El mundo en Iris.

capitulo 4

Me acuesto, no doy más, cierro los ojos y descanso como nunca lo he hecho.

Me despierto sobresaltada, tuve una pesadilla horrible, fijo mi mirada en el reloj y suspiro cansada, es hora de levantarme para tomar mis medicinas y comer.

Agarro un plato con la comida y el contrato para leerlo acostada, es largo y no quiero dormirme en el sillón y si llegara a pasar prefiero la cama.

No sé cuánto pasa, solo sé que Tomás está parado en el marco de la puerta viéndome, debí meterme mucho en entender el contrato que me perdí en el tiempo:

-me asustaste (lo miro y vuelvo a mi lectura con una sonrisa)

-no lo hice (sonríe), ¿cómo estás?( se sienta en la cama frente mío), ¿te dolió?

-me dolió mucho en un momento, pero fue por mi culpa, pero ahora estoy bien, leyendo mi contrato (muevo la carpeta y sonrío con alegría) tengo el puesto (lo miro feliz)

- ¡guau! (su mirada está detrás de mí), eso es genial Iris valió la pena el dolor que te ocasionaste (sonríe débil mente) ¿cuándo empiezas? (vuelve su mirada a mi)

-en cuanto me quiten los puntos (lo miro estudiándolo), ¿por qué nadie se alegra?

-no es así, mira sé que te hace feliz esto, has logrado una de tus metas, pero estaré tranquilo cuando realmente sepa que estas a salvo (suspira). Estoy feliz, porque sé que lo estas. (acaricia mi mejilla dulcemente y su dedo delinea mi boca, lo miro atenta). No puedo evitar lo que siento por ti es cada vez más difícil, verte y no devorarte como quiero, (me mira intensamente, trago saliva nerviosa) no estoy dispuesto a estar sin ti.

-Tomás…, (no sé qué decir, mi corazón late a mil y no estoy pensando bien, he dejado de funcionar) bésame…( sip, lo dije)

No duda ningún segundo en devorarme la boca. Nos besamos con necesidad, es muy difícil no caer en su encanto, todo mi cuerpo se relaja ante él y me dejo llevar.

No pienso en nada por unos minutos y me concentro en tocarlo, su pelo, su cuerpo, me doy cuenta que quiero más de él.

Él tiene una mano en mi cuello y la otra en mi cintura, haciendo que me acerque más a él, su mano toca y recorre toda mi cintura y queda quieta en mi trasero, pero luego baja hacia mi pierna y hace

una leve fuerza para que me recueste sobre mi espalda, él queda arriba mío sin apoyarse en mí. Esto es mucho para mi cuerpo, no sentí tanto placer en un beso jamás (soy algo nueva) no quiero parar.

Trato de levantarle la remera, pero me detiene y me mira con una sonrisa coqueta:

-me encantaría que prosigamos, pero tu estas convaleciente. Los movimientos te harían mal (se acuesta a mi lado)

-no es justo, (cruzo los brazos y hago puchero, nos miramos y él sonríe ampliamente) ¿eso qué significa?

-cuándo te saquen los puntos, tú serás mía y yo seré tuyo (me toca la punta de la nariz, se pone de costado y me agarra de la cadera) ahora no te dejaré ir Iris, (me mira intensamente a los ojos y suspira) no hay marcha atrás para lo que siento, sentimos. (me besa dulcemente haciendo que me derrita en su boca)

-Tomás no sé qué decirte (cierro los ojos) pero lo único que sé es que quiero averiguarlo, me haces sentir tan especial (sonrío, con los ojos cerrados), no quiero perderte por no intentar, (me acerco más a él, quedamos abrazados, mi cabeza en su pecho y él me abraza y besa mi cabeza, sé que esto es la felicidad).

A la mañana siguiente, todo es diferente, Tomás realmente tiene una faceta oculta, es cariñoso, romántico y tiene una sonrisa feliz que contagia alegría con solo verlo.

Preparamos el desayuno juntos, por fin lo hacemos tranquilamente. Luego él me lleva a la empresa para entregar el contrato, pero esta vez Tomás me espera en el auto, no quiero volver a casa así que me llevará a la biblioteca. Soy feliz.

Esta vez entro como una persona normal, por lo tanto, soy anunciada al señor Hale, solo debo esperar unos minutos ya que está en una reunión. Todos los ejecutivos salen; son tan serios y elegantes, me hacen sentir que la felicidad es un sentimiento que ellos no sienten. La secretaria carraspea la voz para llamar mi atención y me indica que pase, me levanto acomodándome mi ropa y prosigo a caminar hacia la oficina, entro y de nuevo esta la imagen de un dios, suspiro y saludo:

-señor Hale es un placer verlo de nuevo (sonrío y me acerco a su escritorio)

-señorita Prince, el placer es mío, espero que su visita de ayer no haya cambiado su opinión (mira fijamente mi cara y sonríe de lado)

-no he cambiado de opinión, (le entrego el contrato), si esta todo en orden, podría decirme cuando empiezo

- (mira el contrato detenidamente y lo cierra) pues eso lo decidirá el médico, (señala la herida) creo que podrá cuando no esté más el asunto de los puntos, luego podrá incorporarse rápidamente, sus papeles de cobro y su escritorio estarán más que listo para cuando venga (pone sus brazos en los descansabrazos y me mira)

-concuerdo con usted, estaré aquí el día en que me saque los puntos(sonrío), ahora si no hay algo más que deba revisar o firmar, me retiro.



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Editado: 22.02.2021

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