El Imbécil

Capítulo V: La Salita del SIN

Para los centennials y los que no prestaron atención en la clase de historia del Perú, la salita del SIN es el Servicio de Inteligencia Nacional que en épocas de dictadura fue usado como sala de reuniones de ciertas personas de quiénes no digo nombres porque me funan, incluyendo al imbécil.

Basados en este contexto histórico es precisamente ese el motivo por el que a la sala de reuniones de la empresa la re bautizamos como la salita del SIN, la pobre, testigo de múltiples reuniones sin importancia organizadas por don eminencia y pueden pensar que exagero, pero aquí les va una muestra

Casos específicos que parecen haber salido de una comedia de un buen guionista.

Nuestro protagonista contrató nuevo personal para armar su grupo de trabajo. Cuando tienes nuevo personal es necesario capacitar e instruir cosa que por cierto él no hizo porque ni él entendía los procesos comerciales del área. En fin, cada vez que querían hacerle una pregunta o consulta él les decía: Vamos al primer piso (donde se encontraba la salita del SIN), sea cual sea la pregunta siempre su respuesta era: reunámonos abajo unos minutos. Por más que le decían que se podía resolver sin necesidad de ir a la sala, pero él siempre insistía. Al principio pensé que era para la privacidad del trabajador y para llevar un orden, pero cuando "su equipo" me contó los temas que se discutían, fue Inverosímil.

Léanlo ustedes mismos.

En la salita del SIN

Conversación 1

¿Qué me querías comentar? – preguntó Carnero –

¿Sí puedo usar mi celular personal para trabajar? –respondió Trabajad@r 1. Pequeño detalle, Carnero no coordinó con nadie que reclutaría nuevo personal, mucho menos que iniciaría sus funciones el mismo día que la trajo y menos que menos coordinó un equipo nuevo para ese personal.

Conversación 2

Adelante ¿Qué me querías comentar? – preguntó Carnero –

¿Sí puedo imprimir los precios de los productos? –respondió Trabajad@r 2 y debo precisar que en la oficina había toda la libertad de imprimir no había necesidad de solicitar permiso.

Conversación 3

¿Qué me querías comentar? tienes toda la libertad, estoy abierto a ideas – preguntó Carnero –

¿Sí puedo ir al baño? - respondió algo avergonzada –

Y así continúo durante toda su gestión. La salita del SIN prácticamente la volvió su oficina.




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