La vida es como un puñado de sal directo a una herida abierta, dolorosa, y el más bajo de los caballeros lo supo deprisa, un día uno de los caballeros y peón de la reina el reino abandono, le dijo a su más bajo hermano que cuidara siempre de su corcel centella pero que no descuidara al majestuoso dragón, que apoyara a la reina y siguiera estudiando la guía de como ser un buen caballero y no morir de hambre en el intento.
Dejo otras varias enseñanzas a los caballeros pero la más importante se las dejo a todos “Nos os vallais, por el camino de aquella oscura oscuridad que vuestra mente puede llenar”
Y así partió, con la reina en el trono hecha pedazos pues aunque su marido había muerto hace poco más de 4 años que un caballero de su reino se marchara resultaba terrible para el reino.
Reino que cada día que pasaba más y más a pedazos se caía, los pueblerinos enfermaban y las deudas que se generaban en pueblos aledaños aumentaban los préstamos eran un va y bien para aquel reino que poco a poco cual pan de migas se desmoronaba.