El heredero del pecado. [6 De La Saga Heredero]

Capítulo 13: Apertura de los juegos de tención.

Aurora.

«—Puede que sí, pero tú perderás algo más grande.»

Traer a recuerdo esas palabras causan un sin número de alteraciones en mí.

—Por nada del mundo me quedaré en esta casa a esperar que ese demente haga de un trapo viejo. -dije. —Nieves te prometí que nos marcharíamos y así lo haré.

Mi fiel amiga emitió un pequeño maullido, para después acurrucarse entre mis brazos.

Antes de salir de la habitación miré a en ambas direcciones del pasillo y al ver que no había ninguna alma vagando por allí decidí salir de la habitación.

Caminé a toda prisa por el lugar y justo en el momento en que iba a bajar las escaleras, escuche la molestosa voz del señor tentación.

—No que jugaríamos al gato y el ratón, novicia.

Oh, nos cayó el chanfle.

Nos agarraron con las manos en el asado.

—Cada día me sorprendes más novicia. Porque no solo has dicho mentiras, sino que también te encargas de robarte a Nieves.

La gata abrió sus ojos y se removió entre mis brazos al ver al endemoniado hombre.

—Ven querida, ven como tu papi.

Él se acercó a mí y no dudo en arrancarme de los brazos a Nieves.

—¿Por qué…?

—Nieves fue el chivo expiatorio que envíe como regalo al convento, novicia. Y déjame decirte que las vistas que me ha brindado la cámara que ella tiene incrustada en su collar, son hermosas.

El señor Mal merece ser llamado lucifer porque en él habita todo lo malo.

—Yo me largo… -inquirí, para después empezar a bajar las escaleras. Al final de estas dos hombres corpulentos me bloquearon el paso.

—Bonnie, Clark. Ella es la mujer a la que deben impedirle que salga de casa.

—¡No puedes tratarme como tu maldita prisionera…!

—Quiero, y puedo novicia. Aunque todo esto depende de ti.

Forme mis manos puños, y tras darle una mala mirada a los hombres gire sobre mis pies y volví a subir las escaleras, cuando me encontré al frente del pecador no dude en alzar una de mis manos contra su mejilla. Golpeé con fuerza el rostro del endemoniado hombre y él no hizo nada para detenerme.

—Ese golpe traerá un castigo, del cual yo seré el único que se divierta mucho.

—¿Por qué no me dejas en paz?

—Por qué tienes que darme tu cuerpo. Dame tu cuerpo y te doy la libertad que tanto ansias.

—Me quieres dejar sin nada, no te bastó con quitarme a Nieves y ahora también quieres mi cuerpo.

—Nieves es un caso aparte porque todavía te la puedes quedar, pero tu cuerpo… eso es algo de lo que no puedo negociar.

Sentí como la fuerza que me quedaba se desvaneció luego de escuchar esas palabras.

No quiero ceder, pero tampoco quiero quedarme aquí, siendo la presa del depredador. Pero para lograr irme tengo que entregarle mi bien más preciado porque a este demente se le metió en la cabeza que quiere meterse entre mis piernas.

Un demente demoníaco con aires de puto, tenía que ser.

Mi plan de largarme de una vez por todas de este lugar falló, pero he puesto en marcha mi otro plan.

Volveré loco a Mail Salvatierra, y cuando lo tenga en la palma de mis manos me largaré de su lado sin dejar ningún tipo de rastro.

Puede ser que él se robe mi virginidad, pero yo también le robaré algo y es el corazón.

Que Dios me perdone, pero tengo que hacerlo, tengo que hacerlo por mí y para que a él le quede de lección que no debe imponer y encapricharse con lo que no puede tener.

Hoy nace una nueva Aurora una que hará la imposible por darle una lección al señor tentación.

—Acepto el reto, Mal Salvatierra. En un mes veremos quién gana la contienda.

—No podrás meterte en mi corazón, para romperlo porque está hecho añicos.

—Todavía puedo convertirlo en pequeñas fibras.

—Yo terminaré ganando.

—Suerte, mucha suerte. -verbalicé esas palabras para luego empezar a caminar hacia la habitación de Malena.

Al llegar toques la puerta, y al tercer toque la muchacha abrió.

—Aurora.

—Necesito clases de seducción.

Malena abrió sus ojos como platos para después sonreír.

—Vienes con la indicada, Aurora.

La hermana del pecador me dejo pasar a la habitación.

—Estas de suerte, porque está noche Mail invito a unos de sus amigos a cenar así que podremos empezar a practicar la seducción con el amigo de mi hermano. Estoy segura de que Mail morirá de celos al ver la nueva Aurora.

—Nunca en mi vida me pasó por la cabeza, hacer esto, pero tu hermano no ha dejado otra alternativa. -observe a Malena hacer una pequeña mueca mientras buscaba algo en su clóset.

—Dejaré atrás todo lo que me enseñaron en el convento por este mes, y me convertiré en una seductora nata para darle un poco de su propia medicina al príncipe de las tinieblas.




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