En el aeropuerto privado, un grupo se da cita para despedir a sus apreciados amigos. Ranier, Nancy, Ava, Bella y su familia suben a bordo, La abuela le da un abrazo a Violeta. Se feliz, te lo mereces. Violeta le pasa la mano por la mejilla a Lourdes. Gracias abuela. Todos suben y el grupo ve partir el avión hasta que solo es un punto pequeño en el firmamento.
Después de varias horas de vuelo, ya en Suiza el grupo recién llegado aterriza en el aeropuerto del castillo, Marianne y los niños salen a recibirlos. ¡Hola, hijo, te ves muy guapo, ser padre de familia te sienta muy bien!. Ranier intercede bromeando. Tenías que ser su madre. Jaja, jaja, jaja. Todos ríen mientras se abrazan y saludan. Hola, abue. Marianne abraza a Anita. Hola mi linda. Todos los niños se saludan y corren a jugar juntos, mientras los sigue la tutora de Ana que la cuida siempre.
Los adultos van caminando hacia la sala de estar, cuando Bella se pone la mano en la cabeza y se desmaya, Eduardo rápidamente la toma en sus brazos evitando que caiga al piso, camina con ella en sus fuertes brazos y la coloca en el amplio sofá de la sala de estar. Marianne está hablando por teléfono. Ya llame una ambulancia con paramédicos. Eduardo se pone en cuclillas tratando de hacer que vuelva en sí, pero no despierta.
La ambulancia llega, Marianne los conduce hasta la sala, donde se ponen a examinar a Bella. Tenemos que llevarla al hospital, debemos hacerle exámenes para saber que provocó el desmayo. Eduardo asiente con la cabeza, está muy preocupado. Si, vamos. Suben a Bella a una camilla donde se despierta. Mi amor, ¿a donde le llevan?. Eduardo que iba detrás de la camilla le informa. Vamos al hospital, quieren saber el porqué del desmayo.
Eduardo se va con ella en la ambulancia y detrás de ellos vienen en otro auto, Ranier, Nancy, Marianne y Lourdes. Bella es sometida a varios análisis, Eduardo informa de su historial médico, el golpe en la cabeza, la operación, también les dice que volaron por 10 horas, luego de una espera que les pareció muy larga, el doctor a cargo sale a hablar con todos, varios pares de ojos ansiosos y preocupados lo observan.
No se preocupen, ella goza de una excelente salud. Eduardo pregunta. ¿Y por qué se desmayó?. El doctor sonríe y le entrega una hoja de papel con el resultado de un análisis. Ella está embarazada, tiene 5 semanas de gestación. La abuela llora, Marianne se emociona y deja escapar un grito de alegría, Ranier y Nancy saltan muy felices y Eduardo corre a la habitación donde está su esposa, al llegar la abraza y le da besos en toda la cara.
¡Mi amor estamos embarazados!, es la noticia más bonita de mi vida. Ella sonríe mostrando sus hermosos dientes. Me siento muy, muy feliz por esta linda noticia, y ya me siento bien, quiero irme a casa. Ella se sienta en la cama ayudada por su esposo. Espera aquí mi amor, voy a preguntar si ya estás de alta. Eduardo encuentra al doctor escribiendo. Esto es para que se controle el embarazo, le anote varias opciones a donde asistir, y esta es el alta médica, ¡felicitaciones!, señor Santamaría. Eduardo da las gracias y se retira presuroso.
Eduardo sale con su esposa tomada del brazo, el grupo los rodea. ¡Voy a ser bisabuela!. Dice la abuela mientras la abraza. De nuevo vas a ser bisabuela, porque ya tienes a Ana. Marianne con cara de felicidad también abraza a Bella, Ranier y Nancy le hacen bromas. ¡Felicidades!, vamos a ser padres, no crean que nos ganaron, ¡también estamos embarazados!. Todos ríen por las excelentes noticias, mientras salen al frente de la clínica.
Ranier va por el auto y los recoge, cuando llegan al castillo ya ha llegado Tomás, quien los recibe muy contento, Marianne le estuvo informando de todo por teléfono, Eduardo bromea. Hola, Tomás, te cuento que vas a ser abuelo. El hombre sonríe y dice. Gracias a Dios mi familia está creciendo. Nancy intercede. También vas a ser tío, así que crecerá mucho más la familia. Tomás la mira asombrado y pregunta. ¿Estás embarazada?. Nancy sonríe y responde. ¡Claro tontito, estamos embarazados!
Hay que brindar, son noticias muy buenas. Tomás va por una botella de champán y Ranier trae una bandeja con copas, la mucama trae dos copas de jugo de naranja para las futuras madres. Brindemos por mi nieto y mi sobrino, sean niños o niñas que vengan llenos de salud, ¡Salud!. Todos alzan sus copas y brindan. Se quedan a cenar y luego de una larga sobremesa los recién llegados se retiran, Bella, Eduardo, Lourdes y Ana a su villa, y Ranier, Nancy y Ava al apartamento de ella.
Tomás y Marianne se quedan conversando de los acontecimientos del día. Ahora que Nancy va a ser madre le voy a regalar una de las casas que heredé de mi abuela, la difunta reina, Nancy va a necesitar más espacio. Marianne asiente. Si, será un buen regalo, pero déjalo para el día de la boda, allí le darás la sorpresa. Tomás la toma de la mano y la ayuda a levantarse. ¡Muy buena idea!. Ya los niños están en sus habitaciones, van y les dan las buenas noches a cada uno y se retiran a su alcoba.
En la villa, Ana está cantando cuando Bella entra a su alcoba a darle las buenas noches. ¡Qué bonito canta mi hija!. La niña contesta. Es que estoy feliz, voy a ser hermana mayor…antes también fui hermana mayor, pero mi hermanito murió, ahora voy a cuidar mucho a mi nuevo hermanito. A Bella se le hace un nudo en la garganta, la abraza y le dice. Lo cuidaremos entre todos y le daremos mucho amor. Anita mira a su mamá y expresa. Gracias por ser mi mamá.