El lado oscuro del amor

Capítulo 12: Trato

Jason

Camino con rapidez hacia el despacho de Nick, pero cuando llego a este me detengo en la puerta, debo tranquilizarme o cuando entre ahí lo mataré a golpes, sé que debo pensar con la cabeza fría, no puedo hacer tonterías, tengo mucho que perder, pero si Kathleen hubiera aceptado mi ayuda no dudaría en dejar mis planes atrás para ayudarla, aun luego de que no querer mi ayuda me encantaría entrar ahí y golpearlo, pero sé que solo haría más daño, respiro hondo cerrando mis ojos con fuerza y luego de contar hasta diez toco la puerta, al escuchar a Nick entro, tengo que encontrar una forma de ayudarla a ella sin hacerle daño, ¿pero cómo?

—Cooper —él se pone de pie —que bueno verte ya de pie

—Gracias, señor —me siento frente a él y Nick vuelve a tomar asiento

—Pero no tienes que quedarte, puedes tomarte unos días para ti, aún te ves pálido —sonrío apretando mis puños para controlar la rabia que siento ahora mismo.

—Puedo hacer mi trabajo señor y lo haré bien —él asiente —pero no lo haré tan bien si no sé quien quiere matar a su familia —él deja de mirarme —y usted sabe algo.

—No se nada

—Se hace el valiente y es un cobarde

—¿Cómo dices? —gruñe poniéndose de pie —ten cuidado Jason

—Tenga cuidado usted —lo miro con toda mi calma —puedo irme, dejarlo por su cuenta, le pondrán otras personas a cuidarle, pero ninguno como yo y hay cosas en esta casa que no me gustan

—¿Cómo qué?

—En primero sus secretos que no me dejan hacer mi trabajo y en segundo como usted pega a su esposa —él aprieta sus puños pero no podía contenerme

—Me gusta tu sinceridad Cooper, pero si quieres seguir aquí no te metas en mi vida

—Sabe que me necesitas —me pongo de pie —y si vuelve a pegarle haré que todos sepan señor

—No me amenaces muchacho —él se acerca a mí

—Y no trate de darme miedo, no soy su esposa —sonrío mirando sus ojos —a mí me importa un bledo quien sea, si es juez o no, si es rico o no —bufo —tenga cuidado

—No quise hacerlo —él se rinde volviendo a su silla —pero Kathleen

—No quiero saber —me mira confundido, pero no dejaré que me hable mal de ella —solo quería dejar ese punto claro, ahora lo único que quiero saber es quien quiere matarle

—Ya le dije que no sé

—Pero creo que tiene sus sospechas —él respira hondo

—Hace unos años metí a la cárcel a alguien inocente —él se revuelve en su silla

—¿Pensó en ese momento que era culpable? —suspira dejando claro la respuesta

—Necesitaba el dinero, hice un favor a alguien —tenso mi mandíbula —mientras ese hombre estuvo en la cárcel mataron a su esposa e hijos, me culpa a mí, lo culpé de un crimen que no cometió y por esa razón mataron a su familia —Nick pasa las manos por su rostro —eso es todo —se pone de pie y con manos temblorosas echa un poco de bebida en un vaso.

—Usted

—Sé lo que piensa, no volví a hacerlo y esto no puede salir de aquí —asiento aunque sé que eso de no volví a hacerlo es mentira

—Envíeme en un correo nombres y fotos —él asiente —sé que Alis está castigada, ¿podría verla? —me mira alzando una ceja

—Cooper respeto tu orientación sexual, pero me gustaría que frente a mis hijos se comportara como un hombre y no jugando con muñecas —mis cejas se alzan y evito reír caminando hacia la puerta —y no, no puede verla, está castigada hasta mañana, ni siquiera Kathleen la verá —solo asiento y salgo de ahí o romperé su cara justo como quiero hacer.

La puerta de la habitación en la que Alis está, estaba cerrada con llave, era de esperarlo y por esa razón ahora me encuentro caminando por el virilito de la casa para entrar por una ventana a su habitación, no tengo miedo, pero mi corazón late con prisa en mi pecho y estoy sudando, ¿ya estaré viejo? Me detengo en la ventana y como está entreabierta entro, sonrío triste viendo a la pequeña sobre la cama acostada.

—Al parecer no me echaste de menos —rápido voltea al escucharme y una enorme sonrisa aparece en su boca

—¡Jason!

—Más bajo —digo en un susurro, ella salta de la cama y viene hacia mí, me abraza riendo

—Entraste por la ventana —sonrío asintiendo

—Nunca tengo miedo —le guiño un ojo

—Estoy castigada —bufa mientras me siento en la cama —y no puedo ver a nadie, solo quería estar acostada con mamá porque ella no se sentía bien —la pequeña se sienta a mi lado —a papá no le gustó verme en su cama.

—Estoy orgulloso de ti —ella me mira —cuidabas de tu mamá —sonríe —y por eso te traje esto —saco de mi bolsillo una barra de chocolate, rápido la quita de mis manos y río

—Gracias Jason, dejaré la mitad a Kan que le encanta —sonrío

—Le daré uno a Kan, ese es para ti —más feliz se pone la niña y comienza a comer el chocolate sonriendo.

—Dijiste que me ayudarías a peinar mis muñecas —ella busca rápido estas —¿puedes ahora?

—Claro —sonrío sin poder decirle que nunca he peinado una muñeca, pero ella parece tan ilusionada por jugar y no estar sola que es imposible negarme a algo.

★★★

Kathleen

Aún puedo sentir el beso que Jason me dio y las mariposas en mi estómago no se han ido, sonrío pensando en eso, pero mi sonrisa se borra un poco mientras voy llegando al despacho de Nick, respiro hondo sin tener idea de lo que quiere, ya que pidió verme, solo espero que sea algo bueno y entro al despacho con lentitud, él me mira y sonríe.

—Quería pedirte perdón —alzo una ceja cuando lo escucho, Nick se pone de pie —no debí pegarte

—No, no debiste

—Por eso quiero hoy invitarte a cenar fuera —él toma mis manos —iremos a un lugar bonito y podrás cenar lo que quieras hoy —él sonríe

—Está bien —asiento —me gustaría que le quitaras el castigo a Alis —niega rápido con la cabeza

—Alis cometió un error

—Solo quería estar conmigo, su madre —él resopla —Nick

—Me habló feo Kathleen —lo miro desconcertada

—Ella solo se enfadó porque la sacaste de la cama como si fuera un perro, Nick




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