Kathleen
Una semana se hace larga cuando hay alguien en tu casa que no deja de mirarte como si fueras un Dios, eso es exactamente lo que Jason hace y me sorprende que Nick siga creyendo que es gay, a pesar de que le dije que lo quería lejos de mí, él no deja todos los días de decirme hermosa, no deja de mirarme con intensidad y nunca olvida decir una frase para hacerme ruborizar, es bonito, pero a la vez es agotante y más cuando tienes miedo de que tu esposo se dé cuenta, por otro lado, su presencia en esta casa ha cambiado a mis hijos, estos se divierten, juegan entre ellos cuando Nick no está y se han vuelto hasta más unidos, ni siquiera se quejan de saber que hoy deben volver a la escuela, son otros niños totalmente distintos, son felices.
—Nick —me alejo de este cuando pone sus manos en mi cintura, él respira hondo
—Kath llevo más de una semana sin tocarte mi amor —intenta acercarse pero me alejo
—Te lo dije, no quiero que me toques —bufa
—Y yo te dije que soy tu esposo y un divorcio no es bueno para ti —me señala —debes cumplirme como esposa
—Debiste pensar en eso antes —doy un paso hacia él —antes de prácticamente violarme
—No seas exagerada por Dios
—Estaba herida Nick y no te importó
—Te deseaba —ruedo los ojos y voy hacia la puerta, jamás reconocerá que cometió un error, jamás pedirá perdón —Kathleen —lo miro al abrir —no siempre los policías estarán por toda la casa, cuando la amenaza acabe y ellos se larguen volveremos a ser un matrimonio como Dios manda —me tenso un poco
—Llevaré a los gemelos a la escuela
—Antes quiero mi desayuno —asiento y salgo de la habitación, rápido camino hacia la cocina mirando el reloj, no debí quedarme dormida por mucho tiempo sabiendo que los gemelos hoy iban a la escuela, pero me confié, hacerles un desayuno a ellos es fácil, pero a Nick no, él quiere un banquete de desayuno.
Al llegar a la cocina me congelo en la puerta mirando todo, Jason se mueve por esta con agilidad, miro la mesa, en la cual hay ya muchos alimentos preparados, más de lo que vamos a comer, él voltea con un plato en su mano y se queda inmóvil al verme.
—Buenos días, hermosa —sonríe dejando el plato en su sitio —Nick me ha dicho que le gusta desayunar en la cocina —sirve jugo en los vasos —la mesa está lista.
—Se supone que este es mi trabajo —él da un paso hacia mí
—Hoy los gemelos irán a la escuela, desperté temprano y solo quise ayudar —su mirada está fija en la mía
—Gracias Jason —sonríe ampliamente
—No te he visto sonreír hoy —su frase me hace sonreír —perfecto —toma una manzana en sus manos —ya me has agradecido —él pasa por mi lado —los espero en el auto —agrega en voz alta saliendo de la cocina, yo miro todo atónita
—Waw —Nick entra y se sienta —hoy fuiste rápida, así se hace para no enojarme —sonríe y comienza a comer, solo lo miro, los gemelos llegan y se sientan a la mesa en silencio también, no me queda otro remedio que hacer lo mismo aun pensando en Jason.
—No parecen felices de ir a la escuela —habla Jason mientras conduce, los gemelos le miran
—Nos aburre —admite mi hija y sonríe
—Sí, sabemos todo lo que nos enseñan ahí —niego con las palabras de Kan
—Siempre aprenden algo nuevo —dice Jason —aunque crean que no, por ejemplo, pueden intentar hacer más amigos, Kan puedes aprender a jugar mejor al fútbol, Alis, puedes jugar con algunas niñas y aprender de estas a como peinar a tus muñecas porque —él frena y la mira —lo haces muy mal pequeña —la niña ríe
—¿Y por qué no las peinas tu Jason? —ella se cruza de brazos
—Papá dice que eso es para niñas —habla Kan y sonrío mirando a Jason que se ha quedado en silencio mirando a mi hija
—Lo haré y te enseñaré —expresa sonriendo
—¿Esta noche vas a jugar conmigo? —él asiente
—Claro, si me ganan al ajedrez —ellos sonríen mirándose entre sí
—Verás que si —bajo del auto negando, al abrir la puerta los gemelos bajan
—Cuídense ¿sí? —los beso a ambos —y no olviden que mamá los ama
—También te amo mamá —dice Kan sonriendo
—Yo más —expresa Alis y discutiendo por quien me ama más ambos caminan y entran a la escuela, me quedo mirando hasta que desaparecen de mi vista y luego subo al auto al lado de Jason.
—¿Por qué quieres que jueguen ajedrez? —pregunto mientras él conduce —no les gusta, solo lo hacen cuando Nick los obliga
—Porque quiero que lo disfruten, así, cuando Nick les pida jugar ellos no lo verán como un castigo, sino como un juego
—Con Nick es diferente Jason, mucho, créeme, contigo les va a encantar, con él no
—Solo intento que no se sientan mal con su padre, sé que tener una relación así es difícil y todos sufren cuando los niños no quieren a su padre —miro mis manos
—¿En serio vas a peinar las muñecas de Alis? —cambio de tema, él ríe, pero su sonrisa se apaga mientras mira por el espejo
—¿Qué tiene de malo? —se encoge de hombros frunciendo el ceño
—Es raro
—No soy gay si es lo que sospechas Kathleen —río con eso, él sigue mirando por el espejo
—¿Sucede algo?
—Nos están siguiendo —miro hacia atrás, pero no entiendo de qué habla, Jason acelera doblando en una esquina y un auto negro hace lo mismo detrás de nosotros —Maldición
—¡Dios! —chillo al sentir el ruido de un disparo y la bala chocando en el auto
—Baja la cabeza —Jason coloca una mano en mi cabeza y me hace bajar sin dejar de conducir como loco —no te levantes Kathleen
—¿Quien nos sigue? Debemos volver, los niños
—Nos siguen a nosotros —él sigue conduciendo como loco intentando dejar atrás al auto negro —los niños están bien, hay personas que los cuidan y en la escuela no van a atacarlos —grito cuando el auto sale de la carretera —hora de caminar —frena de golpe, él baja y hago lo mismo rápido
—¿Caminar? Pero Jason
—Confía en mi hermosa —tomando mi mano echa a correr hacia un bosque —no nos van a encontrar, créeme, conozco bien este lugar y muy pronto nos van a buscar mis hombres en cuanto vean que estoy sin señal —no entiendo nada de lo que dice, pero sigo corriendo detrás de él hasta que caigo al suelo, gimo de dolor por haberme torcido el tobillo.