El precio de tu amor

Capítulo 1: ¿ Quién es mi papá?

MAGGI

Dicen que todos estamos destinados a una persona, que en algún lugar está nuestra alma gemela, esa persona con la que pasaremos los mejores momentos de nuestra vida, con la que estaremos siempre, donde en vez de un final feliz simplemente no haya final alguno, porque a su lado, la felicidad es infinita, todos amamos una vez y solo una, todos en algún momento conoceremos el amor verdadero y cuando eso pasa solo queremos estar muchos años, hasta llegar a viejitos con esa persona, todos quieren eso, a todos les pasa excepto a mi madre, ella no se enamora, espanta a cada hombre de su lado y no abre su corazón a ninguno, según ella no hay hombre sincero en este mundo, todos mienten, todos son iguales a mi padre, ese que no conozco y al cual mi madre llama miserable.....

 

Miro a la profesora cuando termina de leer, lleva unas gafas enormes y me mira como si yo fuera un bicho raro

 

— ¿Sabe lo que significan estas palabras?— me pregunta mirándome a través de sus grandes gafas, aclaro mi garganta para responder

 

— Bueno, Gaby tiene un gran sentido del humor y una narración excelente — le sonrío con mi mejor sonrisa, esa que uso en los negocios, pero que a la profesora de mi hija parece no agradarle

 

— Margaret— dejo de sonreír, odio cuando me llaman por mi nombre— su hija necesita un padre y si quiere sigo leyendo el resto de su tarea

 

— Mi hija no necesita a nadie más que a mí profesora, somos ella y yo y seguiremos siendo así 

 

— Quiero que mamá encuentre a alguien que la haga sonreír como mi tío a su esposa— Lee la profesora, resoplo— o que me diga al menos el nombre de mi papá, aunque ella me diga que fue papá Noel quien me trajo como regalo, sé que no es cierto y que tengo un padre en algún lado... 

 

— Ya no siga, ya aprendí la lección

 

—¿ Y según usted cuál fue? — me levanto de la silla y abro la puerta para salir, antes de eso miro a la profesora

 

— Que debo ayudar a mi hija a hacer la tarea a partir de ahora— respondo y salgo del despacho de la profesora, miro a Gaby que me espera sentada fuera 

 

— Vamos Gabriela — Camino hacia la salida, quiero ya salir de este colegio, quizás deba contarle a mi hija por qué no tiene un papá, pero no puedo contarle esa historia a una niña de 8 años, claro que no, jamás haría eso

 

— ¿Qué dijo la profe? — rompe ella el silencio cuando vamos en el auto

 

— Que debo buscar un esposo — Le digo sin mirarla, mi hija ríe — Gabriela — freno el auto de golpe —¿ Por qué pones esas cosas en tu tarea? 

 

— ¿Qué querías mamá? había que hablar del amor y de nuestros padres, pero no tengo papá, debía decir la verdad

 

— Pudiste inventar, yo hacia eso en la escuela — me mira confundida

 

— Me dices siempre que no mienta

 

— Aveces hay que hacerlo hija, aveces una mentirita no es mala, pero no hables sobre mí en tus tareas

 

— Solo dije lo que pensabas de los hombres mamá

 

— No pienso eso— arranco el auto, mi hija ríe

 

— Dijiste que habías dejado a Miguel porque al final sería un mentiroso, rechazaste la cita de Marcos porque le veías cara de mentiroso, dejaste plantado a Lucas porque dijiste que se parecía a papá 

 

— Si ya, no me recuerdes a cada hombre al que le he roto el corazón 

 

— Mamá, ¿donde está mi padre? ¿quien es? — freno frente a la casa

 

— No tienes — bajo del auto 

 

— Tengo que tener, ya el cuento de papá Noel o el de la paloma no me lo creo, tengo 8 años

 

— Gaby— la miro antes de abrir la puerta — algún día sabrás por qué creciste sin padre

 

— Sé que era malo

 

— ¿Por qué dices eso? 

 

— Porque odias a todos los hombres — Gaby entra cuando abro, yo solo me quedo pensando en sus palabras, es demasiado inteligente esta niña.

 

***

— Irás conmigo a esa reunión Maggi — me exige mi socio, amigo y hermano, Manuel Avril — debemos cerrar ese contrato con esos arquitectos, son fantástico

 

— No quiero, son extranjeros y 

 

— Y será estupendo Maggi, son los mejores, si trabajan para nosotros haremos maravillas juntos, seremos ricos

 

— Ya somos ricos Manuel 

 

— Más ricos — el alza la voz entusiasmado — piénsalo, todos los quieren, tienen su propia empresa, pero quieren trabajar en este país también, unirse a otra compañía y si nos aceptan 

 

— Somos los mejores del país Manuel, claro que ellos mueren por hacer negocios con nosotros, si no no hubieran aceptado tener una cita contigo

 

— Por eso, debes ir, sabes hablar bien, los convencerás de unirse a nosotros, necesitamos el dinero que quieren invertir Maggi

 

— ¿Quienes irán a la cita? 

 

— Los jefes, son dos, son espectaculares, tienen proyectos increíbles y

 

— También soy buena, Manuel, apuesto a que soy mejor arquitecta, además comencé desde cero y construí todo esto

 

— Cierto, pero a su lado te harás más famosa, tendremos más proyectos y ahora mismo nuestra constructora está mal financieramente hermana, aunque te niegues a admitirlo

 

— Está bien, pero no iré, le prometí a mi hija ir a ver algo en su escuela, una obra de teatro creo — comento pensativa 

 

— ¿Cuando es eso? 

 

— En dos días, el mismo día de la reunión con esos 

 

— Vale, iré yo, pero si aceptan un contrato lo firmaremos sin ti

 

— Confío en ti Manuel, sé que los convencerás y que ganaremos dinero— expreso mientras me levanto de mi silla— ahora debo ir a ver a otras personas, tengo hoy demasiado trabajo acumulado.

 



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En el texto hay: pasado, niños, romance

Editado: 14.04.2023

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