Después de discutir sobre el localizador y la posible ubicación de la organización, Jenkins se mostró reacio a seguir adelante. "Hijo, esto es algo peligroso", dijo. "No sabemos qué nos espera allí".
Pero Jack estaba decidido. "Papá, tenemos que hacer esto", dijo. "Tenemos que salvar a los animales y descubrir qué está pasando".
Jenkins suspiró y finalmente accedió. "Está bien, hijo. Pero tenemos que ser cuidadosos. No sabemos qué tipo de personas estamos tratando".
Se equiparon con sus recursos y cosas que recogieron de la bodega, y emprendieron un viaje hacia la ubicación de la organización. Jenkins se alegró al saber que no era una zona poblada, lo que reducía el riesgo de ser detectados.
Mientras viajaban, se encontraron con un hombre que tenía señales de haber sido atacado por otros dos hombres. Jack se acercó a él y le dijo a Jenkins que lo ayudarían. Pero Jenkins se negó.
"No, hijo", dijo. "No sabemos qué está pasando aquí. Podríamos ponernos en peligro".
Pero Jack no lo aceptó. Corrió hacia el hombre y lo ayudó a levantarse. Jenkins se puso nervioso y apuntó con su arma a los agresores, que huyeron rápidamente.
El hombre les dio las gracias y les contó que había sido atacado por dos hombres que parecían estar buscando algo. Jack y Jenkins se miraron y se preguntaron si esto podría estar relacionado con la organización.
"¿Qué dirección iban?", preguntó Jack.
El hombre se lo dijo, y Jack y Jenkins decidieron seguir en esa dirección. Estaban más decididos que nunca a descubrir qué estaba pasando y a salvar a los animales.