El mundo en Iris.

capitulo 2 parte1

Dañé todo y ni siquiera di un paso, ¡Dioses! que le diré a Tomás ahora.

Entro a mi hogar, respirando profundamente el olor a Tomás, su olor me calma, siempre lo hizo.

Me saco los zapatos y lo dejo a un lado ya que los tengo que limpiar, y me dirijo a mi cuarto, Tomás aun no llega del entrenamiento, no me sorprende, dura mucho y recién son las 1de la tarde, más que seguro pondrá su cuerpo eso de las 5 en casa.

Me doy un baño para relajarme y sacarme el barro seco. Aún pienso en la mañana que acabo de pasar, el beso de Tomás que me dejo helada y mi situación bochornosa con Derek (apoyo mi frente en la pared de la ducha y cierro los ojos) soy una tonta arruiné todo, empecé mal por mi aspecto el cuál estuve así durante una hora y luego mi falta de respeto hacia él y su "amiga". No pude manejar mis sentimientos y así salió todo, todo mal.

Despego mi frente de la pared y abro los ojos, debo dejar de lamentarme por esto, mañana sabré si lo estropeé y si lo hice buscare otra entrevista y ya.

Ahora el beso es lo importante ¿qué hare?, me dijo que puso todo en orden nuestro asunto, pero yo no ordene nada. Soy un desastre.

Salgo de la ducha y me voy a mi cuarto, cierro la puerta y me cambio, ya no parezco una loca (me rio) al verme al espejo.

Debería acostarme para poner en pausa mis pensamientos, pero decido bajar y comer lo que Tomás ha dejado para mí y ver algo en la televisión; Ver personas con problemas alivianará los míos por un tiempo, suena feo, pero ver y saber que lo demás también se equivocan me hace sentir más humana y eso es lo que quiero, aunque ahora me serviría para olvidar (¡bipolar!).

Tomás a preparado lasaña y esta riquísima y la película de terror que agarre en la tele es un asco, yo doy más miedo.

Escucho abrir la puerta de la entrada de casa y sé que es Tomás, lo que no se es cuando me quede dormida, me dolerá todo el cuerpo. Entra enojado, me ve, pero no me saluda y se va directo a su cuarto dando un portazo, suspiro, mi padre de nuevo lo ha hecho enojar.

Mi padre es uno de los demonios más temido que conozco, a mí no me asusta, pero a los demás sí. Su forma de ser con los cornudos le ha dado cierta reputación de sádico y loco; ahora me pregunto es obvio que sea así, es un demonio no un ángel o elfo, pero de todos modos su entrenamiento es feroz y nunca está conforme. Odia que lo contradigan y sé que aquí está el problema que tuvo con Tomás, ninguno de los dos se tolera y me saca de quicio que sean así.

Entro a la habitación sin golpear y lo veo acostado de manera fetal sobre la cama, está viendo hacia la ventana. No digo nada y me acuesto a su lado abrazándolo, me duele que mi padre no lo tolere

solo porque es brujo puro, es injusto ya que yo soy mitad bruja por mi madre, a veces mi padre olvida esto. Hemos peleado muchas veces sobre esto.

No decimos nada solo estamos así abrazados hasta que el ruido de hambre se hizo presente, nos giramos hasta quedar de espalda al colchón mirando hacia el techo, es difícil romper el silencio cuando podemos terminar de estropear todo al hablar.

Lo miro de costado, su perfil indica que hoy practicaron lucha, está todo moreteado y rasguñado por todos lados, pero sus ojos indican que estuvo llorando lo que eso no es bueno, él no llora por estar lastimado físicamente, directamente no llora. Mi padre me escuchará fue demasiado lejos esta vez.



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Editado: 22.02.2021

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