-Oou… ¿Usted ya…?
-Ayer, entre otras cosas me dijo que vivía en la mansión y me puso un cuchillo en el cuello.
-¿Se metió a la cocina?
->=( Endrich…
-Muy bien, le explicare…iba a decírselo pero no hallaba como- el abogado se veía honestamente abochornado, se encogió en su escritorio- hace dos años…
-¡¿Dos años!?
->.< Empecé mal, ¿Puedo empezar de nuevo?
-¬¬ Habla.
-Bien…hace dos años recibí una llamada del pueblo, la policía me hace el favor de patrullar para alejar a los turistas y me dijeron que habían visto luces por la noche dentro de la casa, al principio pensé que era Nao, ese hombre vive allí desde siempre pero nunca ha entrado a la casa, era invierno, hacia frio y obviamente la casa está más guarecida que esa casucha donde vive, asique fui con la intención de darle un regaño y ya pero entonces…
Flashback
Cuando Endrich subió la colina encontró a Nao comiendo pastel en un plato que claramente era parte de la vajilla antigua de la casa, aquello ya era demasiado, con pocas y medidas palabras le expreso su indignación al jardinero, este solo bajo la cabeza y acepto las acusaciones con calma, su único miedo parecía ser que trataran de despedirlo pero Endrich no haría eso, Nao solo era un anciano, no conocía nada aparte del jardín que había cuidado toda su vida, se había dejado llevar por una tentación y tampoco podía ser tan malo por ello.
-Que te sirva de lección, la verdad me asombra que no trataras de hacerlo antes, ya te he dicho muchas veces que si necesitas algo, un aumento en el suelto, una calefacción, lo que sea, solo pídelo, con el tiempo que has dedicado a este lugar es lo menos que mereces.
-Estoy bien, señor Endrich, no necesito más que lo que ya tengo, prometo ser bueno.
-Lo sé… ¿limpiaste las ventanas?- estaba viendo el piso superior y justo entonces diviso a alguien desapareciendo tras una cortina- ¡Hey!, ¿Quién es ese?
-¿Quién?...yo no he visto a nadie, señor.
-Acabo de ver a alguien en el segundo piso, ¿invitaste a un amigo?, sabes que los turistas están prohibidos- se dirigió a la casa.
-¡Señor, espere!
-Reglas, Nao, reglas, me pagan para cuidar este lugar de los intrusos.
Entro a la casa y antes de hallar la escalera al segundo piso vio al chico, lo vio exactamente igual a como lo vio Dal, quizás incluso más amenazador y oscuro, Endrich no había esperado encontrar a un chico.
-Fuera de mi casa- dijo Laiyon con un susurro intimidante.
-Jovencito, estas confundido y extraviado, esta casa le pertenece a la familia para la que trabajo, yo soy…
-Marshall Endrich, abogado de la familia Luxember, lo sé, lo he visto merodeando y le informo que también soy un Luxember, si necesita credenciales háblele a mi abogado.
Fin de Flashback
-Wow, alto, ¿tiene abogado?
-Oh si, Gorman, el hombre es un genio en lo que hace, si pudiera elegir un mentor seria…
-Endrich.
-Lo siento, me desvié del tema…yo intente razonar con él y cuando no me hizo caso quise sacarlo a la fuerza…en resumen me hizo una llave y me hecho de la casa T_T
-Si vieras que no me extraña…
-Luego las cosas solo se pusieron más extrañas, Gorman vino a verme al día siguiente con todo el papeleo en orden y un legajo de pruebas capaz de doblegar al juez más corrupto, me puso contra la pared.
-A ver, ¿entonces si es un Luxember?
-Eso parece, incluso le hicimos pruebas de ADN y parece más legítimo que ustedes, no puedo explicármelo, aparentemente es parte de una rama que se dividió de la familia hace siglos.
-Bueno, bueno, si somos parientes, pero sigue siendo un menor, ¿Qué tiene, doce?, ¿Por qué servicios infantiles no lo saca de allí?
-La cosa es…que no pueden hacerlo…- busco en sus papeles- según el testamento oficial de la familia Luxember que ha pasado intacto por varias generaciones la fortuna familiar es para el primogénito o hijo mayor de la familia mientras que la propiedad y la mansión quedan para el menor, si nos apegamos a ello la casa realmente le pertenece a Laiyon.