El heredero del pecado. [6 De La Saga Heredero]

Capítulo 19: Locura.

Aurora.

Abrí mis ojos y con lo primero que me encontré fue con el rostro de Mail.

El pecador se encontraba abrazándome y sus ojos no dejaban de observarme.

—Buen día.

—Buen día. -dijo.

Entrecerré mis ojos, y poco después sentí un sofocante calor extenderse por todo mi cuerpo.

—¿Príncipe de las tinieblas porque estás prácticamente desnudo?

—Bueno porque cierta persona no me dejo dormir por estar restregando su culo contra mi anatomía.

Mis ojos se abrieron como platos y mis mejillas se calentaron aún más.

—Por tu culpa me pase la noche en vela debatiendo lo que debía hacer y lo que no. -aparte mis ojos de los de él. —No te voy a negar que el deseo de abrir tus piernas y meter mi cabeza en ella iba ganado, pero descarté la idea cuando recordé por quién estas siendo protegida. Así que mejor me quedo con las ganas a no poder disfrutar del buen sexo. Porque David Rissi es capaz enviar a que vuelva un eunuco.

—Ahora que estoy despierta puedes hacerlo.

Mail atrajo mi cara hacia él, para que nuestros ojos se conectarán.

—Quieres que te coma el… oh, Dios, tengo que aprovechar la oferta porque está al dos por uno. -después de decir esas palabras Mail me soltó para colocarse sobre sus pies. —Abre esas hermosas piernas, princesa del mal.

Solo a él se le ocurren esos motes.

—Como ayer en el circo te prometí que te daría una probadita de mi vagina, ahora estoy cumpliendo, así que tú también tienes que cumplir con lo que te pedí.

—Por si acaso, ¿No quieres un hijo? Porque ese trabajó me encantaría llevarlo a cabo.

—Por el momento no, así que centra tu atención en mi vagina.

Los ojos del pecador brillaron con gran intensidad.

—Te gusta mucho, ¿Verdad?

—¿El qué?

—Que te coma el coño.

Bueno… que puedo decir.

—¿Me quieres comer el coño, o prefieres seguir hablando? Porque yo no tengo problema en que dejemos la sección para otro día.

Mentirosa, me grito mi subconsciente.

Cállate, porque de ninguna manera él se debe de enterar que estoy caliente, y que lo que más deseo en esta mañana es que Mail me haga llegar al límite del placer con sus labios.

Espero que se enamore rápido de mí porque tengo unas ganas de gozar entre sus brazos que no se imaginan.

Oh, Dios… Aurora la mente sana se perdió entre los millones de mujeres. Porque ahora solo deseo arrancarle la ropa a este hombre.

Estoy perdida.
Perdida y deseosa por el pecador.

—Comerte el coño siempre será mi elección. -tras esas palabras Mail procedió levantarme el vestido y sin dudar se apresuró a retirarme la ropa interior que Malena me había obligado a colocarme. La cuál consistía en una tanga de color rojo, eso sí, esa cosa era la más molestosa que me había colocado porque ingreso a lugares que es mejor ni contar. —Me has dado el mejor regalo de bodas, esposa del mal. Así que me quedaré con esta tanga de recuerdo.

—¿Por qué mejor no te quedas con una foto de mi coño? Así la vez todos los días y te vienes con ella.

—No es mala idea, Aurora. No es mala idea.

Genial, sin querer le había dado una idea descabellada a este hombre.

Yo y mi gran boca.

Antes de que pudiera replicar Mail abrió mis piernas y coloco su cabeza en medio de estas.

—Me vuelves loco, mujer. Tu coño me vuelve loco.

Iba a replicar, pero antes de que pudiera hacerlo Mail sopló y eso fue bastante placentero para mí.

—Te voy a comer el coño como nadie más en tu vida lo hará, te me voy a volver el recuerdo más placentero que puedas tener.

Luego de acotar esas palabras, él guío sus labios y empezó a comerme el coño.

Cerré mis ojos e inmediatamente una imagen bastante erótica llego a mi cabeza. Se trataba de la vez en la que él ingreso al baño en casa de María y Amado para meter sus dedos en mí, eso se sintió tan placentero que de solo recordarlo me caliento todavía más.

La habitación poco a poco se fue llenado de gemidos, y cada vez que un gemido salía de mis labios Mail aumentaba su intensidad.

Después de todo vivir toda mi vida con él no será tan malo como pensaba.

Arqueé mi espalda cuando él ingresó sus dedos dentro de mí.

—Oh, sí. -dije entre jadeos.

Y esas palabras parecieron gustarle porque hizo algo que logró nublar mi mente.

Después de varios minutos me sentía al borde del orgasmo, y esa sensación aumento cuando los movimientos de Mail se intensificaron.

¿Una persona se puede morir por un orgasmo arrollador? Porque yo estoy sintiendo que en cualquier momento me iré al mundo de los muertos, por culpa de mal.

¿Señor porque hasta en los orales Mail Salvatierra es perfecto?

Será que él es tu favorito, porque favorecerlo con belleza, carisma, y también en el acto. Es algo de otro mundo.

—¡Umm…! -exclamé cuando me sentí llegar al punto máximo del Placer.

Apreté mis ojos con fuerza y mis manos se formaron en puños alrededor de la sabana.

Estoy segura de que nunca olvidaré lo genial que es Mail con su boca. Porque esta sección de sexo fue la mejor que puede tener. Y siempre seré la mejor.

Cuando los temblores dejaron de azotar mi cuerpo, Mail se colocó sobre sus pies, y con una gran sonrisa en sus labios se acercó a besarme.

No fue un beso dulce, fue un beso demandante, hambriento y cargado de deseo.

Mail me deseaba, pero eso no era suficiente para entregarme a él, porque yo quiero que por lo menos sienta algo por mí para que sea en cierta forma especial.

No quiero que sea solo por tener sexo, no quiero.

Cuando nuestro beso termino, él se colocó sobre mí y me abrazó.

—¿Por qué no apareciste cuatro años atrás? Si lo hubieras hecho estoy seguro de que todo hubiera sido diferente.

Antes de que pudiera contestar la puerta de nuestra habitación se abrió, dejándonos ver a una Malena totalmente asustada.

—¿Qué sucede?

—Mail… la policía te busca.




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