El Laberinto

Crueldad pura

— ¿Estás totalmente seguro? Todo en este lugar es mortal — me pregunta CJ

— Ya sé que podría matarnos con fallar este acertijo, pero no sabemos cuál es la recompensa. Podría ser la maldita palanca que necesitamos.

— Buen punto —responde CJ al ver que tengo razón—. Solo nos queda encontrar las pistas necesarias.

Analizo toda la habitación en busca de lo que podría ser útil. En la pared izquierda solo hay un montón de agujeros que dejan expuesto el simple mecanismo que impulsa a los paneles de cristal que casi nos aplastan. Del otro lado hay un gran mural que tiene un gran nivel de realismo. Es un paisaje que simula ser una combinación de una selva y un bosque y con cuatro felinos en el mural, y uno con un interruptor en la parte inferior. El primer felino es un gato blanco con manchas negras y con la cola esponjosa, que parece pregonarse arriba de una gran roca. El siguiente es un puma acostado sobre la maleza, pero estando muy atento a lo que hay enfrente de él. El tercero es un jaguar que se trata de esconder detrás de unas lianas y que arriba de él hay un objeto verde que sobresale por su tono brilloso sobre una rama. El ultimo felino es un tigre que camina al lado del mismo árbol en donde está el objeto dorado.

En el centro de la habitación hay un pedestal de piedra con símbolos de pájaros en la parte superior y, mientras que en la parte de abajo hay dibujos de serpientes y picos, indicando lo que hay abajo del suelo. Hay una línea debajo de los pájaros que marca un perfecto cuadrado. No hay nada más en el techo ni en el suelo que nos den más pistas. Solo tenemos el mural y el mensaje de la pared para resolver el maldito acertijo y conseguir la palanca, el mapa o lo que sea que consigamos. Como Allen podría ayudarnos a resolver el acertijo, me parece una buena idea salir a donde está Allen. Sin pensarlo dos veces me dirijo a donde Allen descansa, pero antes de que pueda poner un pie fuera de la zona cuadrada, salen unos enormes picos que nos dejan encerrados a CJ y a mí.

— Creo que deje bastante claro que este sector sería como el infierno  —dice Noah a través de una bocina oculta. Y odio saber que tiene razón.

— Ahora sí tenemos que resolver el acertijo para seguir vivos— me señala CJ, que ni siquiera parece estar enojada.

 

 

 

Me cuesta aceptar que estamos encerrados y que definitivamente contestar mal el acertijo nos va a contar la vida. Y sabiendo eso, me concentro lo más que puedo en saber cuáles son los felinos a los que el texto en la pared se refiere. Supongo que activar un interruptor incorrecto es letal, por lo que debemos estar totalmente seguros a la hora de activar los interruptores. La primera línea puede que sea muy simple, habla sobre un felino de baja estatura, lo que puede indicar que sea un gato, pues son pequeños, pero igual de fuertes y agresivos si ven a alguien como amenaza, lo que es muy fácil; una vez un gato me mordió fuertemente en la pierna cuando iba caminando hacia mi departamento, aún recuerdo que me vi forzado a llevar muletas por un mes. Estoy muy seguro que el gato sería el primer felino del acertijo, era un animal sagrado en Egipto, incluso leí que protegían a sus dueños de espíritus y cosas así.

— Creo que el primer animal es el gato —le informo a CJ—. Son muy fuertes y creo que era el animal que era una deidad o un protector en Egipto.

— Por lo menos ya tenemos uno, el otro puede ser un puma o un jaguar —afirma CJ, relacionando a esos animales con la cultura a la que se refiere el acertijo—. Yo no recuerdo que el tigre sea un animal sagrado.

— El segundo animal debe de ser sagrado para la cultura que señala el acertijo, pero no sé a qué se refiere con cultura astrológica—  le respondo a CJ para ver si ella sabe algo—. Ni siquiera sé si es una cultura del mundo en general, o algo por el estilo.

— ¡Esa figura! — me grita CJ sorprendida señalando a aquella figura verde del mural—. Creo que es una serpiente, tiene una forma abstracta.

Inspecciono la serpiente y al instante me viene a la cabeza sobre quienes elaboraron la pieza en la que se basa el mural. Por primera vez me alegro de que mis padres me enseñaran la historia de México con gran detalle.

— La cultura maya. Reconozco el estilo artístico.

— ¿La cultura…qué? — me pregunta CJ muy confundida y con mucha razón.

— La cultura Maya, una tribu al sur de México que hizo grandes avances antes de desaparecer poco a poco. Mis padres me enseñaron la historia de México. Mi padre es mexicano, así que mi madre pensó que aprender sobre el país de mi padre sería una gran idea para ser versátil y conocer mis orígenes. Incluso puedo entender y hablar el español, crecí siendo bilingüe y esperando la oportunidad perfecta de usar mis raíces mexicanas.

— Entonces eres de Racyn City, pero eres de ascendencia mexicana— Reafirma CJ.

— En pocas palabras, sí. Ese objeto tiene mucha similitud con un objeto que mis padres tenían en nuestra antigua casa y que consiguieron en una expedición al sur de México. Además, los mayas eran conocidos por tener un gran conocimiento en astrología, como dice el acertijo.

— Entonces, ¿cuál es el felino que estamos buscando?

El animal es muy fácil de identificar, incluso salió en un videojuego sobre tumbas y el apocalipsis maya. Es el jaguar, el que estaba debajo de la escultura, el que representa el poder como señala el acertijo. Me dirijo al frente de la habitación, y activo el interruptor del gato, que prende una luz verde escondida en alguna parte de la sala, iluminando al gato para demostrar que es correcta la respuesta. Entonces activo el segundo interruptor rogando que no esté equivocado. Al activarlo se activa la luz verde, provocándome una gran satisfacción.



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En el texto hay: oscuridad, armas biologicas, laberinto

Editado: 26.03.2022

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