El Pensar Del RuiseÑor

¿puedes recordar?

 

 

 

Recuerdo, vagamente, mi vida como humano.

Siempre llena de conflictos, con respuestas simples, envueltas en situaciones complicadas.

Todo era problemas, peleas, tristezas.

Siempre cargaba con algo que me hacia caminar lento, cabizbajo, taciturno, quitándome el sueño y las ganas de sonreír… de vivir.

Pero, mientras me encuentro en esta rama disfrutando mi nuez; observo a ese niño jugando con las hojas de otoño, y puedo decir que no fue tan malo…

No. Hubo cosas buenas, sin embargo, no puedo recordarlas claramente, pero sé que las hubo, se preguntaran ¿Cómo puedo saberlo?, es que, aun puedo sentirlo.

Porque escucho sus voces, vislumbro sus sombras y si cierro los ojos puedo recordar las palabras bonitas que me consolaron, aquel consuelo que, se quedó impregnado en mi alma…

Un sentimiento, que trascendió, incluso, en esta vida.

Los ojos azules del niño me observan.

 

--- ¡AVE! --- su mano afelpada señala hacia mi rama—

Su joven madre, sonríe, llegando a él.

--- en un ruiseñor mi amor---

 

Y yo sonrío, orgulloso cantando con fuerza. Y en un gesto de caridad, aleteo; dejándolos mirarme más detenidamente.

 

--- ¡AVE, AVE! --- repite sonriendo ---

 

Llevo mi vuelo hacia él, aleteando a su alrededor.

Su risa llena de inocencia, me envuelve en una nube llena de calidez; y sombras con sonrisas así de vivas aparecen en mis recuerdos.

 

--- despidámonos del ave Holly --- ambos agitan las palmas, hacia mí --Quien libre y feliz, emprendo mi viaje hacia donde el viento hable

 

Recuerdo, vagamente, mi vida como humano.

Siempre llena de conflictos, con respuestas simples, envueltas en situaciones complicadas.

Todo era problemas, peleas, tristezas.

Siempre cargaba con algo que me hacia caminar lento, cabizbajo, taciturno, quitándome el sueño y las ganas de sonreír… de vivir.

Pero, mientras me encuentro en esta rama disfrutando mi nuez; observo a ese niño jugando con las hojas de otoño, y puedo decir que no fue tan malo…

No. Hubo cosas buenas, sin embargo, no puedo recordarlas claramente, pero sé que las hubo, se preguntaran ¿Cómo puedo saberlo?, es que, aun puedo sentirlo.

Porque escucho sus voces, vislumbro sus sombras y si cierro los ojos puedo recordar las palabras bonitas que me consolaron, aquel consuelo que, se quedó impregnado en mi alma…

Un sentimiento, que trascendió, incluso, en esta vida.

Los ojos azules del niño me observan.

 

--- ¡AVE! --- su mano afelpada señala hacia mi rama—

Su joven madre, sonríe, llegando a él.

--- en un ruiseñor mi amor---

 

Y yo sonrío, orgulloso cantando con fuerza. Y en un gesto de caridad, aleteo; dejándolos mirarme más detenidamente.

 

--- ¡AVE, AVE! --- repite sonriendo ---

 

Llevo mi vuelo hacia él, aleteando a su alrededor.

Su risa llena de inocencia, me envuelve en una nube llena de calidez; y sombras con sonrisas así de vivas aparecen en mis recuerdos.

 

--- despidámonos del ave Holly --- ambos agitan las palmas, hacia mí --

 

Quien libre y feliz, emprendo mi viaje hacia donde el viento hable




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