El Poeta Mi Charlotte Y Yo

Una luz encerrada

-Quiero a mi mama- dijo el niño haciendome volver a la realidad despues de haber caminado una hora en silencio, Albern ni siquiera pregunto por que lo lleve con nosotros, supongo que comprendia. -cual es tu nombre  le pregunte- y con sus palabras aun no bien pronunciadas me dijo que mateo

-mateo, nos llamamos igual sabes, yo te cuidare mateo, y te llevare de nuevo con tu mama- mas la verdad no sabia como decirle que ya nunca volveria a ver a su madre. 

mis pies ardian, habiamos bajado un risco y cruzado una loma caminando por un bosque que en partes se volvia abrupto y dificil de caminar, pero no me importaba, por que yo solo queria encontrar a la chica, y odiaba no saber su nombre era extraño luchar por alguien de quien no conocia ni su nombre, pero no me importaba por que solo queria que estuviera bien, y deseaba con toda intensidad haber podido hacer algo por mis padres o mi hermano, pero no hice nada, me lo repetia muchas vecez, me habia resignado a que los habia perdido, pero no queria que sucediera lo mismo con la chica, mi chica. 

-alto- exclamo Albern en voz baja, -ahi hay una cabaña, debe estar ahi- 

-pues vamos- respondi mientras avanzaba

-espera no sabemos que hay en ese lugar o quien, hay que ir con cautela- propuso alber deteniendo mi brusca reaccion.

sin mas nos acercamos a la cabaña, salia humo por la chimenea,pense en simplemente tocar la puerta, pero era absurdo, que diria, -hola venimos por una chica, alta morena, hermosa la ha visto-  si tuvo el descaro de ponerle un precio a mi chica, no la iba a liberar nada mas por que se lo pedia. 

asi  que nos detuvimo frente a la puerta, notamos que estaba abierta, y tras espiar un poco y darnos cuenta que no habia nadie, entramos, adentro habia un olor horrible si lo pudiera describir seria, suciedad, moho, humedad, carne podrida, heces, y ni siquiera nos imaginabamos lo que estabamos por descubrir.

aun a pesar del asqueroso  y oscuro aspecto de la cabaña, habia indicios de que alguien habitaba, baje a el pequeño mateo, quien ya tenia la edad suficiente para caminar, y nos dirigimos hacia una habitacion, donde al parecer era un tipo de comedor y sobre una gran mesa habia muchas cosas que no me di tiempo de observar, ademas algo se cocia en una olla en el fuego de la chimenea, pero yo me enfoque en encontrar a mi chica, y despues de unos segundos mientras albern exploraba las herramientas y el cumulo de cosas que habia sobre la mesa, justo al lado habia una pequeña habitacion oscura y con la tenue luz logre ver, algunas especias, ajos, cebollas, sierras de metal, armas, sin embargo mi corazon se acelero al ver los espeluznantes craneos humanos en unos estantes de madera, y tras inspeccionarlos un poco me percate que tenian tejidos y sangre adherida aun fresca, y de un sobresalto hacia atras choque contra otro estante lleno de frascos con cenizas, dientes y frascos con grasa.

-esto es cabello-  escuche decir a albern desde la otra habitacion

-albern ven rapido- le llame ya con terror, pues estabamos ante una mostruosidad, o porque que otra razon, habia craneos humanos en ese estado.

-pero que es esto - exclamo albern con una expresion de confusion, -sea quien sea este hombre, esta loco y es peligroso, y por lo que veo regresara pronto, debemos irnos-

estaba por salir, cuando escuche, un quejido en una esquina oscura, y con la poca luz que se colaba, y que parecia quedarse encerrada desvaneciendose poco a poco, me percate que habia alguien ahi y al acercarme me di cuenta que era ella, estaba ahi tirada en el piso de madera humeda, estaba desnuda completamente, con las manos amarradas, multiples heridas, y moretones, asi que rapidamente la levante en mis brazos. y la cubri  con el camison que traia yo.

-tenemos que salir ya-  y aun no terminaba Albern de decirlo, cuando se escucho un grito desgarrador en la otra habitacion

- ¡no no no, mateo!- exclame y con la chica en mis brazos, corri hacia la otra habitacion, y lo que mire fue horrible, y es algo que jamas olvidare. un viejo delgado, con una expresion alterada y como si tuviera  dias sin dormir, estaba en el piso sobre el pequeño mateo, lo estaba estrangulando, no podia creer lo que veia, le apretaba el cuello con tanta fuerza que la circunferencia de este, quedo de la medida del pequeño brazo de mateo,

-no no, ¡detente!-  le grite mientras el volteaba con rapidez hacia mi, con unos ojos muy abiertos y con una mandibula inferior mas afuera, como si sufriera una malformacion congenita.

-vaya vaya, a donde llevas eso muchacho,¿ tratas de hurtarlo?- dijo con una voz algo aguda y con una diccion exagerada -´¿y ni siquiera me daras tiempo de probarla?, sabes hace tiempo que es mas dificil cazar personas, aunque tu no me agradas muchacho, pero dejaras eso en su lugar y te iras, a y me quedo con ese niño-  y mientras se acercaba hacia nosotros con  las manos entre cerradas como si se tratara de garras de bestias, mi corazon palpitaba, y por nada iba a soltar a mi chica.

-no me has escuchado, muchacho- grito despues de lanzar un gruñido agudo, y al  ponerse casi frente a mi y a punto de alzar sus brazos para atacarme, Albern salio de la oscuridad y con una velocidad alucinante, golpeo al viejo con una sierra de metal, en el craneo, lo cual provoco que cayera al piso, y al estar tirado hizo un quejido extraño, y lleno de furia intentaba incorporarse




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