Mail Salvatierra: No te enamores de mí.

Mail.

Después de que la novicia del mal se marchó con el odioso de David Rissi, me cambié de ropa y bajé las escaleras.

Me dispuse a caminar hacia la sala y en plena sala me encontré con mi hermana, quién al verme colocó una sonrisa grande.

—¿Y ese milagro? -inquirió ella con una gran sonrisa.

—¿De qué hablas?

—Estas perdiendo el toque hermano. Porque el pecador que conocía no hubiera dejado salir a Aurora de la habitación en días.

Tomé asiento en el sofá, y posteriormente Malena se acercó a mí.

—Esa Aurora es indomable, hace lo que le da la gana.

Malena soltó una gran carcajada.

—¿Estas enamorado de ella?

—Prometí que nunca me enamoraría de ella.

Malena dejo de reírse.

—Mail… ¿Entonces porque le das alas a Aurora? ¿Por qué te empeñas en dejar entrever que sientes algo por ella?

—Por sexo.

Malena abrió sus ojos como platos.

—¿Qué?

—Hice todo por conseguir el cuerpo de Aurora. Por qué no quiero nada más que perderme en sus carnes.

—¿¡Qué…!?

Malena y yo desviamos los ojos hacia la entrada de la sala.

—¿Qué dijiste?

Un iracundo Dylan se acercó hacia donde nos encontramos.

—¿Qué haces aquí Dylan?

—Vine a ver a Aurora.

Me coloque sobre mis pies.

—¿Qué quieres hablar con ella?

—¿Cuándo pensabas decir que la boda era una farsa?

—No tengo porque decir nada.

Dylan se acercó a mí y sin yo verlo venir me golpeo.

—¡¿QUÉ RAYOS TE PASA?!

—¡¿TE PARECE POCO ESTAR ENGAÑANDO A AURORA?!

Dylan tomó el cuello de mi camisa entre sus manos.

—No tienes que meterte en mi vida.

—Claro que puedo. Porque estas engañando a una grandiosa mujer. Solo por llevar a cabo un capricho.

Tenerla entre mis brazos, no es un capricho. Quise decir, pero me contuve.

—Dylan… -susurre.

—Nunca pensé que fueras un cobarde de mierda, Mail.

—¿La boda no es cierta?

Malena se colocó al lado de mí, y al colocar mis ojos en los de ella me sentí el peor hombre del mundo.

—¿Fuiste tan cruel como para aprovecharte de Aurora, solo por cumplir tus malditos deseos Mail? -para este punto la voz de Malena se quebró. —No te casaste con ella, solo fingiste para que ella te diera su cuerpo.

—Malena…

—Eres un ser despreciable Mail.

Escuchar esas palabras de la boca de Malena me hizo sentir como una maldita escoria.

—Malena…

—Quizás después de todo. No eres nada comparado con lo que pensaba de ti Mail. Me decepcionaste.

Tras esas palabras Malena giro sobre sus pies y se apresuró a alejarse de nosotros a pasos apresurados.

—¡Malena…! -mi hermana no hizo caso ante mi llamado.

Y eso logró desestabilizarme.

—Debiste pensar en los sentimientos de Aurora.

—Déjame en paz Dylan.

—Deja de ser tan egoísta. Mail. No pienses solo en ti, piensa en esa dulce mujer. -Dylan soltó el cuello de mi camisa. —Déjala marchar, Mail. Déjala ser feliz.

Tras esas palabras Dylan se marchó.

Dejándome, siéndome miserable.

—La única esperanza que me queda es que Aurora no sienta nada por mí.

Me pasé una de mis manos por el rostro y solté un suspiro cansado.

—No puedes quererme.

Tomé asiento en el sofá y poco a poco con cada pensamiento que llegaba a mi cabeza me sentía más y más miserable.

Por centrarme en convertirla en la reina de mis putas, dije mentirás y me aproveché de la situación para decirle que nos casáramos, solo para obtener de ella su cuerpo.

Sí. Engañe a Aurora para convertirla en una de mis tantas mujeres.

En la reina de mis putas.

—No me bastó con desviarla de su camino, no me bastó nada porque solo pensaba en obtener du cuerpo.

—Mail…

Alce mi cabeza y mis iris se colocaron en mi progenitora.

—Madre.

—Deberías dejar ese absurdo miedo detrás Mail.

—No quiero.

—Aunque no quieras tendrás que dejarlo porque si no lo haces terminarás perdiendo a Aurora para siempre. Porque ella dentro de poco no será la novicia en la que colocaste tus ojos. Será una inquebrantable reina. La más amada, la más deseada. La mujer con la que todo hombre deseará casarse. Todos los hombres desearan tener el corazón de la reina, pero ese solo pertenecerá a un solo hombre en la faz de la tierra. Elige de una vez por todas hijo. Porque no será muy grato ver a Aurora al lado de otro, o llevando de otro lo que más anhelas en tu vida.