojos grises, sus labios que corresponden a la sonrisa que ella le brinda, su incipiente barba que le da un aire sexy y varonil, el corte de cabello tipo militar y una mirada limpia y frontal que la hacen sentir segura ante él, están vigilando a los niños chapoteando en la piscina. Tu hija es una niña muy linda, ¿aún estás casada con su padre?. 

 

 Nunca me he casado, soy madre soltera, adopté a Ava en otro país y la traje a vivir conmigo aquí. Ranier la mira con admiración. Eres una caja de bonitas sorpresas. El sirve dos copas más. ¡Quiero brindar por ti, a tu salud!.  Chocan las copas y toman un trago mirándose a los ojos, por un momento los dos sienten un hormigueo en estómago. Eres mágico. Dice ella con voz sensual. Tu eres una princesa mágica. 

 

 Tengo que irme, debo hablar con amigas, hacer llamadas y visitas. Ella llama a Ava. ¡No, mamá, por favor déjame nadar otro rato!. Nancy insiste en que se tienen que ir y Violeta interviene. Si quieres déjala, se está divirtiendo con Junior, yo la cuido, mejor dicho entre todos cuidamos a los pequeños, vienes a buscarla más tarde. Nancy lo piensa por un momento, mientras Ava le ruega. Di que sí, mamá por favor, siii. Está bien, regreso más tarde.

 

Nancy sale al frente del castillo acompañada por Ranier, él  abre la puerta del auto y ella se sienta al volante. Hasta luego, ¿vendrás a cenar con nosotros?. Pregunta él. No me lo perdería por nada del mundo. Dice ella mirándolo a los ojos, luego sale rápidamente en su auto. La tarde está cayendo cuando regresa el grupo que fue a la iglesia, todos se retiran a cambiarse para la cena, Violeta lleva a Ava a su alcoba, espera que la niña se dé una ducha y se ponga su ropa, la peina y le dice. Voy a darme una ducha, espérame para que bajemos juntas, no me tardo. 



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En el texto hay: persecucion, secuestros, atentados

Editado: 03.09.2024

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