Cap. 20 ¿Quién pagó la fianza del CEO?

He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior. (Hippolyte Taine)

La fianza era bastante alta y los cargos fuertes: alteración del orden público, además de subir videos fuera de tono y agresión física… Pero lo valía, al menos tenía algo de Míster Fritz, sabía lo que le había pasado… Era triste lo que ese par de arpías le habían hecho y ahora no había nada más qué hacer… Míster Fritz estaba muerto.

Roger llegó en esos momentos a la jefatura en donde había reunido un montón de gente con carteles que decían: “LIBEREN AL CEO”, imágenes de Fritz y de “DESCANSA EN PAZ ANGELITO”, “CONDENEN A KELLY ROBERTS”, entonces pidió hablar con Brian y cuando lo tuvo en frente:

—¿Qué pasa allá afuera?

—Hay un montón de locos que te apoyan y que quieren golpear a Kelly.

No se arrepentía, su gato lo valía.

—Tu madre viene en camino… Está furiosa, la fianza es bastante alta.

—¿Todos lo vieron?

—Todos, creo que Abigail lo vio y no contesta el móvil…

—Kelly se robó a mi gato y lo mató…

—Lo sé, lo sé…

—La quiero ver pagar por todo.

—Con lo que le hiciste pagó todo con creces, esa mujer es bruta…

Cuando su madre llegó y pidió verlo le dio una bofetada:

—No te eduqué para que estés solo preso en las cárceles por alteración pública.

—Madre…

—Escucha Brian, hablé con tu padre…—vio su sorpresa—él puede estar de acuerdo con tus locuras; sin embargo, llegamos a un acuerdo.

Esperó la resolución:

—No vamos a pagar tu fianza.

¡Qué!

—Madre, no puedo quedarme en la cárcel tanto tiempo.

—Lo hubieras pensado antes de hacerte el mediático.

En ese momento se escucharon unos pasos y llegó un policía en compañía de un sujeto… El abogado de Cats y Dogs.

—Señor Rosenberg, pagaron su fianza, está libre.

Él miró al abogado y su madre boca abierta lo vio salir de la cárcel y el abogado le dijo:

—El señor Cats y Dogs desea verlo.

Él asintió y salió en medio de aplausos y de vivas, la gente estaba con él, defendiendo la causa del gato. Entraron a la limusina que había enviado el millonario y fueron hasta sus dominios en una zona exclusiva de New York:

—Hizo historia con ese video, fue muy compartido…—miraba su costoso móvil de última tecnología—es mediático.

—Yo… No lo esperé…

—Sin duda la rubia aprendió su lección, antes las lecciones no se daban de esa forma…

—Estaba molesto, ella mató a mi gato.

—Podría demandarla por ese hecho.

—¿Por qué el señor Cats y Dogs pagó mi fianza?

Él se encogió de hombros y le comentó:

—Es un Excent, nadie sabe que los motiva, a veces lo hace la causa más banal del mundo o la más importante.

—¿Eso de Excent, existe?

—Te sorprenderías…

Cuando llegaron ya cabeceaba de sueño y Country le dijo:

—Llegamos.

Entraban a un predio con un jardín con estatuas de gatos y perros en forma heroica y el abogado exclamó:

—Cumplí, el resto es suyo.

Bajó del auto sin saber lo que le esperaba y un mayordomo le abrió la puerta y lo condujo hasta una estancia muy singular en donde hermosos gatos de todos los colores estaban en pedestales y fijaron su mirada en él que se sorprendió de verlos.

Había una chimenea, un perro estaba calentándose en ella, independiente de lo que imaginó de Cats y Dogs, su casa no olía a perros. Entonces apareció y todos alzaron la mirada como reconociendo ahí viene nuestro amo. Cuando Puchi lo vio lo saludó:

—CEO Rosenberg, es bueno verlo de nuevo, lo felicito por su video es viral.

—Sobre eso… Es que yo…

—Interesante bailecito, ¿cómo era?—intentaba imitarlo—interesante, lo aplicaré con las chicas.

Ok, eso se estaba volviendo raro…

—Señor Cats y Dogs, yo puedo explicarle—sacó de su bolsillo el collar de Míster Fritz—es lo que me dejaron.

El anciano vio el collar del gatito y sintió un tremendo pesar por su destino:

—Es una lástima que la maldad del hombre cobre la vida de los inocentes.

—Solo quería saber y venganza al mismo tiempo…

—¿La obtuvo?

Meneó la cabeza y le respondió: