El Fantasma De Mis Recuerdos

Mis herrores

Me Encontraba a la par de quienes decían ser mis amigos, caminábamos despacio entre la multitud de personas, pero no me sentía parte de ellos, me sentía excluida, y eso es demasiado triste, porque trato de encajar donde claramente no pertenezco.

Muchas veces aparentamos ser alguien distinto y ese es mi caso, mostraba lo que querían ver para estar a su lado mostraba la parte de mí que se asimilaba a lo que ellos eran, estaba dejando de lado quien era yo realmente por tratar de encajar; me estaba lastimando, fingiendo ser esa persona.

Ese fue mi error, pero a fin de cuentas ya no es necesario lamentarse por fallar, ya no hay tiempo de redimirse.

Ya no queda nada por vivir más que los recuerdos en mi memoria…

—¿Qué haces? —dijo Lily a mi lado— ¿Te encuentras bien?

—Sí, solo estaba pensando —me levante del pasto, para poder seguirla.

—Ven, vamos a ir a DILETTO.

—¿otra vez? —dije llegando más a su lado.

—Sí, no quieren Ir a otro lado, les gusta ir a tomar ahí.

Alcohol y más alcohol, esto se repetía con frecuencia, cada fin de semana después de la última clase era lo mismo. pues a fin de cuentas éramos jóvenes y aun no teníamos tantas preocupaciones más que ir día con día a estudiar; el alcohol nos hacía olvidar, aunque en mi caso era recodar todo lo malo que hacía hasta remorderme la conciencia a mas no poder era un martirio, era un castigo, por eso evitaba con todas mis fuerzas volver a no tomar tanto alcohol, aunque me dijeran cualquier cosa evitaba eso. Era lo único que no podía hacer por encajar, estaba fuera de mis limites, porque era más el dolor que me causan las gotas de alcohol que el no encajar con ellos, de manera oportuna, era lo que aceptaban de mí.

Antes de entrar al bar, pudimos ver que varios de nuestros amigos ya estaban ahí, entre el tumulto de gente, la música era fuerte, pero no nos impedía escuchar en medio de una conversación y fue ahí, cuando él llamo mi atención, pude distinguir los ojos de Nathan entre la multitud, a plena tarde, su rostro en complemento no podía pasar desapercibidos, llamaba tanto la atención que era inevitable no darse cuenta de su presencia en un lugar así. Destacaba entre muchos.

Puedo hablar de algo típico, no lo niego; la chica con problemas de autoestima y amor propio se enamora del típico galán con aires de grandeza. Lo que más me molesta es que siempre odie ese tipo de historias y termine enamorándome de quién menos quería. Fue mi culpa caer en la verdad de que el me gustaba cuando estaba a mi lado, no es que se fijara en mí, solo pedía mi ayuda cuando nadie más estaba dispuesta, y ese fue mi error.

El necesitaba algo y ahí estaba yo, no me media en ayudarle, pero cuando yo necesitaba ayuda él nunca estuvo ahí. No podía negarme a su encanto por más que lo quisiera y fue así como fui cayendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.