El mundo de Lilly

14. Premio.

Mis manos sudaban sin parar, mientras mi corazón llevaba un palpitar descarriado y nuevamente todas mis ideas se estaban volviendo loca, construyéndome diferentes escenarios de como esta noche podía terminar, algunos eran muy positivos, otros completamente aterradores.

Restregué mis manos una vez más contra la suave tela del pantalón negro, el esmoquin que habían escogido era muy fino, de una marca muy famosa, pero para mi cuerpo y los nervios parecía importarle muy poco que estuviera sudando algo que bien costaba lo mismo que un automóvil.

Todos los chicos vestíamos esmoquin, pero cada uno le dio su propio estilo, el de Samuel era de un azul marino oscuro, pero la parte trasera de su chaleco era de cuero rojo, el de Ryan igual negro como el mío, pero utilizaba un pequeño corbatín rojo que combinaba con el lindo vestido de Coralia, quien lucía muy hermosa en un vestido rojo brillante, sin tirantes y muchas piedras que lo hacían brillar, su cabello estaba sujeto en una especie de peinado raro que despejaba su rostro.

Fabián cambió su camiseta estilo polo por un esmoquin de un rojo vino, definitivamente muy diferente, para darle un toque de informalidad no use corbata, la camisa de un morado llamativo ya era suficiente para mí.

Todos lucíamos nerviosos dentro de la limosina, solo podíamos escuchar nuestras respiraciones y los dedos indomables de Ryan que ahora se estrellaban sobre la pequeña cartera de Coralia.

—Tranquilos, si están aquí es porque lo merecen, así que por favor respiren, bueno respiremos—Fabián intentaba animarnos, como si apretaran un botón en nosotros todos inhalamos al mismo tiempo y luego exhalamos.

—Te ves hermosa Coralia—Samuel cortó un poco los nervios de ella, quien sonrió torpemente.

—Ustedes también, muy guapos todos, serán la sensación—disfrute de vernos juntos, de sentirnos un grupo unido y apoyándonos.

La limosina disminuyó la velocidad, mientras esperábamos que otros artistas bajaran, solo podíamos observar la alfombra roja colocada en el O2 Arena, el mismo estadio donde inicio y terminó nuestra gira.

Era nuestro momento, nos tocaba bajar a todos ahora, Fabián abrió la puerta, fue el primero en salir, luego Samuel quien ayudó a Coralia con su vestido, detrás de ella Ryan y por último yo. Los chicos amontonados en los laterales del lugar gritaron con fuerza, las vibras y adrenalina eran únicas, aunque nosotros hoy desfilábamos por la alfombra no podíamos dejar de actuar como fanáticos cuando mirábamos a las grandes estrellas.

Muchos de los artistas que admirábamos se encontraban a pocos pasos de nosotros, incluso algunos nos saludaron, dejándonos obviamente más emocionados que nunca, pero logramos calmar nuestras emociones y no gritar, nos mostramos muy calmados.

En ese momento la vi, sentí como los demás chocaron a mi espalda, se movía tímidamente en las orillas de la alfombra, sin tocarla, estaba cerca de las vallas que impedían a los fanáticos acercarse demasiado a nosotros, lucia confundida, pero tan hermosa.

Sin pensarlo camine hacia ella, seguro, confiado, no más miedo, no más nervios, una sonrisa se formó en su rostro en cuanto me vio.

—Hola—susurró, con esa nota de emoción y alegría en su voz.

—Hola, te ves hermosa Lilly, preciosa en miles de niveles—era una palabra demasiado simple para describir lo que mis ojos miraban.

La separé de la baya donde las chicas ya intentaban alcanzarme, los flashes se movieron en dirección a nosotros, lo que creo no era nada bueno por lo que tomándole la mano y colocando mi mano en su espalda la hice avanzar hacia el interior.

Su vestido era de un verde esmeralda muy hermoso, ajustado a su delgada figura, no tenía tirantes, mostraba la hermosa piel de sus hombros pecosos, en su cabello llevaba una cinta del mismo color del vestido, con algunos brillos en ella, su cabello ahora eran rulos de fuego. Sus ojos lucían más azules que grises, quizás por el maquillaje, la parte baja del vestido era flojo y parecía haber varios tipos de tela, sus ojos chocaban con los míos, supongo que usaba tacones muy altos.

Pude notar que se sentía incomoda ante las cámaras, puse mi mano en su espalda y para mi sorpresa sentí la electricidad correr por ella, el escote era hermoso, quizás demasiado para mi tremenda y ahora casi incontenible atracción por ella.

—Vamos adentro, espero te hayan ubicado en nuestra mesa—le indique emocionado, realmente estaba feliz con tenerla aquí a mi lado, en una noche muy especial.

—Espero que no, sería demasiado para mí—respondió rápidamente.

Por supuesto que entendí su punto y seguí avanzando con ella, se tambaleaba un poco pero quizás eran los nervios.

—Alejandro—Fabián me llamó, venia atrás de nosotros. —Lilly, bienvenida, te ves muy hermosa—la abrazó con mucho cuidado.

—¿Qué paso Fabián? — pregunté, mi mano seguía unida a la de ella, fruncí el ceño cuando Fabián pareció dudar, me miro y luego a Lilly.

—Nicole está aquí—susurró, Lilly se tambaleo un poco hacia atrás pero solo sonrió, escuché como suspiro profundo.

Su mirada y la mia se encontraron apenas unos segundos, me regalo una tibia sonrisa y tan solo asintió.

—Tranquilo, ve con ella, Fabián me acompañará a la mesa ¿verdad? —me dijo ella con voz calmada.




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