El enorme edificio recubierto de cristal y metal lucia imponente entre los demás, cuando el taxi se detuvo frente a este mi corazón dejó de latir, llevaba todo el trayecto latiendo agitado y ahora dejaba de latir, interesante.
Me tomé unos minutos dentro del vehículo para estar seguro de lo que iba a hacer, pero mis ideas eran tan locas que incluso mi muerte había pasado muchas veces por ella, así que no tuve más opción que pagar y bajar del mismo, un alto hombre, de cuerpo corpulento y una seria mirada estaba en la entrada principal, me miró muy fijamente por lo que pareció una eternidad.
—Buenos días, tengo una cita con el señor Castle—mi voz salió casi inaudible, pero por alguna extraña razón lo hizo sonreír.
—Buenos días señor Moose, mi nombre es Mario, el señor Castle lo espera, por favor sígame—la voz del rudo tipo era ridículamente calmada y amable, me hizo sonreír con ganas.
Caminé detrás de él, el lugar estaba bellamente iluminado y decorado, sobre todo, en una amplia mesa con la placa de recepción alrededor de seis personas atendían las numerosas llamadas que aparentemente entraban.
Nos desviamos a un pasillo amplio, pasamos por un cuarto de grabación donde un chico de cabello rizado tocaba como un loco una guitarra eléctrica en un rojo fuego que quizás terminaría en llamas, tenía un gran talento, inmediatamente me sentí intimidado.
La placa dorada con el nombre de Fabián Castle estaba colocada en la puerta de madera oscura, al final del pasillo, iba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta exactamente por donde me llevaron, el hombre llamado Mario tocó suavemente, desde adentro nos ordenaron pasar.
—Señor, el joven Moose acaba de llegar—Mario me introdujo.
Cuando me dio el espacio pude apreciar al hombre detrás del escritorio rojo, un color algo inusual a mi parecer, más para una pieza de madera.
Fabián Castle, tendría un poco más de treinta años, vestía una camiseta polo blanca y un suéter rojo vino anudado a su cuello, me regaló una amplia y blanca sonrisa invitándome con un suave gesto de su mano a tomar asiento.
El sillón de tapizado rayado se hundió un poco, ¿Cómo es que este hombre que lucía tan calmado podía moverse en una decoración tan llamativa? la oficina tenía una iluminación espectacular y a diferencia de lo podría haber supuesto, se encontraba en el primer piso, no en el último.
Ni siquiera entiendo porque me estoy desviando a ese detalle en particular, mi mente suele divagar cuando estoy nervioso y ahora viendo como Fabián mueve su boca, aunque yo no he escuchado nada solo puedo parpadear como un loco, por lo que el hombre tan solo sonrió.
—Lo siento, no estaba prestando atención.
Tan solo negó acercándose a su escritorio y asintió.
—Tranquilo, solamente dije buenos días Alejandro—su voz concordaba muy bien con su apariencia tranquila
—Buenos días señor Castle—nuevamente soné nervioso.
—Llámame Fabián—me pidió con una sonrisa—bueno, veo que tu mamá te dio mi mensaje
—Así es, me sorprendió mucho su llamada y bueno tuve mis dudas.
—Claro, cualquiera la tendría, ¿Qué te dio la seguridad al final para aceptar la cita?
—El internet—respondí, haciéndole soltar una alta carcajada—investigué un poco sobre usted y la casa disquera, cuando miré con quienes han trabajado no lo pensé más y bueno aquí me tiene.
—Excelente, una razón más para agradecer la tecnología—sonrió y suspiro profundamente—bueno, creo que tu mejor que nadie conoces los beneficios de las redes sociales y lo rápido que un talento puede esparcirse a nivel mundial, que es tu caso claro, cuando una de nuestras recepcionista estaba viendo uno de tus videos simplemente me di cuenta que había encontrado lo que estábamos buscando—sonrió nuevamente—cuando mostré ese mismo video a los directores estuvieron de acuerdo conmigo de forma inmediata y bueno aquí estamos ahora conversando frente a frente.
Hizo una pausa esperando respuesta, pero no sabía que decir, aparentemente mi corazón había recordado como latir, pero a cambio de eso perdí mis cuerdas vocales.
—En unos minutos iremos a la sala de conferencia donde estarán los otros miembros de la junta, te harán algunas preguntas básicas claro esta y te mostraran el contrato que se ha creado para ti—tan solo asentí cual bobo sin saber exactamente que más hacer— te recomiendo que lo leas muy bien, puedes llevártelo a casa, hablarlo con tus padres y cuando estés seguro regresas y nos da tu decisión, ¿alguna duda?
Quizás esperaba que me tomara un tiempo para responder o bien que lo llenara de preguntas, pero solo negué.
—No, está todo bien, la verdad si me gustaría conversar con mis padres antes de tomar una decisión.
—Excelente, bueno—se puso de pie, yo lo seguí—si me acompañas aún hay mucho que hacer, por cierto, tienes un estilo muy propio y original, me agrada.
No sabía si los halagos eran normales, rara vez los recibía, antes de poder responder mi celular repico, era mi novia, rechacé las llamadas mientras caminaba al lado del señor Castle hacia otro salón, sabía que eventualmente tendría mis reclamos con ella, solo esperaba que esta nueva oportunidad la relajara un poco.