Capitulo 19

David se despertó junto a Valeria en su cama, los dos estaban desnudos y se habían pasado prácticamente toda la noche haciendo el amor como compensación por todo lo ocurrido durante estos días, de hecho, David reconoció que lo mejor del mundo era verla dormir, ya que le parecía lo más dulce que había visto nunca. Aunque ella en verdad no estaba dormida, ya que movió su mano izquierda por debajo de las sabanas y la llevó a sus partes, comenzando a masajearlo lentamente.

– Amor… – Susurró David llevando su mirada al techo –. No deberíamos de hacerlo, mis padres están abajo y podrán subir en…

– Shh – ella llevó su dedo índice derecho a los labios de él para indicarle que se callará –. Déjate llevar y aprovecha el momento… – Se metió bajo las sabanas y empezó a hacer su trabajo favorito...

– Me has dejado seco – le dijo David a Valeria antes de bajar las escaleras, aunque su cara se puso seria cuando observó que había dos grandes mochilas al lado de la puerta principal de la casa, así que bajo corriendo para dirigirse directamente al salón, donde estaban sus abuelos y sus padres –. ¿Os vais? – Fue lo primero que dijo él.

– Tenemos que acabar un par de cosas que dejamos a medias para venir a ayudarte – contestó su padre levantándose del sofá.

– Pero tras eso volveremos aquí para tomarnos unas pequeñas vacaciones – agregó su madre viendo la cara de duda que puso David –. Te lo prometemos, es más, se lo estábamos comentando a tus abuelos.

David se giró hacia ellos dos y observó como su abuela le asentía con la cabeza.

– Será rápido, no creo que no llevé más de un mes.

– ¡Un mes! – Se sorprendió David –. ¿A dónde se supone que vais?

– No todo parece tan fácil como todo esto de la bruja, que por cierto, y hablando del tema. ¿Sabéis que la casa del lago también ha desaparecido? – Les comentó su padre.

– ¿En serio? – Soltó Valeria –. Cuando nosotros salimos de ahí estaba en perfectas condiciones. Es más, no parecía que fuese a desintegrarse…

– Pues al final sí que lo hizo – afirmó su madre –. Jessica cree que la casa estaba de alguna manera ligada con ese mundo. Por lo que en cuanto desapareció ese mundo, desapareció la casa.

– ¿Crees qué ese mundo fue en donde estuvieron las brujas durante todo esto tiempo hasta que lograron salir de allí? – Quiso saber David.

– No lo dudes… Aunque me pregunto cómo es posible que todo estuviese conectado – susurró su padre mirando al suelo –. Pero sea como fuese, todo esto ha acabado y ahora parece que todo ha vuelto a la normalidad. De hecho… Íbamos a comentarte que va haber por esta zona un grupo de cazadores para vigilar los terrenos – pausó –. Sé que os gusta, y a tus padres menos – miró a Valeria –. Pero es por la seguridad de todos… No vaya a ser que vuelva a pasar lo mismo en algún otro lugar.

De repente, la tranquilidad que había dentro de la casa fue interrumpida por el ruido de un motor en el exterior, así que se asomaron a la ventana y observaron que era Jhon y Matilda con su camioneta.

– ¡Si mal no lo recordáis, hoy hay clase! – Les gritó Jhon desde el interior del vehículo.

– Mierda… – Masculló David al acordarse –. Será mejor que nos vayamos, a no ser que queramos suspender – miró a Valeria y luego a sus padres –. Espero que al menos esta vez mantengamos el contacto, aunque sea algún mensaje de vez en cuando – susurró mirando al suelo.

– Eso dalo por hecho – su padre se abalanzó sobre él para darle un fuerte abrazo, uniéndose también su madre a continuación.

– Esta vez te avisaremos de todo – agregó su madre –. Y nunca bajes la guardia, ¿vale? – Pausó –. Y no suspendas, ¿entendido?

– ¡Mamá! – Se avergonzó él separándose de ellos dos –. Os quiero – vio las sonrisas de sus padres y a continuación agarró la mano de Valeria para salir pitando de allí –. ¡Luego nos vemos, abuelos! ¡Y tened un buen viaje! – Añadió saliendo de la casa mientras se dirigía hacia el coche para continuar con sus vidas.

FIN