Como todo dueño de un gato sabe, nadie es dueño de un gato. (Ellen Perry Berkeley)
Brian se mira ante el espejo, no le gustaba lo que pensaba hace, pero si quería saber algo de su gato se tenía que entrar en el terreno salvaje de la fashion, mundo en donde personas como Kelly Roberts y hasta hace poco tiempo él.
No podía creer que de un CEO ganador haya pasado a un CEO sin trabajo, sin corona y éxito y todo por culpa de… Kelly Roberts, sí, para sorpresa de todos, Brian se había dado cuenta de que la verdadera causante de sus males era esa bruja de pechos grandes y cuerpo perfecto, que lucía espectacular en ropa interior… Con una sonrisa perfecta, demasiado, ahora se daba cuenta de eso y que solo le salían lágrimas cuando no le salía el contrato de algún desfile.
Ella que lo hechizo, porque esas mujeres hechizaban, no enamoraban, era la que un día quiso llevar al altar y darle la boda de los sueños en New York, para plantarlo en pleno altar e irse con su amigo, esa tipa se la debía y le iba a cobrar bien caro.
Cuando salió Abigail lo vio bastante guapo, demasiado atractivo para su gusto y entonces le dijo:
—¿A dónde vas?
—A un bar…
—¿A un bar?—frunció el ceño.
—Sí, necesito tomar algo y ver a unas personas, recuerda, estoy sin trabajo y no tengo a mi gato.
Entonces ella le dijo tímidamente:
—Me tienes a mí.
—Linda… Debo de hacer algo por encontrar a Fritz.
Ella le preguntó:
—¿En un bar?
—A donde voy hay personas que pueden darme información sobre lo que deseo saber.
Entonces ella le preguntó:
—¿Puedo ir contigo?
—No, no puedes, ese ambiente es cruel y déspota…
—¿Me mantendrás informada?
—Siempre.
Lo vio salir y Ash la miró como diciéndole:
“Ese men está volado, mena”
—Espero que todo salga bien.
Brian manejó a la zona más exclusiva de Manhattan y vio una serie de sitios elegantes, el sitio preferido de Kelly era el Strand Rooftop Bar, un sitio en las alturas muy elegante.
Cuando algunos lo vieron se sorprendieron, pues lo creían derrotado, saludó aquí y allá, entonces uno de los CEOS se le acercó con una copa.
—Brian Rosenberg, tendencia en los medios actuales.
—Hola, Patrick, sí, he tenido una vida muy agitada últimamente.
—Perdiste el contrato más exclusivo del año… ¿Qué siente?
—Se siente bien…
—Tu carrera se acabó, amigo…—se reía.
—Así parece… ¿Has visto a Kelly?
Esa era una pregunta rara para él, entonces le respondió:
—Hoy no vino, ¿qué quieres con ella?
—Tengo que hablar con ella, es sobre los obsequios que nos llegaron en mi fallida boda, hay personas que dicen que se han enviado por equivocación…
—Entiendo… Crudo, todo eso está crudo—palmeó su espalda—hoy no vino, pero te invito a una copa.
—Relájate, puedo pagarme mis propios tragos.
—Esa es la actitud CEO.
Claro la maldita actitud CEO: luce como un ganador siempre: se sentó en la barra y pidió un trago y el bar tender le dijo:
—Hace tiempo que no te veía por aquí.
—Me perdí…
—Pero te veo en las redes últimamente, eres tendencia con eso del gato… ¿Se sabe algo?
—No… Nada.
Entonces sacó su móvil y le mostró:
—Son Spot y Arena, mis preciosos bebes, valen oro para mí.
Él sonrió, al ver la foto, la verdad la gente ahora andaba muy cariñosa con las mascotas. Necesita encontrar a la perra de Kelly, entonces vio a la mejor amiga de la misma: Gema.
—¡Gema!
—¡Brian! Estás aquí…
—Sí, la noche es joven, ¿qué haces Gema?
—Bueno… Yo me… ¿Y tú qué haces?
—Siempre la misma Gema, enredada…—sonrió—¿Qué es de tu amiga Kelly?
Entonces ella le respondió:
—Hace tiempo que no sé de ella, desde que… pasó eso, por cierto nunca estuve de acuerdo con lo que te hizo, para mí tú eras el hombre.
Él asintió y ella le dijo nerviosa:
—Ahora asisto a los lugares en donde ella no va…
—Ah caramba, tronaron.
Actitud CEO 2: Siempre mantén una sonrisa en tu rostro, todos te creerán invencible.
—Pero tú te ves entero, no pudo contigo esa perra.