El Lado Oscuro de mi Mente

Capítulo I: Recuerdos Rotos.

Tom:

—Creo que la desgracia de mi vida me ha arrastrado a lugares oscuros de mí, lugares que quizás no conocía, donde todo se desvanece, todo se comienza a ver distinto, no logro escapar de ello, no lo entiendo, y no sé por qué—

Psicólogo:

—Hay lados de nuestro cuerpo y de nuestra mente, a la que no logramos tener acceso, cuando nuestras emociones sufren un impacto, de cierta forma se bloquean, no recordamos nada, no sentimos nada, me sorprende tu perspectiva, supongo que por tu edad, todo es más difícil, pero ¿Por qué dices que no puedes escapar de ello? ¿Es a lo que tu llamas desgracia?—

Tom:

—No. Lo digo porque todo era más fácil y distinto antes de…eso—

Psicólogo:

—Ya te he dicho que aceptes lo que sucedió, no le puedes llamar eso, y sé que era más fácil, y es porque no estabas preparado para…—

Tom:

— ¡Ya! No lo tienes que repetir otra vez—

Psicólogo:

—Siempre he comparado a la mente humana como un rompe cabezas, cada pieza representa nuestra memoria y reflejan todo lo que vivimos, la vas construyendo con el pasar de los años, muchos le dicen el baúl de los recuerdos, a veces ese baúl se rompe, y con el nuestros recuerdos, y cuando los recuerdo están rotos no hay nada más difícil que reconstruirlos de nuevo. A ti te faltan muchas piezas. Por eso no terminas de asimilar lo que sucedió, a pesar del tiempo que ha transcurrido —

Tom:

— ¿Usted cree en la muerte? —

Psicólogo:

— ¿A qué viene tu pregunta? Claro que creo, todos estamos destinados a ello, ¿Por qué tu insistencia con tu pasado?—

—No se trata del pasado, se trata de lo que viví y de lo que vi, y es cierto en mi memoria faltan muchas piezas, pero cada vez que trato de recordar algo, se congela mi sangre, mi cuerpo y mi mente, y siempre llego a una sola conclusión; un lado de mi vida murió en ese accidente, a eso… eso es la muerte, es perder, temer y vivir—

Psicólogo:

— ¿A qué le temes Tomas? ¿A la muerte? Nuestros temores son el castigo más grande de nuestros pecados, ¿Te arrepientes de algo?—

Tom:

—Diría que mi pecado fue haber muerto y seguir con vida al mismo tiempo, quizás me arrepienta de eso—

Me ha tocado saber perder, saber transitar por un camino diferente cada vez al despertar, la perdida produce en todos un cambio inesperado, verdadero y continuo. Cada vez que la pérdida dice presente las reglas del juego (de nuestra vida) cambian, y cuando lo replanteas de nuevo te lleva a conocer tus límites de lo que puedes creer o no, tu tristeza más grande y las emociones más alejadas de tus sentimientos. Al terminar descubres que muchas cosas están quebrantadas, y te das cuenta que el cambio no vino solo. Juegas de nuevo, pero las reglas se dificultan en cada paso que das, y en cada intento todo lo demás se rompe.

Desde entonces ciento como todo se derrumba, como pierde el sentido las cosas, sentir el dolor, la desgracia y el terror al mismo tiempo, aprender a vivir sin una parte de ti, como cambia todo de repente. Abrir los ojos y no encontrar nada que ver. Porque todo se convierte en eso, en nada, y sola, se transforma en tu realidad.

He escuchado decir que el destino es cruel, yo creo que lo es la vida, es difícil entenderla, pero mucho más es tratar de hacerlo, viviendo en ella, sin una parte de ti, o con tan solo una, diría que somos el reflejo de lo que vives, y es lo que te convierte en quien eres. Pero nadie habla en lo que se transforma cuando algo dentro de ti se rompe, algo intangible, invisible e incompleto.

Pero…

¿Cómo puedes ver lo que hay dentro de ti?

Dicen que los ojos son el espejo del alma, como una puerta abierta hacia tu núcleo, donde todo puede ser tan fuerte como vulnerable.

¿Acaso nuestra alma es lo que guardamos allí adentro?

Dicen que allí se encuentra algo dormido llamado espíritu, en un lugar muy frio, sin pensamientos, sin voz, sin vida. Congelado, sin tu tacto e incontrolable.

Hay cosas de las que no entenderás, y otras de las que preferirías no haberlo hecho, de eso se trata mi vida, Tomas Richard, ese es mi nombre, pero todos me llaman Tom. Debes saber que mis experiencias me han convertido en alguien diferente, modificaron algo en mí, cambiaron todo lo que era para reconstruir cosas que jamás estuvieron destruidas, alejándolas de mi mano. Sé que no lo entiendes, pero desde entonces he sentido como mi vida da vueltas y vueltas, y cada vez que paro siento como todo cambia, es algo constate dentro de mí, las formas que toman mi entorno parecen haber venido de otros mundos, en busca de algo que desconozco, algo que está parado a mi lado, pero que no logro conocer que es.

Un accidente cambio mi vida, me ha resultado difícil hablar de ello, pero mucho más de aceptar los cambios en mí, pero los de mi vida son permanentes, y aunque quieras, no puedes aceptarlos tan fácil, porque quedo incompleta, vacía, y desolada, son esas pequeñas partes de ti que al final resultan ser gigantes e inalcanzables, lejos, en lugares oscuros dentro de ti mismo. A partir de ese accidente comencé a sentir como mis miedos se fueron desprendiendo y empezaron a tomar forma fuera de mí y de mi vida, pero estoy seguro de que algo los obligo, pero es precisamente eso que no recuerdo , tan frio, tan presente, tan cerca, que se convirtió en mi pesadilla más incomprensible.




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