El Laberinto

La chica

Al principio no entiendo mucho de lo que habla, pues hay una gran posibilidad de salir de este lugar como mínimo. Y no puede hablar sobre Hannah, pues una muerte no es algo que se pueda cambiar, aunque John y yo lo quisiéramos. Después de mirar por toda la habitación en busca de una cámara de seguridad que, a diferencia de gran parte de este laberinto, está muy oculta en alguna esquina o lámpara.

— Lo que te voy a contar es lo que sabía o lo que escuche mientras podía —me advierte John cuidando que nadie escuche nada—. No estoy tan seguro si la información sigue siendo fiable o si solo eran rumores.

— Toda información puede ser útil, solo ocupamos lo más básico para poder armar un simple plan para salir de aquí lo más rápido posible.

— creo que ya sabes acerca sobre que hice antes de ese día. Ellos se aprovecharon de mi amnesia, me controlaron con drogas o algo así y me llevaron a atacar tu escuela haciéndome ver cosas que nunca fueron ciertas.

Aunque pienso que solo es la misma historia de forma más detallada, después me cuenta todo lo que le pasó y como llegó a este lugar, mientras yo hacía todo lo que un súper-héroe adolescente y un conspiranoico hace en su vida cotidiana.

— Después de la explosión no podía recordar quien era yo o qué hacía ahí. Al despertar medio año después, pensaba que me habían encerrado, y que los doctores que me visitaban para hacerme pruebas querían dañarme, por lo que respondía de una manera agresiva. Pensé que era un loco, y me estaba volviendo uno. Lo que pareció ser un mes estuve totalmente en cautiverio al ser declarado inestable por mi conducta agresiva. Hasta que un día... empecé a recordar quien era yo. Pero no es como las películas donde tus recuerdos regresan al instante, solo recordaba piezas inconclusas de mi vida, recuerdos fugaces sin conectar a otros recuerdos. Cada semana recordaba a alguien más, en la primera fue a mi madre, en la segunda semana vi a mi padre, pero solo recordaba tus saludos y no sobre nuestra amistad y tu vida en general.

» Después de que te fueras del hospital, unos dos días tal vez, vino un misterioso chico fingiendo ser un enfermero. Él me aseguraba que curaría mi amnesia, que recordaría toda mi vida si trabajaba en un laboratorio de RedCell. Estaba tan desesperado por recuperar mi vida que acepté sin saber que sería utilizado y terminaría mucho peor de lo que estaba. Nunca noté que me llevaron a sus instalaciones sin que el personal del hospital se diera cuenta. Me llevaron a estas instalaciones, y me prometieron que si hacía un gran trabajo me iban a trasladar a las instalaciones B, que están en lo profundo del bosque RayClaw. El primer día fue una experiencia inolvidable, fue muy impactante ver lo que realmente hacia RedCell. Pensaba que me pondrían a etiquetar botellas con medicina y empaquetarla al terminar, pero solo había científicos sacando muestras de hongos y de ciertos animales para modificar el virus Reborn. El virus era imperfecto y peligroso, pero eso no evito que los líderes de la empresa se lo inyectarán para obtener más poder sin importar los efectos secundarios. Ese horrible primer día tuve que lavar todo los aparatos y tubos que usaban los científicos, lo peor vino cuando termine con esa tarea. Me llevaron a un cuarto especial en donde me ayudarían a recuperar mi memoria. Me inyectaron un suero especial, creo que se llamaba MEP5100, me dijeron que me ayudaría a recordar por lo que lo acepte. En cambio, me dieron órdenes y con el suero en mi cuerpo no tenía más opción que cumplir cada orden al pie de la letra mientras me reproducían un video de ti, o de un doble que tenía un gran parecido contigo, donde me decías que me odiabas y que era una persona inútil, todo para poder moldearme a la perfección. Al terminar la sesión me mandaron a dormir y me despertaron con agua helada para “hacerme más fuerte” y en cuanto tuve un mínimo indicio de mis poderes me mandaron a entrenar todo el día sin descanso hasta dominarlos en su totalidad. Me decían que lo hacían lo más rápido que podían para evitar que tú hicieras quedar mal a RedCell y entrara en bancarrota, haciéndome creer que lo que hacían era un bien común. El tercer día fue el peor, me golpeaban y como tenía el suero no podía defenderme. Los sujetos que me golpeaban tenían una máscara con tu cara impresa para que aprendiera a odiarte porque al no saber quién eras en realidad, para mí no tenía sentido odiar a alguien que has visto y no has convivido. En uno de esos golpes recordé gran parte de mi vida, incluyéndote, pero esta vez como alguien malo a causa de la tortura psicológica.

» El siguiente día me dieron un traje y un casco. Sin saberlo me convertí en el Alpha que viste en el campo de batalla. El traje tenía un aparato que me inyectaba el suero cada vez que este perdía el efecto, por lo que los siguientes días no tenía control de mí mismo, me sentía un monstruo cuando aquellas personas que me controlaban sí lo eran. Por fuera era un soldado dispuesto a todo para cumplir su misión, pero por dentro solo quería llorar y rogaba para que todo acabará. Aún recuerdo cuando tú tus amigos hicieron ese plan de espionaje, fue la primera vez que no tenía el traje y lo planearon con el objetivo de hacerte caer, de hacerte ver lo poderosos que eran. Pero jamás calcularon que Hannah si filtraría mucha información, sobre todo tu archivo, y porque te eligieron para ser quien les ayudará a perfeccionar el virus y meter en este laberinto. Detectaron a tu amigo con mucha facilidad y me mandaron lo más rápido posible para atraparlo e infectarlo con el virus Reborn beta, que es una versión menos desarrollada del Reborn alfa que muta a las personas y animales en las criaturas que has visto. En cuanto a Hannah… no la vi saliendo de los laboratorios, pero vi algo que no puedo entender. Mientras revisaba las instalaciones en busca de más de tus amigos, entré a una sala con…clones. los clones no eran iguales, tenían diferentes rasgos, pero había uno de una chica muy parecida a Hannah hechos con su ADN y revividos con el virus Reborn. Supongo que su padre amaba mucho a su hija que quería tener a más hijas como ella, o se preparaba para este día. Me pregunté acerca de porque existían y cuál era su propósito, pero salí de la sala sin poder volver jamás. Y pasé los demás días queriendo saber más sobre lo que había en esa sala, mientras cumplía toda orden que me daban.



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En el texto hay: oscuridad, armas biologicas, laberinto

Editado: 26.03.2022

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