Estaba con la mirada perdida, igual que muchas veces, estaba sentada al borde de la cama, intentando descifrar tantas cosas que pasaban por mi mente, las peores cosas que te puedes imaginar estando a solas, cuando sufres algo como depresión y ansiedad y escuchas un sinfín de voces rondando por tu cabeza dando los peores consejos.
La puerta se abrió lentamente, ella entro, dejo un par de cosas en el closet para después salir, no sin antes echar un vistazo a toda la habitación, tenía la mirada triste, parecía que estaba en otro mundo. No se percató de mi presencia, no tenía por qué hacerlo.
Mire al espejo que estaba frente a mí, no había nada en ese reflejo, solo una habitación normal.
Pero ya no es normal mi estadía en esa fría habitación, tengo que entender que ya no hay nada que me haga estar aquí, por mi mente pasaron todas esas veces en que estuve frente a ese espejo, todas las veces que intente verme bien y no lo logre, me veía demacrada, me veía fatal, veía la parte mala de mí. Me levanté lentamente y me pare frente a ese espejo otra vez, la diferencia es que ahora no había nada frente a él que me hiciera sentir fatal, ya no era la figura frente al espejo la que me atormentaba, eran esos recuerdos que aun rondan en mi mente.
—¿Por qué no te has ido? —resonaron esas palabras en mi mente. —No hace falta que lo pregunte ¿verdad?
—Tienes razón, no hace falta aclarar lo obvio.
—Deberías dejar ir todo de una vez —dijo su fría voz —ven conmigo, no te queda tanto tiempo como piensas.
—Ya sabes las razones y no quiero repetirlas. —puso su esquelética mano sobre mi hombro —por favor.
—Es fascinante la negación con la que me recibes, no he conocido tantas personas como tú. Aunque te entiendo, si hubieras visto el rumbo de tu destino no lo hubieras cambiado de tal manera. Sabes perfectamente que no hay oscuridad duradera, siempre saldrá el sol después de una oscura noche.
—Es verdad, lo descubrí de la manera triste, por eso me gustaría deshacerme de mis recuerdos, de todo lo vivido, de los momentos felices que aun siguen en mi mente y de todos esos malos recuerdos que me llenan de odio a quien fui en esa vida. bebiendo del olvido y escapar de una vez, dejar estos pensamientos que me atormentan, pero necesito un poco más de tiempo.
—Te escuché muchas veces pidiendo irte de este mundo, tantas veces que perdí la cuenta y ahora que ya has muerto, ¿Por qué quedarte más tiempo? Ya no hay más que hacer, no puedes modificar el curso de la vida y mucho menos puedes recuperar la vida que tu dejaste.
—Así somos de indecisos, un día queremos morir, pero al otro queremos seguir viviendo.
—Has dejado cosas pendientes, pero no puedo otorgarte el tiempo que me pides.
—¿Qué es lo que hace falta para concebir el tiempo?
—Han pasado tantos años y aun así quieres más tiempo…
Tenía razón, había dejado pasar el tiempo y no había logrado resolver nada, solo me encontraba vagando en este plano alterno viendo a las personas seguir el curso de la vida, recordando a manera de castigo las acciones que me llevaron hasta aquí, no me di cuenta de que el curso que llevaba era el indicado, pero decidí ponerle fin por no afrontar cada caída.
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Editado: 22.06.2020