El hielo de fuego en esta navidad

CAPITULO 1

Una noche helada en el bosque de ashele ubicado en Ashland todo estaba oscuro y más frio de lo que recuerdo, solía venir a este pueblo cada vacaciones de invierno con mis padres antes del accidente, Rebekah y Terace Vela mis padres fallecidos el 24 de diciembre de 2017, a causa de un fallo en los frenos del conductor de un camión que perdió el control impactando con el carro de mis padres logrando así que el carro  sea volcado dando varias vueltas logrando que el carro saliera de la carretera así provocando que mi padre que estaba en piloto del automóvil tuviera un impacto directo con el volante de este y mi madre que estaba en copiloto tuvo el impacto directo en el tablero logrando que la cabeza rebotara en este para después darse contra la ventana provocando que se le quebrara el cuello. Es la primera vez que vengo sin mis padres después de 5 años, estoy viendo el lugar de los hechos tras un bosque a mitad del atardecer esperando que el sol se esconda al igual que mis recuerdos para irme a casa, todo es ruidoso, quién hubiera pensado que aquí murieron tres personas y el mundo sigue su curso como si nada pasara, pero aun así me siento estancada en el recuerdo cada que veo pasar un camión por esta carretera, estaba tan sumida en mis pensamientos hasta que un sonido de un arma de fuego llego a mis oídos, volteé al instante cubriendo mi cabeza mientras veía una silueta de un hombre cruzar justo atrás de mi

-¿Qué crees que haces aquí tan tarde?- dijo un chico complexión mediana con pelo negro, y ojos color miel-

-Solo tomando aire- dije nerviosa y el solo me analizo con la mirada para después seguir su camino adentrándose al bosque-

-¿Eres sensible a la sangre?- dijo dándome la espalda-

-Poco- dije nerviosa mintiendo mientras lo seguía-

-No mires entonces y lárgate- dijo fuertemente-

-¿Por…?- mi pregunta queda en el aire cuando vi la cabeza de un venado- AHHHH- grite del susto-

-El venado moriría ya que un oso le abrió el estómago y comió una de sus patas traseras, moriría dolorosamente en un tiempo indefinido, pero al final terminaría muriendo- dijo agachándose a la altura del cuerpo del venado- nadie merece tanto dolor-

-¿Cómo te llamas?- pregunte viéndolo curiosa-

-Regel bell- dijo-

-Brisa Vela- dije sin que el preguntara y solo sigilo caminando al lado contrario del venado justo en la carretera-

-Aquí nos separamos- dijo Regel y subió a un coche y poco a poco vi su carro perdiéndose junto con el sol del atardecer-

Era hora de volver a la casa en la que no regresarían mis padres, un suspiro salió de mi viendo el lugar perdido por la oscuridad aquel en el que descansaba aquel venado, el recuerdo del accidente me hizo caminar hasta el rio en el que patinaba junto con mi madre como rutina de la mañana de invierno, el lugar no estaba alejado del lugar del accidente por lo que poco a poco lo fui visualizando aun con la oscura noche, el resplandor de la luna en el cristal de hielo que se había convertido el rio, camine sobre el hielo sin importarme que el hielo aun no estuviera en el punto firme como para patinar o caminar en él, caí de rodillas casi a la mitad del rió, lista para que la fría agua me empapara y así fue, el hielo se quebró a mis rodillas y poco a poco lo helado del agua me fue empapando por completo, al poco tiempo sentía como iba perdiendo el aire mientras me hundía cada vez más, aun visualizando la luz de la luna, millones de recuerdos de mi familia antes del accidente llegaron y como si pudiera ver a mi madre hablándome me dijo que no era mi culpa el accidente, y mi padre me miraba asegurando lo que mi madre había dicho ¿realmente no era mi culpa? , realmente fue mi culpa si yo no hubiera insistido en ir al pueblo todo hubiera sido diferente, los abrace fuertemente mientras poco a poco no sentía mis extremidades, hasta que cerré mis ojos por unos segundos rindiéndome a respirar pero un disturbio en las aguas me hizo volver a abrirlos, el agua rojiza que emergía desde la superficie llamo mi atención mientras aún me sumergía, una silueta se visualizó traspasando el hielo intentando ir junto conmigo pero aún no podía visualizar quien era, mientras que yo estaba lista para cerrar mis ojos la silueta se abalanzo sobre mi tomándome de los brazos logrando sacarme del hielo dejándome en la superficie delicadamente mientras el salía y ambos intentábamos tomar grandes bocanadas de aire para poder volver a respirar normalmente

-¿Qué te volviste loca?- dijo el chico mata venados de nombre  Regel-

-¿De qué…?- dije pero me interrumpió-

-¿Qué te ocurre? ¿Esta tanto tu deseo de morir?- dijo tomándome fuertemente de los hombros-

-No, solo me quede  centrada con mis pensamientos, y no pensaba- dije honesta agachando mi cabeza-

-¿No tienes familia para pasar navidad? Como para que te quieras matar- dijo Regel-

-No, odio la navidad- dije quitándomelo bruscamente queriendo volver a la carretera-

-Espera ¿Qué me asegura que no te volverás a querer matar?- dijo-

-QUE NO ME QUISE MATAR- grité molesta ya estresada-

-Pues lo que vieron mis ojos fue lo contrario- dijo-

-solo viste que me resbale- dije-

- no, yo vi cómo ni siquiera luchaste por sobrevivir- dijo seguro-

-Yo solo no sé nadar- dije mintiendo-

-Mientes- dijo-

-¿Cómo lo sabes?- dije intentando hacerlo dudar-

-Porque tú ganaste el concurso de natación hace 9 años- dijo-

-¿Qué?...- dije pero me interrumpió-

-Soy el hermano mayor de tu mejor amigo Ernesto Bell, no me recuerdas pero yo sí, tu eras mi ídolo de pequeños pero nunca creí verte querer suicidarte a solo uso pocos metros del accidente que causo la muerte de tus padres y casi la tuya- dijo tomándome por sorpresa, logrando que intentara conectara mi pasado con el-




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