Y ahí estabamos, en aquel cuarto grisaceo cosumido por el moho y la suciedad,de pie como cachorros abusados, con la cara mirando hacia el suelo como si de animales adiestrados se tratara, mire el miedo en cada uno los prisioneros uniformados que estaban ahi, nerviosos escuchabamos las palabras de aquel general aleman quien nos gritaba que salieramos rapido, mientras golpeaba con su porra a los hombres que tenia mas cerca, lo sabia, sabia que nos matarian, pero no queria morir, nadie queria, aunque muchos ya se habían resignado yo no, tenia que cuidar de alguien, yo un chico americano de diecinueve años sin antecedente militar, politico o religioso, ya se , se preguntaran como llegue hasta aquí, a ser incluso un prisionero de los nazis, bueno les contare.
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