El niño dormido en mí

A Mi Bella Esposa

   Y esta es la historia de mi vida, una historia en cual tú has sido pilar principal, mi mayor apoyo. Por lo que te estaré eternamente agradecido.

  Ya hace un rato que ha amanecido y es un día hermoso, logro ver desde la ventana de mi cuarto, como la suave brisa mece las hojas de los árboles y entre sus ramas se escucha el dulce trinar de los pájaros, anunciando la pronta llegada de las lluvias. Han pasado ya varios años desde aquella vez, que volví a ser niño. Y al volver a ver hacia atrás siento que he tenido una buena vida, no me arrepiento de nada. Eso a pesar de algunas desventuras y desgracias de las que he sido víctima, sin embargo, también he sido protagonista de buenas experiencias, las cuales me han aportado en su momento, dicha y felicidad. He recibido bendiciones y he vivido momentos inigualables, instantes mágicos que han quedado grabados en mi memoria.

  Hoy a pesar de los años, sigo siendo en mi interior, un niño ansioso de aprender, ansioso de jugar, anhelante de diversión. Pero la mayoría de la gente no lo entiende, no comprenden que la edad, no la determina ni tu apariencia ni tu estado de salud, no se es viejo por tener la piel arrugada y el cabello blanco, no se es viejo porque se haya deteriorado la vista o perdido el olfato. En realidad, se es viejo, cuando se han perdido las ganas de vivir, se es viejo cuando solo amargura hay en tu corazón y no tienes sentido del humor. Muchos me dicen que me comporte a mi altura, que ya estoy bastante mayorcito, que ya son 70 años los que acarrean mi envejecido cuerpo, que ya no estoy para andar haciendo el ridículo, que sea más serio y que actúe de acuerdo a mi edad. Pues déjenme decirles una cosa, la edad no va con los años, va en el corazón. La madurez no es ser amargado, La madurez es saber utilizar lo aprendido en el transcurso de la vida, para ser cada vez mejor. Y que mejor manera de ser que el poder infundir aliento a un alma abatida, poder dibujar una sonrisa en un rostro triste y ser motivo de alegría en donde está reinando la tristeza. Por eso a todos los que piensen que soy un viejo de 70 años y que debo comportarme con seriedad, déjenme decirles que no soy un viejo de 70 años, soy un niño de 10 años con 60 de experiencia…

  Hoy gracias a ti, mi bella y preciosa esposa Eva María. Puedo decir que he vivido una vida plena y sé que te debo mucho más de lo que puedo contar. Has sido un apoyo incondicional desde que nos conocimos en el colegio. A lo largo de mi vida he hecho cosas de las que no me siento orgulloso, y muchas veces he actuado de manera tal que luego me arrepiento. Pero tú nunca me has abandonado, gracias a ti he vuelto a sonreír. Cada arruga de mi envejecida piel es una historia contigo, cada cabello blanco en mi cabeza es un obstáculo que me has ayudado a vencer. Sin embargo, a pesar de que me has apoyado tanto y de que eres tan importante para mí, a pesar de todos los cambios que he logrado hacer gracias a ti. Nunca había podido decirte que Te Amo, hasta esta mañana en la que lucías tan hermosa como el primer día. No pudiste, debido a la emoción, contener una lágrima que a su vez era el reflejo de la felicidad que te provocaron aquellas palabras provenientes de mi boca. La expresión de tu rostro decía más que mil palabras. No me arrepiento en absoluto de haberte conocido y de haber compartido mi vida contigo, más al observar tu reacción cuando te dije que te amo, solo me arrepiento de una cosa y es de no haberlas dicho desde el primer momento en que te ví. Es por eso que quiero reiterar nuevamente lo que siento por ti y decirte que Te Amo.

  No cambiaría jamás mi vida contigo, todo este tiempo a tu lado me has hecho feliz y me has enseñado a ser una mejor persona. Sé que, aunque por fin logré ser la persona que siempre quise, y que gracias a ti tengo alma de niño. También sé que mi decrépito cuerpo no resistirá mucho y cualquier día podría ser el último para mí, en cualquier momento dejaré de ver ese bello rostro de hermosos ojos azules y cabello rizado, en cualquier momento dejaré de sentir tu aroma y de acariciar tu delicada piel, ahora arrugada por el paso de los años, pero siempre hermosa, en cualquier momento dejará de latir mi corazón. Es por eso que, antes de que suceda, he querido expresarte todo lo que significas para mi. Que no eres para mí, la persona más importante de este mundo, porque en realidad tú eres mi mundo. Que te amo, no desde ayer cuando por fin logré decirte esas dos palabras, sino más bien, desde la primera vez en que tu mirada se cruzó con la mía e hiciste vibrar mi alma de emoción. Nuevamente déjame decir que Te Amo.

Att:  Luis Ángel Saborío Jiménez

                                                            Tu amado y querido esposo…




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