El Guardián de la Noche: Protector © [libro #2]

Capítuilo 6: Princesa

La primera oportunidad que tenía para informar y la conexión había sido cortada, estaba desesperada por no decirles a los demás lo que estaba pasando. Tenía que decirles... Tenía que salir de ahí, con o sin Leo.

Tomé la carpeta y me escabullí del cuarto localizando con la mirada algún sitio libre de guardias, aquel pasillo tenía unas escaleras que llevaban a la parte más alta del castillo, así que subí silenciosamente para no captar la atención; al llegar me percaté que la luna era de un color inusual para aquellas fechas...

¿Qué día era? Había olvidado la cuenta de los días que habíamos pasado en carretera, ¿Qué habían dicho el Señor Linares y la Doctora García? Teníamos que detener a Lorenzetti antes de la última luna del mes sí no, nadie lo podría hacer, miré la ciudad y unas cuantas luces que alumbraban; cerré los ojos por un momento para echar un vistazo al Instituto en donde todos dormían pero de un momento a otro imágenes llegaron a mi cabeza sobre un ataque en el campus, mientras los guardianes combatían a un ejército de vampiros, aquello era un campo de batalla con varia sangre y los gritos de varios alumnos. En menos de cinco minutos cada guardián estaba muerto mientras entre los cuerpos caminaban Giancarlo e Ian hasta el edificio principal en donde mis amigos se encontraban, una vez que ingresaron miraron con burla a cada uno de ellos.

- ''Ustedes están perdidos sí en verdad creyeron que aquellos dos los iban a salvar'' -era la voz de Ian con aquellos ojos rojos. Giancarlo hizo un movimiento tan rápido que mandó a volar a todos hacia las paredes, excepto a uno- ''Todos son ingenuos''.

- ''¡Por qué no nos dejan en paz! Yo sé que Ella y Leo los detendrán''.

 - ''¿Te refieres a estos?'' -Giancarlo arrojó un cuerpo completamente golpeado, era Leo gravemente lastimado. Inconsciente- ''Este pobre perro no pudo con mi fuerza, y la chica... Me dio demasiada lata''.

Tiró el cuerpo que parecía ser el mío sin ningún signo de vida y con varias marcas, las cuales eran mordidas en la piel.

- ''¡No!" -gritó Danielle incrédula por la escena que veía- ''¡Ella!''

Danielle se acercaba a mi cuerpo mientras intentaba hacerme reaccionar sin éxito alguno, lloraba por verme muerta y se abalanzó contra Ian golpeando su pecho con enojo.

- ''¡Maldito asesino! ¡Cómo se atrevieron!''

- ''Aquellos ya no volverán a ser una molestia, estás sola''.

- ''No es verdad, los chicos...'' -al voltear se percató de que en realidad estaba sola en aquel edificio con aquellos dos monstruos y nuestro cuerpos.

- ''Eres tan ingenua, hermana'' -la golpeó, mandándola al suelo mientras se acercaban- ''Ahora nosotros somos tu única familia''.

- ''Aléjense'' -dijo aterrada intentando retroceder- ''¡Auxilio!''

¡¡Ella!!

Despertó de aquella pesadilla con lágrimas en sus ojos verde jaspe mientras Denisse se acercó a su cama, los chicos se habían despertado con su grito.

- ''Tranquila Dani'' -la abrazó mientras continuaba sollozando.

- ''Fue tan horrible Denisse, qué pesadilla tan más horrible he tenido''.

- ''Calma, ha sido un mal sueño'' -los chicos la miraban preocupados mientras Denisse les aseguraba que estaría bien, minutos después de que volvieron a dormir. Denisse miró a Dani- ''Ven, vayamos a la enfermería''.

La ayudó a levantarse de su cama y caminaron en silencio hacia la puerta, salieron al pasillo en donde se encontraban los guardianes vigilando.

- ''Princesa, ¿A dónde se dirige? Es pasada la medianoche y usted sabe que es peligroso salir''.

- ''Debe ir con la Doctora García, no se siente bien'' - dijo Denisse.

- ''De ser así, permita que dos escoltas las acompañen''.

- ''Por supuesto''.

Esperaron algunos momentos antes de que aparecieran dos escoltas de la guardia Real, luego del ataque la casa española decidió doblar la escolta de protección dentro y fuera del Instituto para la seguridad de Danielle; la chica los saludó con los nombres de Joaquín y Mark mientras las escoltaban hacia la oficina de la doctora. Denisse colocó un brazo para sostener a Dani quien no paraba de temblar tanto por la pesadilla que por el frío que predominaba en Málaga en esos días, alcanzaron la puerta y Denisse se dispuso a tocar aguardando respuesta hasta que observó una pequeña luz tenue y la doctora salió.

- ''Señoritas, ¿Qué sucede?" -cuestionó a ambas y dirigió sus ojos a Danielle- "¿Se encuentra bien, princesa?"

- ''Tal parece que tuvo un mal sueño'' -habló Denisse- ''La traje para que pudiese decir lo que causó aquello''.




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