Mail.
Después de que la novicia salió del baño se metió en la cama y me dio la espalda.
Totalmente confundido me acosté en la cama e imité darle la espalda.
—¿Novicia?
—Sí -inquirió ella en un leve susurró.
—¿Te quieres marchar?
—No estoy a lo que quiera, pecador. Estoy aquí a lo que tú quieras.
Esas palabras me dejaron un mal sabor de boca, pero aun así me dediqué a cerrar mis ojos.
Quizás mañana todo mejore.
Cerré mis ojos y me dejé caer en las redes del sueño.
Los rayos solares golpeaban con fuerza en mi rostro. Eso fue suficiente como para que abriera mis ojos.
Me recompuse en la cama y coloqué mis ojos en la acompañante de cama.
Aurora se encontraba plácidamente durmiendo, mientras que su cabello estas esparcido por toda la almohada, dándole un aspecto hermoso.
Todo en ella es hermoso.
Estiré mi mano para tocar el rostro de ella, pero antes de que pudiera hacerlo ella abrió sus ojos.
Rn primera instancia sus iris se colocaron en los míos, pero poco después de pusieron en el despertador.
—Oh, Dios. ¡Son las nueve de la mañana…! -tras esa exclamación se levantó de la cama de un salto y corrió hacia el baño.
Me atreví a sonreír, pero poco después la sonrisa desapareció de mis labios al ver como poco a poco la excitación de iba haciendo presente en mi miembro.
Porque con solo una mirada está mujer me puede hacer perder el poco juicio que me queda.
Me levanté de la cama y dirigí mis pasos hacia el baño, al ingresar al cuarto de baño observé a Aurora quitarse el short que se había puesto para dormir, esa imagen terminó con el poco auto control que me quedaba.
Tras sentirse observada Aurora colocó sus ojos en los míos.
—¿Qué haces aquí?
Tomé mi miembro a través del pantalón y lo sacudí levemente. —Tú causaste esto. Así que tienes que solucionarlo.
La novicia del mal trago saliva.
—Yo no hice nada.
—Claro que lo hiciste.
Empecé a caminar hacia ella, y Aurora se mantuvo quieta en su lugar.
—No sé qué hechizo me hiciste porque con tan solo una mirada de tu parte logras despertar en mí el deseo.
—¿Ah, ¿sí?
—Sí.
Cuando estuve al frente de ella, la novicia del mal se acercó a mí. Y guío sus manos hacia mi prominente miembro.
—¿Todo esto lo cause yo?
—Tú y ese cuerpo de sirena.
Aurora se mordió el labio inferior, mientras que sus ojos brillaban como dos gemas.
—Si yo fui la causante no me queda más que solucionar el problema. -inquirió y eso fue suficiente para que todo a nuestro alrededor se esfumará.
Solo existíamos ella y yo, nada más.
La novicia del mal me bajo los pantalones y tras estos deslizarse por mis piernas, los ojos de Aurora brillaron un poco más.
Ella tomo entre sus manos mi miembro y empezó a masajearlo.
—¿Te gusta?
—Me encanta. -inquirí y eso fue suficiente para que ella sonriera.
La intensidad del toque de Aurora fue perdiendo potencia.
—Sigue tocándome.
—No. Porque quiero probar de ti.
Joder, juro que esas palabras causaron un orgasmo en mí.
Antes de que pudiera decir algo más Aurora se pudo de cuclillas, y con una gran sonrisa en sus labios fue ingresando a su boca mi miembro.
Cerré los ojos ante el gran placer que había sentido cuando ella empezó a chuparme el miembro como di fuera una paleta más. Con cada lamida que ella me daba sentía que perdería el control.
Para no ser experta en hacer orales Aurora lo está haciendo genial. Pareciera que llevaba yoda su vida en esto.
Sin duda alguna ella merece ser la reina, porque nunca ninguna mujer me hizo un oral como ella.
Está novicia del mal nació para dar placer.
Coloqué mi mano en su cabeza e hice un poco de fuerza para llevar mi miembro hasta lo más profundo de su garganta. Hice varios movimientos para penetrar su boca, y tras eso me sentí llegar a la cima.
Cerré mis ojos con fuerza cuando la descarga que me ofreció el orgasmo iba tomando cada partícula de mi cuerpo.
Intente retirar mi miembro de la boca de Aurora, pero está se negó a que lo sacara.
Unos minutos después me llegue al punto más alto del placer y le llene la garganta de fluidos a la novicia del mal. Quién para mi sorpresa de trago todo.
¿Por qué hace tiempo atrás no encontré a esta mujer?
Cuando todo termino ella se colocó sobre sus pies.
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Editado: 27.03.2025