Arturo y Luna eran inquebrantables juntos, pero solos eran solo dos chicos andando sin un rumbo establecido, y aveces si, su amistad llego a pender de un hilo que se quemaba pero ambos aunque no lo sabían, por separado luchaban por salvar esa amistad 1 año había pasado y ambos eran los mejores amigos, y la gente pronto empenzo a murmurar
-Seguro se aman y besan en secreto-Varios decían
-Son novios simplemente no lo dicen-otros hablaban
Lo cierto es que, muy en el fondo o tal vez no, ambos se amaban con fiereza, su amistad ya iba más allá de una amistad y ambos querían morir juntos, vivir en la misma choza alado de un arroyo con dos dragones guardianes, tal vez un hijo, casados bajo los ojos de dios lo que cualquiera suele soñar cuando es corto de edad, pero había un problema uno enorme, ninguno de los dos tenía el valor.
El valor para decirse lo que sentían, no lo hallaban en ningún lado, así se revisaran miles de veces el corazón, así se dijeran así mismos que mañana sería el día en que se dirían lo que sienten, no, ninguno lo hacía, ambos por miedo, miedo a lo desconocido, miedo al rechazo, miedo al abandono, miedo a perderse uno del otro, miedo a el miedo mismo.
Tristemente y a certeza cierta así se pierden amistades, así se pierden oportunidades, así pierdes la vida, no en sentido literal, no, la pierdes en sentido metafórico, la pierdes por que perdiste lo que pudiste haber tenido no diciendo las cosas que quieres decir, se pierde por que no puedes recuperar esas cosas, no puedes volver en el tiempo y si lo hicieras, por que arreglar lo que tu mismo rompiste, así es el tiempo así es la vida, pese a que esta llena de oportunidades hay cosas que solo suceden una vez y se extinguen cual llama en vela, si desaprovechas lo que la vida te a dado y te arruinas pensando que si hubieras hecho eso nada estaría pasando te destruyes por cosas que no fueron pero aun hay cosas que serán, vive el presente no hay por qué recordar el pasado, pero recuerda bien tu presente será el futuro que se volverá tu presente, aprovecha el presente y no lamentes lo que no aprovechaste.
Arturo un día acostado en el patio de la IFDLE pensaba que tenía que decirle, tenía que decirle lo que sentía a su amada luna, pero no sabía como hacerlo.
Y por otro lado mientras Luna tomaba su última clase, pensaba lo mismo, debía decirle lo que sentía a Arturo estaba segura de que hoy sería el día en que lo haría.
De hecho ambos lo hacían, ambos sabían que hoy sería el día en que se dirían lo que sentían.
Luna salió de su clase y Arturo la vio saliendo, no sabía que haría, no estaba ni siquiera preparado, había visto como los altos caballeros se presentaban a las damas con rosas cuando estaban a punto de declararles su amor pero Arturo, Arturo no tenía rosas, no tenía nada no había hecho ni siquiera un escrito en un papel, solo sabía que debía hacerlo, no sabía cómo pero lo haría.
Y por otro lado Luna lo vio acostado en el patio, sabía que hoy era el día y tampoco sabía como lo haría pero lo haría, había visto como los caballeros le llevaban rosas a las damas cuando estaban a punto de declararlos su amor, pero Luna no era un caballero y aun así no tenía rosas, tampoco había hecho un escrito para demostrarle su amor a Arturo pero sabía, sabía muy bien que debía hacerlo, debía declararle su amor a Arturo de una u otra forma, debía, debía hacerlo estaba destinada a hacerlo.
Y estaba tan convencida de que lo haría que se acercó a él joven Arturo tendido en el suelo, pero su valentía se vino abajo cuando vio a esas dos gemelas que antes la molestaban yendo a hablar con Arturo y este yéndose con ellas.
Luna no entendía lo que pasas, como era posible que Arturo a quien consideraba su mejor amigo y su primer amor se fuera con las que eran sus enemigas y Luna sabía que Arturo la había visto pues hace unos momentos Arturo levantó la cabeza y miró al lado de donde Luna venía, Luna no entendía nada podría decirse que incluso estaba devastada, muy destruida Luna se sentía mal, era lo que ella pensaba el primer momento en que Arturo la abandonaba.
Para cuando Arturo regreso y miro a Luna sentada en una banca la noto enfadada y a primera instancia no podría decir por qué, así que le pregunto
-Luna, ¿estas bien? Te noto algo peleada con la vida, por que tienes tan mala cara, anda Luna decirme
-Luna lo miro a los ojos, y sus ojos de Luna estaban llenos de lágrimas, su cara era la de una persona triste de quien había perdido algo y Arturo aún se preguntaba que, que pasaba- Te e visto, te existo hablando y yéndote con las gemelas, te vi, ¿Por qué lo hiciste?- Luna dejo caer varias lagrimas que por sus mejillas rodaban y con cada palabra que decía su puchero aumentaba mas- Creí que éramos amigos, una vez me preguntaste si eras mi amigo, ¡No ya no mas-Exclamo Luna gritando y llorando- Te conté, te dije que esas niñas me molestaban y me ayudaste , prácticamente a regañadientes pero lo hiciste, y ahora les hablas como si nada, como si no me hubieran lastimado- Cada palabra que Luna decía era con un odio tremendo hacia Arturo y cada palabra que Arturo recibía era una apuñalada directa al corazón, Arturo no sabía con certeza por qué tanto alboroto desde hace un año que le hablaba a las gemelas pero Luna nunca lo había visto, no por que no se pudiera si no que por casualidad de la vida Arturo y las gemelas solo pasaban poco tiempo juntos exactamente en una hora en la que Luna tenia clase y Arturo no
Luna continuo gritándole a Arturo- Eres un asqueroso, el JM tenía razón al decir que seguro tienes la peste, ahora más que nunca lo tengo claro si que eres pestilente- Luna se volteo y empenzo a caminar del lado contrario y Arturo no quería perder esa amistad, habían tenido conflictos pero no nunca tan grandes Arturo solo pudo decir mientras tomaba a Luna del hombro
-Luna y…-Y se vio interrumpido cuando Luna le contesto
-Quítame la mano de encima maldito apestoso, Ya no quiero jugar contigo- Arturo le quito la mano del hombro y Luna se fue, se fue del patio de recreo y de la vida de Arturo, la amistad inquebrantable de ambos si que era quebrantable.