- Paola ¡Necesito que me des ventas!
Va a terminar el mes y nada que levantas esos números -
- ¡V E N D E! -
A veces me molestaba un poco que Paola guardara silencio o solo riera cuando Carnero empezaba con sus reclamos. Sí era cierto que sus números estaban bajos, pero al menos ella vendía porque las otras asesoras estaban en cero, rojo absoluto con excepción de Paris que solo le quedaban sus clientes de cartera porque leads* nuevos no le asignaban por orden estratégica de Carnero. De las ocho asesoras solo tres generaban ventas las demás nada y no por falta de entusiasmo o profesionalismo sino por "estrategia" de Carnero.
Carnero lucía aún altivo, pero algo preocupado había transcurrido dos meses desde su llegada y más de un mes que fue el periodo tiempo que dijo necesitaba para la transición y ver ganancias. Los reclamos de Carnero eran siempre dirigidos a Rosa, Paris y Paola. Por lo menos Rosa no tenía que verlo solo escucharlo telefónicamente, Paris nunca le hacía caso, esa soltura de huesos en ese momento me fascinaba debo confesar y Paola, a ella sí le afectaba que la estuviera llamando para preguntar cuánto iba, pudiendo preguntar por WhastApp, y cuando venía presencial le hablaba y hablaba sobre lo mismo, que quería ventas y que tenía que subir los números, que viera cómo y bla, bla, bla.
La tenía harta.
¿Pero por qué Carnero parecía tener una "fijación" con Paola?
Para responder a esa pregunta necesitamos remontarnos dos meses atrás.
Cuando Carnero llegó al cargo de jefe en el área de ventas encontró un equipo de cinco asesoras Paris, Rosa, ambas con más de diez años de trayectoria en el área, Paola, Marita y Alexa. El equipo se mantuvo gracias al liderazgo innato de Rosa y sus asesorías en ventas a sus compañeros, siempre con ideas y soluciones creativas para vender y ganar más.
No obstante, la gerencia quería su jefe, uno con cargo inscrito y tatuado a quién le pagaran lo suficiente para felicitarlo por lo bueno y reclamarle por lo malo y por supuesto tenía que ser hombre, un macho alfa que gritara testosterona en ventas.
CARNERO 🤭
La orden era clara pos pandemia todas las asesoras debían trabajar presencial, obviamente todas se opusieron, el contrato decía teletrabajo lo que justificaba el sueldo bajo que la gerencia no parecía tener intenciones cambiar, es decir no había aumento para cubrir el gasto extra del pasaje.
Marita rechazó la propuesta de volver a presencial, renunció y se fue. Alexa quería quedarse, pero que no cambie las condiciones de trabajo. En una breve reunión con Carnero y los gerentes a Alexa le dieron a elegir entre presencial o irse. Escogió lo segundo. Lo hizo de la forma más abrupta que jamás hayamos visto, de pronto la vimos salir muy ofuscada de la oficina de gerencia, parecía que se le iban a salir los ojos y estaba roja como un tomate, se notaba que no era de vergüenza sino de coraje. Tomó sus cosas de su escritorio y se fue. Paris y yo quedamos desconcertadas. Al poco rato, un par de horas después para ser exactos Alexa nos escribió al grupo de WhatsApp que teníamos todas las trabajadoras del área, se despidió y nos deseo suerte con el nuevo jefe de ventas, que no quiere gente mediocre, que no siga sus reglas y acate sus condiciones porque esa clase de gente no le sirve. Eso era lo que le había dicho Carnero en la reunión y por ese motivo salió tan enojada de la oficina. Con lo ocurrido la gerencia no tuvo más opción que negociar con el personal que quedaba. Rosa por ser la más antigua y vendedora top no tuvo que regresar a presencial. Paola dos veces por semana y Paris no tenía mucha chance ella debía volver porque tenía antecedentes que en teletrabajo siempre se le encontraba ausencias. Por supuesto los acuerdos de Rosa y Paola no le gustaron nada a Carnero, él era el jefe y se debía seguir sus instrucciones y esto era pasar sobre su autoridad. Por su parte la gerencia le había dado a Carnero carta libre para tomar sus propias decisiones, habían dejado claro que sí el área tenía que vivir una reorganización hasta el punto de quedarse sin asesores estaban dispuestos a hacerlo, porque claro, siempre es el personal el problema, nunca los que "lideran".
Sin embargo, la gerencia en el fondo sabía que era un riesgo muy alto perder a todas sus vendedoras sobre todo a las top y ese fue el motivo por el que decidieron negociar los horarios. Lo que le cayó como agua bendita a un demonio a Carnero.
Entonces tenemos a tres vendedoras antiguas y cinco vendedoras nuevas que es el personal que Carnero contrató en total su equipo se compondría por ocho vendedoras, él el jefe y yo la coordinadora del área.
Eran muy evidentes las diferencias que hacía Carnero entre un grupo y otro que además de diferenciarse por la antigüedad en la empresa también se diferenciaban por edad, el nuevo personal estaba entre los 21 y 35 años mientras que el antiguo superaba los 45 años.
Cuando Carnero se dirigia al personal
Al nuevo le daba indicaciones al antiguo solo reclamos.
Al nuevo le entregó equipos nuevos, preciso aquí porque cuando ingresaba un personal nuevo en el área de ventas no se compraba equipos nuevos, heredan los que dejaban los vendedores salientes y listo, de paso para aprovechar los contactos previamente guardados en la base del teléfono y PC también porque muchos clientes están familiarizados con el número y no reportan como spam. El hecho es que les entregaron equipos y números nuevos, sin embargo al antiguo personal los dejo con los equipos que venían usando desde años atrás incluso Paola usaba su propio equipo porque la empresa quedó en darle uno lo más pronto posible, pero pasado el tiempo se les "olvidó", pese a sus múltiples solicitudes, red flag, we know!* pero trabajo es trabajo.