El lado oscuro del amor

Capítulo 11: Déjame ayudarte

Jason

Acomodo mi ropa y luego de dar un largo suspiro me pongo de pie, miro la habitación en la que estoy y bufo, llevo solo un día aquí y ya no aguanto un segundo más, deseo irme y ver a Kathleen, la cual, era obvio que no estaría aquí, apuesto a que Nick no la dejó, también apuesto a que ahora intentará evitarme por el beso que nos dimos, beso que está de más decir que quiero repetir, toco mi herida y mascullo una maldición sintiendo algo de dolor en ella, no debería volver al trabajo, pero necesito hacerlo, quiero hacerlo.

—El juez dice que no debes ir a su casa a trabajar —menciona Jeff desde la puerta, pero no lo miro —puedes tomarte unos días, puedo tomar tu lugar en la casa

—Gracias, pero sé que puedo volver ya

—Casi no puedes moverte sin sentir dolor Jason —lo miro, él tiene un vaso con refresco en su mano.

—Estoy bien —farfullo cansado y paso por su lado saliendo de la habitación

—Solo vas por ella ¿cierto? —ni siquiera le miro —Jason vas a buscarte problemas

—Ya los tengo, ya la besé —escucho como se atraganta y comienza a toser, pero no dejo de caminar

—¿Qué hiciste qué? ¿Estás loco? Puedes perder tu trabajo Jason, ese hombre

—Es un machista —lo miro —un maltratador y un estúpido creído que se cree mejor que todos y que como su esposa es más joven intenta hacerla sentir una mierda cada día de su vida para que ella no le deje, la viste como vieja, la trata como esclava y la humilla frente a otras personas siempre que tiene la oportunidad, ¿sabes la poca autoestima que ella tiene por su culpa?

—Ese no es tu problema

—Lo es desde que la vi y no me la saco de la cabeza, quiero verla reír Jeff y no solo a ella, a los niños, a sus propios hijos los trata igual, no los quiere y si lo hace es el tipo de hombre que jamás lo demostraría

—Repito, no es tu problema —bufo y comienzo a caminar de nuevo

—Pienso hacer que lo deje

—¡Dios!

—Y luego de eso me reiré en su cara —salgo del Hospital y respiro hondo, al fin ya no siento ese olor horrible que hay en todos los hospitales, sonrío —y no lo hago porque la quiera para mí, ya lo hago por él, quiero que vea que ella es mucha mujer para él —miro a mi amigo —y que a pesar de todo no va a conseguir que sea débil como él quiere hacerla sentir, me encargaré de ello —Jeff resopla no feliz con mi confesión, pero como poco me importa subo a mi auto y sin darle tiempo a subir arranco este, escucho sus maldiciones hacia mí, pero riendo me alejo de ahí.

—¡Jason! —grita un pequeño cuando bajo del auto, Kan rápido corre hacia mí y me abraza con fuerza, río feliz con su bienvenida, pero no tanto por no ver a Kathleen, tampoco puedo ver a Alis.

—Muchacho cómo estás —revuelvo su cabello y ríe

—Bien, ¿tu herida ya no duele? —niego sonriendo

—He recibido heridas peores —digo guiñándole un ojo, él me mira sorprendido —¿no tenías hoy escuela?

—Hoy no —niega con lentitud

—¿Qué sucede? ¿Dónde está Alis?

—Papá la castigó —tenso mi mandíbula —quería estar con mamá y él no la dejó

—¿Y qué le pasa a tu mamá?

—No se sentía bien —asiento y el pequeño se acerca más a mí —estaba vomitando —hace una mueca de asco —parece estar enferma —murmura triste y suspiro

—Gracias por ponerme al día chico

—¿Cuándo jugaremos con la pelota? —camino hacia la casa

—Quizás en la tarde —le grito y él dice un gran sí feliz, entro a la casa y camino por esta, no sé en donde están todos, pero todo está en completo silencio, paso por el despacho de Nick y al parecer este está dentro, respiro hondo y voy hacia las habitaciones, me detengo frente a la de Alis, pero suspiro y voy hacia la de Kathleen, ¿enferma? Ya estoy preocupado y quizás ya está bien, empujo la puerta con sumo cuidado y entro sin tocar, no veo a nadie por la habitación, pero la puerta del baño se abre y la veo a ella salir de ahí envuelta en una toalla, con parte de su piel mojada y su cabello húmedo, trago en seco intentando no parecer un adolescente excitado por solo verla y cuando sus ojos se fijan en mí se detiene en seco.

—Jason —musita algo confundida —estás aquí

—¿Estás bien? Kan me dijo que no lo estabas —repaso sus ojos y su cuerpo notando algo distinto pero aún no sé qué

—Al parecer algo me había caído mal —ella sonríe apretando más la toalla a su cuerpo —nada grave, ya estoy bien —doy un paso hacia ella, pero entonces noto lo que tiene distinto y es una pequeña herida en su labio que antes no tenía, de golpe toda la excitación que sentía desaparece dando paso a la rabia.

—Tu labio está roto —ella se tensa —y no fue en el bosque, fue él ¿verdad?

—Jason

—Lo mataré —bufo y le doy la espalda rápido, camino hacia la puerta, pero siento sus manos agarrar mi brazo

—No —pide con desespero y la miro —para, no hagas nada

—Kathleen puedo ayudarte —me acerco más a ella —solo déjame hacerlo, puedo sacarte de aquí y llevarte lejos de Nick, a ti y a los gemelos

—No puedo —maldigo en voz alta

—sí puedes, nada va a pasarte

—No lo entiendes, Nick me encontraría y sería peor, tú perderías tu trabajo

—No me importa maldición —mis manos van a su rostro —él te pega

—Es la primera vez que lo hace —retiro mis manos mirando sus ojos sin creerme que ahora mismo este defendiéndolo

—¿También vas a decir que es la primera vez que te maltrata? —me alejo unos pasos de ella —estoy seguro de que desde que llegaste a esta casa lo está haciendo, estoy seguro de que siempre te ha humillado y ofendido, queriendo hacerte sentir débil, eso intenta Kathleen

—Jason —sus ojos se muestran tristes

—Puedo ayudarte a salir de aquí —expreso, claro que puedo y no me importa perderlo todo

—No me iré de aquí —dije tajante haciéndome apretar mis dientes —no si no tengo lo necesario para mandar a Nick a la cárcel, solo ahí me iré, mientras no puedo, Nick me encontraría, me quitaría a mis hijos, sería peor todo.




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