Varias imágenes vinieron a mi mente...
La oficina del Señor Del Valle se apareció, y ahí estaba Danielle hablando con él.
- ''No puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que mi hija está en manos de unos asesinos'' -le decía a la chica Dinali.
- ''Nosotros no podemos hacer nada, Señor Camilo, no podemos medirnos con ellos... Nos matarían al instante''.
- ''Señorita Dinali, sabe que le tengo afecto a usted y a su familia, pero el señor Dinali ha rebasado cualquier castigo que se da en esta institución''.
- ''Acaso... ¿Nos va a expulsar de aquí?''
- ''No. Usted seguirá permaneciendo en esta prestigiada escuela. Su hermano, a partir del momento que la secuestró, fue expulsado del Instituto Andrea García II''.
- ''Mi hermano ha ingresado dos veces a este lugar'' -le decía al momento de mirar al director- ''Todos ignoramos que algo estuviera sucediendo cuando intentó matar a Denisse''.
- ''No había ninguna información sobre él al meter sus papeles. Cada seis meses son revisados los expedientes en la biblioteca y en el aula de computación; la computadora tiene cada registro de los ingresados, egresados y reingresados a este lugar''.
- ''Eso es porque hackean la seguridad de los registros, y lograron eliminar cualquier registro que los dejara al descubierto'' -dijo una voz, era la Doctora García quien entraba a la oficina. El señor Camilo se puso de pie.
- ''¿Qué dice, María José? Eso es imposible, la red d la escuela puede identificar a los hackers al instante''.
- ''A los hackers ha dicho, pero no a los alumnos; así fue como Ian lo hizo, ingresó sus datos que le permitieron ingresar a los archivos más ocultos del Instituto sin que nadie se diera cuenta''.
- ''Eso es inaceptable, y una violación a la privacidad de los alumnos'' -dijo serio el señor Camilo, Danielle sólo veía al hombre.
- ''Hizo algunas maniobras para conseguir dicho expediente, y me apeno profundamente de esto, señor''.
El director se levantó de su silla y se colocó frente a Dani, ella parecía avergonzada por aquello que Ian había provocado y que haya caído tan bajo.
- ''No es su culpa, señorita Dinali, nadie sabía de esto'' -miró a la Doctora García- ''Y ahora entiendo del todo cada historia, del peligro que nos habían protegido... Y a todos los de las generaciones pasadas''.
- ''Gabriel Álvarez y Carlos han tomado camino hacia Nápoles'' -habló ella- ''Ellos son los de más experiencia en este mundo'.
- ''Llamen a la guardiana Álvarez, dígale que necesito hablar con ella. También al guardián Rinaldi''.
- ''Como ordene, Camilo''.
La doctora salió de la oficina y Danielle quedó frente al director, la miraba serio.
- ''Usted sabe que no me queda más remedio que expulsarlo''.
- ''Lo se, director Del Valle, haga lo que usted piense correcto''.
- ''Sus padres eran unos seres humanos extraordinarios, los conocí personalmente...'' -le comenzó a relatar- ''Cuando llegaron a este Instituto, les prometí que los atendería con las necesidades adecuadas. A usted la considero como una hija más''.
- ''Me honra que me considere así'' -dijo ella- ''Le agradezco de corazón... Pero en este momento, una nación está en peligro por la culpa de mi hermano. Él no puede llegar al trono''.
Las imágenes volvieron a cambiar, se trataba de una de las áreas de descanso y observé a Claudia practicando algo de su magia; estaba en uno de esos momentos de concentración profundos, sin entender lo que trataba de hacer... De nuevo cambié de escenario, se trataba de aquel lugar donde me encontraba:
Huía al parecer de varios que querían capturarme. Tenía puesto un largo vestido medieval reconocí al instante, todo era oscuro, ni una sola salida y antorchas eran las que alumbraban aquel lugar. Sentí como mis captores me alcanzaban y me esposaban de manos y pies regresando por el camino del que había pasado hasta llegar frente a un hombre con traje similar al que había visto hace tiempo...
''Al fin has llegado'' -dijo una voz...
Comencé a abrir los ojos lentamente mirando el tapiz del piso y algunos muebles alrededor, alcé la vista aún borrosa y miré una silueta que estaba esperando al parecer que despertara; la parte de atrás de mi cabeza dolía una barbaridad que me quejé al levantarla, de pronto todo se iniciaba a hacer claro: vestimenta negra, altura reconocible y aquellos ojos... Mirándome al recuperar la consciencia.
- Al fin despiertas, pequeña -dijo Giancarlo- Tomaste una buena siesta.
No podía moverme, eché un vistazo y me percaté que estaba en una silla atada detrás de mi espalda en la habitación en donde habíamos encontrado a Isa; el hombre sólo me miraba burlón.
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vidas pasadas, vampiros y magia, novela juvenil con un poco de accion
Editado: 30.07.2018