Capítulo 12

Yampolsky, rodeado de guardaespaldas, iba por el pasillo del Club nocturno "Prime Time", donde dentro de media hora debía comenzar el concurso de belleza "Miss Ideal". Una gran campaña publicitaria hizo que toda la ciudad hablara del concurso. Representantes de los principales medios de comunicación y canales de televisión de la ciudad llegaron para cubrir el evento.

El concurso, patrocinado por la empresa "Industrial Invest", fue iniciado por la agencia de modelos "Elit Models Lux". La ganadora del concurso se convertiría en la cara de la empresa y sería premiada con un viaje a París. Además, se rumoreaba que el fondo de premios del concurso era una cantidad fabulosa.

Por supuesto, los rumores eran obra de Boris y los echaba a rodar a propósito. Pero ¿podría ser diferente cuando el multimillonario Yampolsky es el presidente del jurado? Arsen, de hecho, no era tacaño, y había muchas nominaciones.

Las chicas se lo merecían. Y él se encargará personalmente de la ganadora.

De repente quiso verla. Yampolsky se desvió abruptamente de la ruta planificada, y los guardaespaldas giraron tras él en silencio.

— Averigüen dónde está Kazarinova, — ordenó Arsen, y al pasar un minuto ya estaba frente a una serie de habitaciones en el segundo piso, donde generalmente se organizaban camerinos para los artistas invitados o se preparaban para la actuación las bailarinas. — Llámenla.

Ella seguramente no está sola, no estaría bien irrumpir con los guardaespaldas a la habitación donde las chicas se están vistiendo. Además, allí están los maquilladores, peluqueros.…

— Arsen Pavlovich, ¿usted?, — Eva se quedó en la puerta y miraba con asombro a Yampolsky. Y él de repente se quedó sin aliento.

El color amarillo le quedaba sorprendentemente bien. El vestido bajaba por sus piernas, ensanchándose hacia abajo y haciéndola parecer una princesa de Disney.

— Vine a desearte suerte, Eva, — la voz le salió sorda, porque por alguna razón se había puesto ronco.

Arsen tenía una extraña sensación de que no se conocieron ahora, que se conocían desde hace mucho tiempo, solo que ahora fue que se encontraron.

Su rostro, conmocionado y un poco alarmado, provocaba unas vagas sensaciones de que ya se habían visto en algún lugar. Quizás en una vida pasada. Por eso ahora esta chica delgada le parecía sorprendentemente cercana.

Es necesario irse, antes de que se delate o diga algo estúpido. Yampolsky dio un paso atrás hacia la guardia que se había retirado a una distancia respetuosa.

— Gracias a usted, — se arregló el pliegue del vestido con los dedos, mientras Arsene pensaba en lo mucho que le gustaban esas manos.

— Seré tu fanático, — sonrió con la comisura izquierda de los labios y se dirigió a las escaleras, dejando a la desconcertada chica sumida en la más absoluta perplejidad.

En la sala VIP, aquí, en el segundo piso, espera una cesta de rosas blancas. Debe firmar la tarjeta, y el guardia entregará el ramo como está previsto. Arsen se imaginó la cara a Eva mientras leía la tarjeta y volvió a respirar con más frecuencia.

Definitivamente, debe transferirle a Navrotsky acciones del holding. Se las ganó tanto por el concurso como por Eva. Yampolsky pasó a su VIP, las rosas eran lujosas.

— Arsen Pavlovich, allí ya están esperándolo, —se paró un guardia en la puerta.

— Ya voy, Alexei.

Yampolsky sacó un bolígrafo y escribió en un rectángulo de cartón con monogramas: "Nos vemos en París". Lo puso en las rosas, le indicó a Alexei con la cabeza a la cesta de rosas y se dirigió a la puerta.

Arsen Yampolsky y su Shere Khan:

¿Te gusta Arsеne-Shere Khan?