Pasamos entre la multitud que está bailando como loca, y me pisan, golpean y creo que me hicieron un nuevo peinado, en fin.
Hemos llegado a la puerta enteros, dulce libertad y oxígeno, Tomás todavía este agarrado a mí en estado zombi, llegamos al auto, entra primero y sé que dormirá apenas arranque el auto, subo a mi puesto y empiezo a recorrer el camino de regreso a mi hogar. Todo está en silencio y oscuro, es hermoso, por primera vez en el día estoy tranquila.
Entro el auto al garaje, miro a mi compañero y suspiro pensando que no sé que estoy haciendo, papá tiene razón estoy rompiendo reglas tanto sobre mi vida como en amor. Aunque no sé si sea amor, jamás me lo cuestione hasta hoy donde todo me hizo reaccionar que no sé qué estoy haciendo. Miro hacia adelante, y cierro los ojos, hoy solo terminare el día me digo mentalmente, abro los ojos y salgo del auto. Esta vez lo despierto dulcemente y nos vamos a nuestros cuartos.
Mis ojos no se quieren abrir parecen pegados por el pegamento que utilizan los zapateros, pero ese sonido del celular es hartante, hasta que me doy cuenta que no es la alarma es una llamada, me levanto a lo torpe ya que me caigo de la cama por intentar alcanzar el celular que estaba más lejos de lo que pensaba, toco el botón de aceptar llamada.
- ¿hola? (digo mientras me sobo la rodilla que me golpeé)
- ¿hablo con Iris Prince?(voz delicada, demasiado)
-s.…si (digo volviendo en sí, estoy dormida sí)
-le hablo de la empresa de Autorizaciones de Planes y Seguro, usted ayer tenía una entrevista, pero el Señor Hale me informo de un imprevisto, y me dijo que la volviera a llamar para concretar una nueva
-bu bu bueno si, tuve imprevisto, pero pensé que la oportunidad ya estaba perdida (estoy sorprendida y dormida)
- (se ríe) pues le habrá caído bien al Señor Hale, no da segundas oportunidades. Entonces, ¿podrá hoy a las 16hs?
-si claro, gracias
-nos vemos, hasta pronto. (cuelga)
Quedo en shock, no pensé que llamaría después de mi incumplimiento indirecto y mi falta de decoro, pensé que mi currículum estaría pasando por el triturador y esparcido por el aire.
Me levanto del suelo y voy al baño, sigo fea, esto de rezar no está funcionando. Al terminar voy a la cocina, quiero comer y mucho ayer fue un día de locos y hoy necesito fuerzas.
Me sorprendo a ver a Tomás haciendo el desayuno, sonrío por verlo tan normal y con menos marcas en su rostro.
-buen día, borracho brujo (beso su cachete y me siento mirándolo)
-no me lo recuerdes, muero de vergüenza, no me acuerdo que paso adentro de ese lugar ni como llegue, solo sé que deje mi hígado en su inodoro. (niega sonriendo mientras pone un plato de cereal de frutilla y leche frente a mi)
- pues lo que yo vi fue tenían una conexión especial.
- (se ríe) ¿por qué?
-lo abrazaste y mucho, como un peluche
- ¡dios! qué asco, no me dejes beber más, (me señala)
- ¡sí señor!, por cierto, ¿por qué bebiste?
- (me mira fijo y sé que está dudando) quería olvidar el día, bueno una parte (se sienta y come)
-la parte de mi papá (como mi desayuno)
- (vuelve a mirarme y baja la cabeza hacia el plato) no quiero que seas un buitre ¿de acuerdo?, solo dejémoslo ahí, sé que no es el momento de poner más peso sobre tu espalda, hablemos cuando sea el momento oportuno.
- ¿y si este es el momento? (lo miro) Tomás sé que sientes por mí y no quiero que lo ocultes ni que te alejes, solo dame tiempo.
- (se ríe y me mira inseguro) ¿eso que significa? ¿qué sientes por mí?
-nunca me lo cuestione, hasta ayer, ese beso puso todo al revés.
- ¡genial! entonces tengo que esperar a que lo descubras, mientras yo tengo que aguantar la posibilidad de que aparezca alguien y tome lo que yo quiero
-es que no se Tomás, no quiero ilusionarte con algo que no pueda llegar sentir, yo no puedo controlar lo que siento y menos lo que pueda pasar.
-bien. (sigue comiendo y lee el libro que le regale) (bajo la mirada y como)
Odio discutir con él; comemos el desayuno en silencio y por mi lado con un nudo en el estómago.
Él se levanta, deja todo limpio y se va a trabajar, cuando pienso que no se despedirá de mi viene y me da un beso en la frente. Sonrío.
Tomás trabaja en una biblioteca, sabe todo de todo, es muy inteligente y para él como para mí es un trabajo que nos beneficia, tiene libros y paz, una parte de mi envida su trabajo.
Yo no tengo trabajo, por ahora, así que me encargo de la casa y hoy es ese día. Limpio y ordeno todo menos el cuarto de él.
Bien, son las dos, debo prepararme para mi segunda oportunidad, tratare de no estropear esta.
Me baño y trato de combinar mi ropa para quedar profesional y no un mapache, al verme en el espejo afirmo que estoy lista para salir.
Debo tomar un taxi, tratare de estar lo más cerca del edifico cuando baje, no quiero caminar de más y que ocurra otro accidente, ya aprendí. Baje decidida a que todo iba a salir bien, respire hondo y empecé a caminar, llego a la puerta giratoria y sonrío. Lo voy a lograr.
El edificio es elegante y da la sensación de confort, me acerco a la mesa de entrada donde hay una chica muy bien vestida, al darse cuenta de mi presencia levanta la cabeza y me sonríe:
-buenas tardes ¿en qué la puedo ayudar?
-hola (sonrío amablemente) tengo una entrevista con el Señor Hale
- ¿su nombre? (teclea en la computadora)
-Iris Prince
-la entrevista es en el piso 5 (me da una tarjeta magnética) mucha suerte Señorita Prince
-gracias, (le sonrío)
Me dirijo a los ascensores, al encontrar uno subo y respiro hondo, estoy nerviosa y no es por la entrevista precisamente, es por volver a verlo. Nuestro encuentro no fue muy bueno. Doy un brinco leve, el ascensor ha llegado, las puertas se abren y yo exhalo el aire.
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Editado: 22.02.2021