El Guardián de la Noche: Protector © [libro #2]

Capítulo 8: Campo de Protección

Leo me dirigía una mirada de desconcierto al escucharme decir aquello, ese no era el mismo muchacho quien me había confesado su vida ni su pasado: es un seguidor obligado, sí no era capaz de hacerlo despertar, sacrificarme era la forma en la que salvaría a Isabelle.

Y entonces ocurrió.

Me vi envuelta de nuevo en aquellas imágenes, de nuevo en el Instituto; mis amigos se encontraban en el comedor con una pequeña computadora portátil, al parecer buscando alguna información.

- ''¿Estás segura de lo que has dicho?'' -era la voz de Nati, Fabián estaba a un lado de ella tomando su mano.

- ''Completamente'' -era Claudia- ''Aquí viene la información que tanto necesitamos saber''.

- ''Espero que tengas razón, Claudia'' -decía Danielle, al parecer la doctora la había dejado salir aquella mañana- ''Es algo serio lo que estamos haciendo''.

- ''No te preocupes, sé perfectamente lo que hago y necesito del apoyo de todos ustedes''.

- ''No por nada es descendiente de una familia de hechiceros'' -habló Denisse, abrazaba ligeramente a Dani quien aún se encontraba delicada por aquel sueño que tuvo- ''Es necesario cada detalle que encontremos''.

- ''Aquí está''.

Se detuvieron en una página de búsqueda en donde venía el título de dicha página web, ''La vida Eterna''; y en un lado de aquel nombre se encontraba otro título ''Alma Gemela'' a la cual entraron y se apareció una lista grande con varios nombres, no entendía nada en aquel momento hasta que Ivanna habló.

- ''Ahí es, Ella Álvarez Biografía''.

Claudia dio un clic en donde se presentó la información de la chica, ¿Para qué habrían buscado mi vida pasada? No podía quedarme a pensar sobre aquello, no cuando tenía mi propio asunto del cual ocuparme.

 

- Es más sencillo atacar en aquellas veces que te metes en tus pensamientos -habló Leo- Estás sola en esto, Ella.

- Sola, con o sin ti, saldré de esto; antes muerta que pasar mi vida a lado de un asesino.

Se acercó a mi de nuevo sujetándome por los brazos, en aquel momento recordé mi entrenamiento en las prácticas dando un puñetazo en su rostro el cual de seguro debió afectarle; aquella era la primera vez que lo golpeaba de esa manera lo cual me dolió pero era necesario, Leo tocó su rostro y me fulminó con la mirada y se acercó rápidamente hacia mi sabía que era uno de los vampiros más rápidos que había conocido. Me concentré en mí misma, comencé a sentir como mi fuerza se hacía mayor en el lugar donde me encontraba, Leo estaba centímetros de mi y...

Se detuvo.

Intentaba hacerse camino hacia donde me encontraba sin éxito, me percaté que había creado un campo de fuerza: un campo de protección invisible, eso le impedía el paso. Mi nueva habilidad.

- ¿Qué es esto? -no entendía lo que pasaba.

- Hasta luego, Leo... -dejé caer el campo y le propiné una patada y escapé de aquella habitación rápidamente, estaba más que decidida en sacar a mi amiga de la oficina de aquel desgraciado.

Aquel sitio había despertado cada emoción que oculté hasta ese momento, una visión fugaz se presentó de nuevo:
Se trataba nuevamente en la habitación en donde me había atrapado Ian, aquella escena que miré me dio asco pues se trataba de Aleyda acompañada de uno de los hombres de Ian... No la pude salvar, mentalmente me daba bofetadas y rechacé aquella visión.

- ''¿Dónde esta mi hermana?'' -era la voz de Gabriel, al parecer hablaba con alguien.

- ''En la casa de seguridad, Nápoles. La península'' -aquella voz me resultaba conocida, por supuesto. Era Jack- ''Algo está sucediendo a juzgar por el clima''.

Estaban en Parma, habían llegado demasiado rápido a Italia en cuestión de horas; Gabriel sabía percibir a vampiros de cualquier parte del continente, y el Señor Linares había mencionado una vez que podía leer las intenciones de humanos y vampiros. Jack se encontraba rodeado con dos de los vampiros experimentados de España.

- ''Aún tenemos tiempo'' -dijo Linares- ''La última luna es la próxima noche. No hay tiempo que perder''.

Cada vez se encontraban más cerca de esta prisión, sabía que no sería un viaje fácil... Lo supe desde el primer momento que subimos al autobús que nos llevaría a Milán; volví a echar un vistazo a mis amigos quienes habían ido hacia la oficina de la Doctora García mostrándole algo en aquella computadora, ella estaba examinando aquello cuando habló.

- ''Aquello que están viendo es la realidad. Los ataques habían sido una amenaza de esta institución desde que la familia real fue asesinada por un vampiro, sólo la princesa García se enfrentó a los culpables de dicho acontecimiento''.




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