El Lado Oscuro de mi Mente

Capitulo X: Cambios

“Costumbres arropadas por sentimientos vacíos, señalan una dirección de recuerdos eternos, enseñándonos a crecer bajo el credo de nuestro olvido, ante la adversidad de nuestras emociones  encontramos la oportunidad  perdida, pero en presencia de lo que no ha dejado de existir y de lo que ha existido por siempre, reconstruimos nuestra vida sin el miedo reencarnado”

Dicen que solo puedes morir una vez, sin embargo creo que conocemos a la muerte más que eso, pero… ¿Qué es la muerte? Creer en la muerte no te hace conocer todo de ella.

Luego de dos años toda perspectiva cambia, como todo en tu vida. El sobrevivir  no te aferra a la vida, no por segunda vez. No es una segunda oportunidad, no es un nuevo comienzo y de ninguna manera eres afortunado, es afrontar los cambios con lo poco que te queda.

“Aceptar” tantas veces me lo dijo mi madre, aceptar que todo será distinto, yo diría; aceptar que debo continuar sin olvidar lo que perdí, sin apartar nada del camino, del mismo camino sin importar su distancia. Ahora sé que es eso la muerte “Aceptar” aceptar tu dolor, aceptar tus piezas faltantes, aceptar los cambios, pero para ello necesitas aprender a hacerlo. Son pequeñas cosas que le dan un significado alternativo a tu vida y todo de ella.

Dos años duros, supe cuánto valgo para  los demás, supe también el precio que tuve que pagar por estar aquí hoy, Ester tenía razón; esos cuartos no eran la respuesta que buscaba, era mucho más. El silencio es el precio, sufrí por ello, durante casi un año de mi boca no salió ni una sola palabra, mi cuerpo apenas  lo sentía, aunque estaba allí no servía para nada. Entiendo el mensaje, “ningún sello te arrebata la vida” perturbe a la muerte,  ahora tengo que vivir con su silencio. Todo está fuera de lo creíble, nadie me puede creer, por eso calle, cuando pude mencionar las primeras palabras, no revele la verdad con lo que podía decir, porque ahora la verdad está sellada.

Pero no te confundas, no es un silencio donde callas y guardas un secreto, es cuando el secreto te obliga a guardar silencio, es mucho más sencillo de lo que parece, porque considero que ya he pasado por esto, de alguna forma estaba preparado. Nuestras costumbres nos enseñan a convertirnos en lo que seremos, y con ello aprendemos a ser quienes somos, no es más que la tradición de una cultura destinada  a tener un  fin, todas la tienen, es algo que siempre sabremos.

Recientemente mi madre me conto que en esos días había perdido toda la esperanza, dejo de creer en muchas cosas, y empezó a creer en otras, “no quisiera saber que”  fue un testimonio desgarrador, nunca había visto tantas lágrimas en su rostro, me conto que el cura del pueblo les advirtió que dejaran la casa, que la casa estaba asechada por un rito oscuro que no sabrían comprender, y luego de lo que habían vivido Livia y Juan todos decidieron abandonar la casa, y fue justo el día que me encontraron donde ya todos iban de salida, mi madre inconsolable decía que hubiera sido de mi si ellos ya no estuviesen en ese lugar ese día, aunque yo ya sabía lo que había pasado, no emití opinión alguna.

En estos últimos meses he tenido gran recuperación, aunque abandone mis deportes favoritos, me refugie en otro que me ha devuelto casi el 100% de la movilidad de mi cuerpo, la natación, debido a que no podía mover mis piernas, sin embargo hoy camino mayormente con la ayuda de un bastón, y a pesar de todo este tipo de rutina no se convirtió en un obstáculo para mí, ya mis demonios han dado un paso atrás, pueden ser horas y horas en las que puedo estar sumergido dentro del agua sin nada a que temer. Diría también que me ha ayudado a aceptar, pero aun no aprendo a olvidar, igual que a mis primos, mi madre me conto lo difícil que ha sido pata ellos superar ese episodio que vivieron en la casa de la abuela; Juan decidió  hacer un largo voluntariado en Europa, ya lleva más de un año lejos de casa, creyó que la lejanía lo ayudaría a sanar, y en parte ha sido así, mi madre dice que nada será suficiente, afectada no quiso hablar más. Livia por su parte se graduó de enfermera, siempre fue buena en eso, trabaja en un hospital muy apartado de nosotros y muy apartado de su familia, no quiso saber más nada de nosotros, ni de nadie, según mi madre, apenas y se comunica con mi tía Mery.

Llevamos más de un año sin vernos, esa casa término destruyendo lo poco que se había reconstruido durante esos días. Pregunte por tía Sara, finalmente fue recluida en una clínica, bajo la responsabilidad de la tía Mery.

Todo quedo perdido, todo por nada, me gustaría verlos otra vez, aunque sé que  existe muy poca posibilidad, cuando pienso en la tía Sara, me gustaría saber cómo esta, que paso con ella, pienso que estuvo en el mismo lugar que yo, me gustaría saber si logro escapar, si de verdad era un lugar.  

Quizás me aleje mucho de mis problemas, y eso valió la pena, por una vida normal, me he conocido a mí mismo, he dejado de creer en cosas, porque ahora creo solo en mí, en lo que solo yo puedo juzgar, porque he conocido el amor, exactamente, es mucho más que en un sentimiento, recuerdan a Dafne? Ella me ayudo a  creer en mi como una persona más madura, ha estado en todo momento de mi vida en estos últimos dos años, luego de mi desaparición, creo en ella, creo en lo que me dice. El amor transforma tu vida, y Dafne transformo mi vida, no tengo duda de ello, pero en medio de tantos cambios, el amor es un refugio, una compañía, una melodía que pinta tu universo de nuevos colores, aunque siga siendo difícil aceptar lo diferente, igualmente te acompaña en los más duros momentos,  y te sigue diciendo  ¡creo en ti! Son palabras tan importantes, cuanto odio ciento por mí, por no atreverme a contarle la verdad a Dafne, mi verdad, pero sé que es mejor así.




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